La noche del domingo se sintió un «sabor amargo» entre los dirigentes de Chile Vamos (UDI, RN y Evópoli) que acompañaron a Evelyn Matthei a la sede de José Antonio Kast. El diagnóstico es unánime: el resultado del 16-N fue un sismo para la derecha tradicional. La derrota de Matthei (quinto lugar) y la contundente votación de Republicanos arrastraron a la coalición a una crisis terminal.
UDI Y RN RETROCEDEN; EVOPOLI DISUELTO
El golpe electoral se tradujo en un revés parlamentario que reabrió la discusión sobre el futuro del bloque, que por segunda presidencial consecutiva queda fuera del balotaje:
UDI: Retrocedió, quedando con 18 diputados, pero sufrió una debacle en el Senado: de seis candidatos a la Cámara Alta, no consiguió elegir a ninguno.
RN: Sufrió el peor resultado de su historia desde 1989 y sufre una pérdida sostenida de respaldo electoral, retrocediendo fuertemente en la Cámara. Sin embargo, logró avances simbólicos en el Senado, como el doblaje de Andrés Longton y Camila Flores.
Evópoli: Quedó automáticamente disuelto al no alcanzar el mínimo legal de cuatro legisladores electos.
FIN DE CHILE VAMOS
La crisis ha detonado un debate inmediato y áspero sobre el futuro de la coalición:
Cristián Monckeberg (RN): En una carta a la militancia, desahució la continuidad de la coalición, sentenciando que «Chile Vamos ha cumplido su ciclo» y que el «fracaso es total». Sugirió que el partido negocie su integración al futuro gobierno de forma individual.
Sebastián Sichel (Alcalde de Ñuñoa): Coincidió en que la alianza debe terminar y advirtió que la reconfiguración debe resguardar un espacio para la derecha liberal, evitando la deriva que sufrió el Socialismo Democrático.
Paulina Núñez (Senadora RN) y Andrés Longton (Senador electo RN): Se alinearon con el cierre del ciclo, con Longton proponiendo ir hacia la creación de un partido único de la derecha tradicional.
Guillermo Ramírez (RN): Puso paños fríos, considerando que la tesis del fin de Chile Vamos es una «exageración» y que «es muy temprano para hablar de un solo partido o la coalición». El diputado Diego Schalper (RN) también sugirió esperar el desenlace del balotaje antes de tomar definiciones políticas.
CRÍTICAS INTERNAS
El ambiente es de catarsis, especialmente en la UDI y RN, con fuertes críticas a las cúpulas:
UDI: El histórico Pablo Longueira cuestionó la falta de una «conducción firme y única» de la directiva, señalando errores como la incapacidad de resolver una primaria presidencial. La debacle en el Senado ha avivado estos cuestionamientos.
RN: La disidencia presiona por una salida de la directiva liderada por el senador Rodrigo Galilea antes de las negociaciones para un eventual gobierno de Kast. Mario Desbordes lamentó que el peor resultado de RN desde 1989 se dé en un momento en que el partido no ha defendido una mirada de centroderecha dialogante.
LA BATALLA DE EVOPOLI
El partido liderado por Juan Manuel Santa Cruz enfrenta el golpe más duro al quedar disuelto automáticamente. La directiva reconoció no haber sido capaz de interpretar el sentir de la ciudadanía y anunció un proceso de reflexión.
Estrategia Legal: Evópoli evalúa recurrir a la justicia electoral (Tricel) con el argumento de que la Ley de Partidos Políticos exige tener cuatro parlamentarios sin distinguir cuándo fueron electos. Bajo este criterio, contabilizarían a los senadores elegidos en 2021 (Luciano Cruz-Coke y Sebastián Keitel) más los dos diputados electos este domingo (Jorge Guzmán y Tomás Kast), lo que les permitiría cumplir el mínimo legal.
REPUBLICANOS
En Republicanos, aunque transmiten su disposición a trabajar con un comando unido e incorporar propuestas de Chile Vamos, se alejan de la idea de una posible fusión o coalición. Reiteran que el foco es «primero hay que ganar el balotaje» antes de discutir una nueva arquitectura de la derecha. (NP-Gemioni-La Tercera)
