Mi apuesta para la Cámara de Diputados

Mi apuesta para la Cámara de Diputados

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Presento aquí, como suelo hacerlo en todas las elecciones parlamentarias, mi estudio electoral y la proyección que de él resulta. No se trata de una repetición de los números de los partidos y bloques en las elecciones anteriores, sino de un análisis en profundidad de cada uno de los distritos, por supuesto de sus antecedentes electorales de las elecciones de diputados en 2021, los resultados del plebiscito de 2022 y de las elecciones municipales y regionales de 2024, pero principalmente del estudio de las trayectorias electorales, las redes sociales y los apoyos de las candidaturas de los distintos partidos y bloques políticos en cada distrito.

El trabajo consiste en imputar, a partir de todos los antecedentes señalados, una cantidad de votos válidos a cada partido en cada uno de los distritos, para luego hacer el ejercicio de atribución de escaños de acuerdo a la aplicación del coeficiente d’Hondt.

Hemos estimado una cantidad de 11.432.000 votos válidos, considerando la gran cantidad de listas y candidaturas, lo que nos permite prever un millón de votos nulos y blancos adicionales a los de la elección presidencial, más simple, personalizada y concentrada en sólo 8 candidatos que terminan después de la campaña perfectamente identificables por la gran mayoría de los 13 millones que presumiblemente concurrirán a las urnas el próximo domingo 16 de noviembre.

Vale la pena explicar que en el sistema proporcional, con más listas y numerosas candidaturas, ocurren dos fenómenos que hacen variar el comportamiento electoral habitual del sistema binominal. El primero es el retroceso de la relevancia que tenían las características personales de las candidaturas, su carisma, su mensaje específico y su trayectoria, puesto que la posibilidad de ser reconocido de manera diferenciada por los electores disminuyó radicalmente al pasar de un promedio de 6 a 8 candidatos hasta 2013 a una cantidad que en los distritos más grandes es de 50 o más candidaturas, de manera que buena parte de los electores tiende a votar por el partido con que se identifica o por la lista parlamentaria de su candidato presidencial.

El segundo es que, al elegirse tres a ocho diputados por distrito, la pelea deja de ser una cuestión individual para pasar a ser una competencia de equipos, puesto que las listas van de 4 a 9 candidaturas, siendo lo usual que todas ellas aporten lo suyo para que uno o dos candidatos sean electos, no sólo por sus votaciones propias, sino por la buena compañía que permitió acumular suficientes votos para superar a otras listas y llevarse más escaños. También es usual lo que antes fue imposible, que un partido presente dos o más candidaturas, pasando a competir junto a sus compañeros con los demás partidos, de manera que ya no se trata sólo de candidaturas rutilantes sino de buenos, variados y complementarios elencos de candidatos.

Mi apuesta para la Cámara de Diputados 2026-2030  

 

Mi apuesta para la Cámara de Diputados. Por Pepe Auth

 

Consignemos que además se presentaron de manera incompleta en algunas regiones y distritos 4 listas de izquierda no gubernamental, que sumaron entre todas 462 mil votos en mi apuesta (4%) y no eligieron representantes en la Cámara.

Observaciones asociadas       

1. En correlato imperfecto con la elección presidencial, las fuerzas opositoras ganan también la elección de la Cámara de Diputados. Sus dos listas principales suman 84 diputados contra 65 de las dos listas alineadas con el gobierno, efecto principalmente del retroceso de la votación de izquierda y el crecimiento de la votación de derecha, tanto en la presidencial como en la parlamentaria.

2. Para quienes hacen el ejercicio simple de sumar los votos de la lista de Chile Vamos y Demócratas con los de la lista de Republicanos, Socialcristianos y Nacional libertarios, pensando cuántos diputados más habrían obtenido de ir juntos, es necesario prevenirlos de que disminuyendo sus candidaturas a la mitad y tensionando a los 7 partidos que las integran, de ninguna manera habrían sumado 46,6% de los votos como lo hicieron, de modo que se trata de un ejercicio ilusorio.

3. Es evidente que las tres listas grandes se benefician alcanzando porcentajes mayores de representación en la Cámara que su porcentaje de votos, mientras a las listas pequeñas les sucede lo contrario, como es el caso de la segunda lista oficialista. En verdad, una o dos listas no era tan dramático, ni en la oposición ni en el oficialismo, pero  si se conformaban listas de similar envergadura, como lo hizo la derecha. El peor rendimiento se obtiene con dos listas de tamaño asimétrico, pues en la pequeña parte importante de su votación no se traduce en escaños y por tanto es solamente pérdida.

4. El cuasi empate en votos y escaños entre las dos listas principales de la oposición se debe a varios factores que terminan neutralizándose. La ventaja de Chile Vamos era evidente en cuanto a presencia de incumbentes en sus elencos, sea diputados a la reelección, exalcaldes o autoridades de gobiernos pasados, pero ese factor se vio amortiguado primero por la decisión estratégica de Republicanos y Socialcristianos de presentar numerosos candidatos a alcalde y a gobernador en las elecciones de 2024 que perdieron, pero quedaron bien posicionados para la elección parlamentaria, y luego casi equilibrado por el enorme  diferencial de fuerza electoral que tienen Kast y Kaiser juntos en relación a Matthei, considerando la relevancia que tiene esto a la hora de votar parlamentarios hoy día, particularmente para los nuevos votantes, que no son parte de las clientelas tradicionales de los incumbentes.

5. Después de esta elección desaparecerán legalmente todos los partidos de izquierda extragubernamental. No eligieron parlamentarios ni cumplieron el requisito de votación. Tampoco sobrevivirá legalmente el Partido Liberal, y muy probablemente tampoco el Partido Social Cristiano, que ya había fracasado bajo otro nombre en 2021. El Partido Radical y Demócratas también podrían desaparecer, aunque tienen opción de elegir los 4 parlamentarios que exige la ley para existir.

Amarillos decidió poner fin a su existencia legal en una decisión incongruente e incomprensible de apoyar a Matthei en la elección presidencial pero presentando lista propia en completa soledad, de manera que presumiblemente elegirán un solo diputado, y en el mejor de los casos un segundo, por lo que dejarán de tener existencia legal en marzo de 2026.

Acción Humanista, con solo dos diputados y lejos del 5% perderá también su condición de partido legal. La Federación Regionalista Verde Social puede elegir 4 diputados y superar el 5% de los votos. También el Partido Nacional Libertario tiene buena opción de refrendar su existencia legal con una votación superior al 5%.

6. Se puede anticipar un cierto equilibrio en la coalición de gobierno, luego de los anuncios posteriores a la primaria oficialista del supuestamente previsible descalabro electoral del socialismo democrático. En términos de escaños, el FA sigue siendo la primera fuerza oficialista y junto al PC suma 25 escaños, pero PS-PPD-DC-PR-PL elegiría 34 y en términos de votos la relación es de 11,3% para los primeros y 18,3% para lo que se ha dado en llamar socialismo democrático. Permanece abierta la manera en que se reestructurarán las alianzas y las convergencias políticas en el progresismo en el periodo que viene.

7. Aunque resultará electo un solo independiente fuera de pacto, llama la atención que la buena parte de los partidos presenta hoy en calidad de independiente a parte no despreciable de sus elencos, lo que puede deparar sorpresas futuras en materia de alineación política una vez electos. 71 de las 120 candidaturas del Frevs son independientes que pactaron con el partido, lo mismo que 12 de las 26 del PPD, 9 de las 20 Radicales, 14 de las 35 de Evopoli e incluso 20 de las 58 de la UDI, partido otrora entre los más sólidos del sistema político chileno.

8. Republicanos, de la mano de Kast, se convertirá sin duda en el primer partido de la Cámara de Diputados, obteniendo un número similar al de RN y la UDI juntos, partidos que le seguirán en tamaño. Sin embargo, si los tres partidos de Chile Vamos conformaran una gran formación política de centroderecha, ésta se convertiría en la fuerza principal del sistema político chileno.

En el campo de la izquierda el Frente Amplio se consolida como el principal partido, aunque experimenta un retroceso respecto de 2021. Le sigue en tamaño el Partido Socialista, aunque si convergiera con el PPD en una sola bancada, lo superaría y se convertiría en la segunda más grande de la Cámara detrás de Republicanos.  Quizás sea la hora de abandonar la fragmentación en todos los sectores y converger en grandes formaciones políticas que representen a las grandes corrientes de la sociedad y recuperen incidencia en el curso de los acontecimientos.

9. Es cierto que por primera vez en la historia contemporánea habrá mayoría de derecha en ambas cámaras, incluso si consideramos solamente a los partidos de Chile Vamos y a la autodenominada nueva derecha. Estarán muy lejos, sin embargo, del quórum requerido para modificar leyes orgánicas, pero sí lo tendrán para leyes de quórum calificado, es decir, mayoría de los miembros en ejercicio de la Cámara y del Senado.

Se debe considerar, sí, que toda mayoría parlamentaria -lo dice la experiencia desde Bachelet 2 en adelante- es inicial y teórica, el Ejecutivo debe bordar para materializarla detrás de cada iniciativa legal y política y con mucha frecuencia, debe cruzar a la otra vereda para conseguir apoyos que en la propia le son esquivos. (Ex Ante)

Pepe Auth