“Atorrantes” sin gestión, ¿qué puede salir bien?-Magdalena Merbilháa

“Atorrantes” sin gestión, ¿qué puede salir bien?-Magdalena Merbilháa

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Esta semana las sensibilidades han estado a flor de piel. El gobierno se siente ofendido porque los llaman “atorrantes”, mientras que el Presupuesto 2026 ha sido rechazado en casi su totalidad en la comisión mixta. 28 partidas no lograron los votos necesarios, lo que equivale al 90% del presupuesto. Con esto no se volverá a votar hasta un día después de las elecciones, es decir el día 17 de noviembre. El ministro de Hacienda, Nicolás Grau apuntó a “un mal resultado país”, lo que se contrasta con la visión de muchos “un mal manejo país”.

El presupuesto presentado venía siendo cuestionado por eliminar la llamada “ Glosa Republicana”, con lo que el actual gobierno dejaba sin fondos de libre disposición al gobierno entrante. Esta situación aumentó la real noción de falta de recursos. El hecho real, que se aparece a los sentidos, es que “no hay plata”. Lo que obliga a cualquier racionalidad a recortar gastos, buscar “mecanismos de ahorro fiscal”. Parlamentarios de oposición enfatizaron en el hecho de “falta de trasparencia” y de “malos cálculos”. Ante esto, Javier Macaya manifestó que «Lamentablemente hoy día, con la falta de responsabilidad que ha tenido el Ejecutivo de decirle la verdad a los chilenos, lo que va a ocurrir a fines del próximo año, es que no se va a llegar a la meta del déficit estructural de 1,1%, y vamos a tener una deuda pública que va a superar el 45%. Esa es la realidad, y el Gobierno está más preocupado de emplazar a los otros candidatos presidenciales». Otros aludieron a malos cálculos en los ingresos, algo que ha sido una constante en el actual gobierno. Se han exagerado los cálculos de los ingresos, lo que ha llevado a un  déficit acumulado que hace que el país esté en una situación impensable para lo que se suponía que era el actuar de Chile. El sobre endeudamiento y la dilapidación de los ahorros no auguran nada bueno. Nunca es positivo gastar más de lo que se produce. Ciertamente la caja del gobierno no cuadra y es esta situación de desmejora y de irresponsabilidad fiscal lo que están dejando como corolario al próximo gobierno, sea quien sea. Es esto lo que hace que no sólo a nivel parlamentario, sino a nivel país, que no se le crea a los números presentados por el ministro Grau. Algunos, incluso suman a la desprolijidad evidente, una maldad solapada. Es el hecho de bajar ciertos ítems que aseguran descontento social para el próximo gobierno, lo que hace suponer alevosía y premeditación, es decir algo buscado.

Es precisamente la falta de responsabilidad lo que  hace que algunos desde los comandos de campaña los llamen “atorrantes”. Para la Real Academia de la Lengua, el término es un americanismo que significa “vago”, “holgazán”, “desvergonzado”, sin domicilio fijo, que vive de pordiosear. Este significado no se aleja de la realidad de lo que es el actual gobierno.

Muchos de los que constituyen hoy el gobierno no habían trabajado nunca, por lo que decidieron “hacer la práctica” con Chile. No sólo no tenían experiencia por lo que cayeron en el primer acto de corrupción que es “aceptar un cargo para el que no estás preparado”, sino que además en esa práctica, reprobaron. Lo hicieron mal, muy mal. Tras su gobierno, Chile no está mejor, sino peor. La gestión no ha sido algo destacable, sino más bien algo deplorable. Frente al drama de los incendios en la V Región, no dieron el ancho en la reconstrucción. Frente a la mejor política pública que es el empleo, el gobierno generó más desempleo, por tanto una peor situación para los chilenos.  Se gastaron las reservas y no terminaron con las listas de espera, sino que las aumentaron. Tampoco mejoraron la educación, solo prometieron aumentar los recursos a los tramos donde hay votos posibles.

Su preocupación era solo mantenerse en el poder. Prometieron el oro y el moro, pero solo cosecharon miseria. Chile no está mejor, todos estamos peor. Pareciera ser que la idea de deteriorar la economía, que ya se había visto desde Bachelet II, es algo más que deliberado. Ellos destruyeron  riqueza y buscan el caos económico para generar el caos político. Si sale la derecha, saben que ésta va a buscar ahorros, reduciendo el gasto fiscal, con lo que le van a quemar el país. Si sale la izquierda,  podrán entonces radicalizar “la revolución”. Justificar “el robo” mediante expropiaciones con lo que ciertamente la “potencial presidenta comunista” tendrá carta blanca para hacer lo que guste. Es decir, quedarse con lo que no es suyo. Ella es comunista, una ideología que vive de la envidia y el robo, con “la labia” de colectivizar y el sueño de la “igualdad”. En la historia solo han traído miseria y muerte…. Muchas muertes.

“Atorrante” es el flojo que no vive de lo propio, sino de lo ajeno.  Es quien es incapaz desde su trabajo mejorar la vida de otros. Flojos e inútiles. “Atorrante” es  el inmoral que justifica el robo basado en la enviada y la frustración personal. Sí, definitivamente son “atorrantes”.  Más que ofenderse, debieran sentir vergüenza y trabajar “ad honorem” para lograr enmendar los males hechos. En vez de eso se justifican, pontifican y se victimizan acusando de “clasismo” lo que no tiene tintes de tal. El flojo e inepto no tiene clase alguna. Los hay en todas partes, sólo que acá se juntaron todos en un gobierno que se gastó Chile. (El Líbero)

Magdalena Merbilháa