En su discurso de victoria la noche del 4 de noviembre, el recién electo alcalde de Nueva York, Zohran Mamdani resumió su norte político de manera brillante. Ante el entusiasmo de la audiencia que celebraba esa improbable victoria de un inexperimentado legislador estatal con 34 años recién cumplidos, Mamdani dijo “probaremos que no hay ningún problema demasiado grande como para el que gobierno no lo pueda solucionar y ninguna preocupación demasiado pequeña como para el que el gobierno no se pueda hacer cargo”. Con esa poderosa y simple declaración, confirmó las acusaciones de sus rivales, y las sospechas de buena parte de la opinión pública en el país, que el alcalde electo Mamdani cree que la solución a los problemas de la sociedad necesariamente pasa por el Estado.
Nacido en Uganda en octubre de 1991, Mamdani es hijo de Mahmood Mamdani, un economista indio que creció en Uganda y que hizo carrera en ese país. Su madre es Mira Nair, una reconocida y exitosa cineasta india, ganadora de múltiples premios y nominada dos veces para un Óscar. Mississippi Masala (1991) y Monsoon Wedding (2001) son sus películas más conocidas. La familia Mamdani Nair se fue a vivir a Ciudad del Cabo en Sudáfrica cuando Zohran tenía cinco años y en 1998, la familia se mudó a Nueva York cuando su padre fue contratado como profesor de economía en la Universidad de Columbia. Mamdani profesa la religión musulmana y fue educado en establecimientos de élite en Nueva York y Massachusetts.
Después de haber intentado, fallidamente, iniciar una carrera como músico y haber trabajado en organizaciones comunitarias, Mamdani entró a la política como parte de una ola de activistas de izquierda que se identifican con el Movimiento Socialista Democrático de Estados Unidos. Mamdani fue electo a la Cámara Baja del Estado de Nueva York en 2020. Fue reelecto en 2022 y 2024. A fines de 2024, lanzó su campaña como candidato a alcalde de Nueva York en las primarias del Partido Demócrata. En la votación realizada a fines de junio de 2025, derrotó sorpresivamente al exgobernador del Estado de Nueva York, Andrew Cuomo, y se quedó con la nominación del Partido Demócrata.
El 4 de noviembre, volvió a derrotar a Cuomo, quien se presentó como independiente, en la elección general de la ciudad. Contra todos los pronósticos, y con la participación más alta desde 1969 (aunque solo votó poco más del 40% de los inscritos en la ciudad), Mamdani se convirtió en el alcalde electo de Nueva York. Su periodo comienza el 1 de enero de 2026. Con una población de 8,5 millones de personas, Nueva York es la ciudad más importante de Estados Unidos. El presupuesto de la ciudad es de US$116 mil millones—sustancialmente más alto que el del estado de Chile que está en torno a los US%75 mil millones.
El mensaje central que transformó a Mamdani en un candidato competitivo fue su foco en el costo de vida en la ciudad de Nueva York. Su promesa de congelar los arriendos de los departamentos que son parte de un programa de renta controlada que existe en la ciudad y su compromiso con establecer la gratuidad en el sistema de buses de la ciudad, junto a su plan para crear una especie de supermercados populares manejados por el gobierno local, reflejan la preocupación central de su campaña, el alto costo de vida en la ciudad.
Si bien el diagnóstico de Mamdani es compartido por muchos, el foco que pone en lo que puede hacer el gobierno para controlar los precios y remplazar al sector privado en la provisión de servicios y bienes convierte a Mamdani en un político bastante anómalo en Estados Unidos.
En su discurso de victoria, Mamdani explícitamente declaró que creía que no había ningún problema que el gobierno no pudiera solucionar. La frase es especialmente relevante, porque contrasta con la posición tradicionalmente más favorable al mercado como fuente de la solución de los problemas que predomina en Estados Unidos.
Hace casi 40 años, el político republicano más respetado de la segunda mitad del siglo XX, el Presidente Ronald Reagan, dijo que las nueve palabras más temidas del idioma inglés eran “yo soy del gobierno, y estoy aquí para ayudar”. Reagan resumió de forma brillante la mentalidad dominante en Estados Unidos que desconfía del gobierno y duda de la capacidad de éste para solucionar muchos de los problemas de la sociedad.
Como alcalde, Mamdani tendrá la oportunidad de demostrar si su afirmación es efectivamente cierta. Antes de entrar a solucionar los grandes problemas de la ciudad y la sociedad, el alcalde deberá demostrar que su gobierno es capaz de cumplir con las tareas básicas y esenciales de un gobierno local. No tomará mucho tiempo para que la afirmación de Mamdani sobre las supuestas virtudes infinitas del gobierno sean sometidas a prueba. Porque Mamdani se comprometió a muchas cosas, los neoyorquinos tienen altas expectativas sobre lo que se viene. Pero antes de saber si la propuesta de control de precios de los arriendos funcionará (pese a que no ha funcionado nunca en ninguna parte), el futuro de Mamdani y de su sueño de un gobierno capaz de solucionar todos los problemas, se pondrá a prueba con cuestiones mucho más concretas e inmediatas, como la capacidad de garantizar el orden y la seguridad, la recolección de basura y el nada trivial desafío de lograr que los buses y trenes, aunque no sean gratis, logren salir y llegar a la hora. (El Líbero)
Patricio Navia



