El Distrito 9 de la Región Metropolitana —que incluye comunas como Recoleta, Renca y Huechuraba— es el epicentro de una intensa competencia interna en Chile Vamos, donde los presidentes de partido Guillermo Ramírez (UDI) y Juan Manuel Santa Cruz (Evópoli) buscan asegurarse uno de los siete cupos a la Cámara de Diputados. La oposición visualiza una oportunidad histórica en la zona, tradicionalmente favorable a la izquierda, debido a la ausencia de figuras altamente competitivas del oficialismo.
Actualmente, cuatro de los siete escaños pertenecen a la izquierda, pero las salidas de Daniel Jadue (por decisión del Tricel), Karol Cariola (candidata al Senado) y Maite Orsini (sancionada internamente) han abierto un margen de maniobra para la derecha, que aspira a lograr dos representantes.
En Evópoli, la estrategia se centra en la dupla Santa Cruz y el presentador de televisión Felipe Vidal. El partido confía en que el alto conocimiento del exrostro televisivo sirva como arrastre para el timonel, permitiéndoles incluso conseguir un doblete dentro del subpacto de Chile Vamos, lo que mantiene en alerta a la UDI.
La UDI, por su parte, apuesta por la experiencia y notoriedad de Ramírez, quien tras dos periodos en el Congreso, ha ganado visibilidad como rostro habitual en los debates políticos nacionales. El diputado cuenta, además, con el respaldo clave de dos alcaldes de la UDI en el distrito: Agustín Iglesias (Independencia) y Maximiliano Luksic (Huechuraba).
Precisamente el apoyo de los jefes comunales se convirtió en un símbolo de la contienda: tanto Santa Cruz como Ramírez publicaron videos junto a Maximiliano Luksic, en una señal que fue interpretada al interior de la coalición como un intento de los alcaldes —electos por cupo UDI, pero independientes— de mantener un «sano equilibrio» entre los dos presidentes de partido.
En el despliegue de campaña, ambos bandos aseguran mantener una coordinación tácita para evitar choques. Santa Cruz, sin cargo legislativo, se enfoca en el trabajo en terreno, financiado con recursos propios, créditos personales y aportes partidarios. Ramírez, en tanto, combina sus labores parlamentarias con el despliegue electoral, respaldado por una estructura partidaria más amplia y donaciones de figuras como la exprimera dama Cecilia Morel.
Ambos comandos reconocen que la elección será estrecha. Evópoli estima que con un 10% de los votos podría asegurar un escaño, mientras que la UDI confía en que su presidente no solo mantendrá la representación del partido en el distrito, sino que podría obtenerla con ventaja sobre su socio de coalición. (NP-Gemini-La Tercera)



