Ocho de cada diez personas que se instalan en «rucos» en la comuna de Santiago están vinculadas a ilícitos de porte de armas cortopunzantes, receptación de especies, microtráfico de drogas, prostitución en la vía pública y órdenes de detención, según el municipio.
Son alrededor de dos mil los «rucos» que persisten en Santiago, así como unos 1.300 los que han sido retirados este año, según el jefe de servicios urbanos de ese municipio, Cristóbal Saavedra, luego de participar ayer en una intervención en avenida Balmaceda con calle Almirante Barroso.
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