Comentando mi columna del martes (“El Chile posliberal”), Sebastián Soto hace hincapié en la necesidad de que la derecha revitalice el pacto liberal-conservador y deseche la tentación de pactar con el populismo. Es una propuesta elegante y sugerente, pero que, me temo, deja las cosas como están y no da cuenta de las nuevas realidades que emergen. Estas reclaman un realineamiento y una recomposición de fuerzas y proyectos.
Parece oportuno que el proyecto liberal haga una autocrítica. Es difícil recomponer una alianza con un sector que se resiste a ver sus limitaciones. Que reconoce que las cosas han cambiado, pero insiste en seguir igual que antes.
Lo que los liberales en todas partes del mundo no parecen comprender es que ellos son parte del problema. Que las reacciones conservadora y populista (creo que la izquierda es distinta en este aspecto) van, en medida importante, dirigidas contra el proyecto que ellos sustentan. Que son sus excesos valóricos, su elitismo impenitente, su escasa empatía con el dolor y el sufrimiento de grupos muy relevantes, su tecnicismo excesivo, su alianza con el gran capital, incluso su utopismo ilustrado, los que están en la base del retroceso electoral y la distancia con la población que exhiben. Precisamente a eso se refieren la derecha conservadora y los populistas cuando hablan de un retorno al sentido común.
En mi opinión, la construcción de cordones sanitarios para aislar al populismo ha demostrado ser una política fracasada que solo ha conseguido radicalizarlo e incrementar, lenta pero sostenidamente, su caudal electoral.
Como ha sugerido con acierto Josefina Araos, la comprensión cabal del populismo no debe reducirse solo a sus líderes y movimientos, sino prioritariamente al “pueblo olvidado” que está descontento porque sus dolores permanecen invisibilizados. De ese grupo multitudinario también debería hacerse cargo la derecha que está emergiendo si quiere consolidar una mayoría y dar gobernabilidad al país a través de una paz social duradera. (El Mercurio Cartas)
Juan Ignacio Brito



