En los últimos días, el Ministerio de Salud ha vivido un ambiente de tensión y caos interno debido a problemas de gestión que culminaron con la renuncia de Nicolás Fernández, jefe del Departamento de Gestión y Desarrollo de Personas. Su salida se produjo tras detectarse irregularidades en la gestión de los sueldos de algunos funcionarios.
Una auditoría interna reveló serios problemas financieros, que incluyen un déficit millonario atribuible a decisiones tomadas durante la pandemia, como la contratación bajo códigos de trabajo especiales que mantuvieron fuero a muchos empleados, y aumentos de grado otorgados sin financiamiento suficiente a varios funcionarios.
Patricia Rojas, jefa de la División de Finanzas y Administración Interna y cercana a la ministra, ha sido señalada por problemas de gestión en administración de personal y financiamiento. La subsecretaria de Salud Pública, Andrea Albagli, solicitó la auditoría y promovió una investigación sumaria, aunque estas medidas habrían encontrado resistencia en la ministra, generando tensiones visibles entre ambas autoridades.
El informe de la auditoría fue calificado como explosivo, pues evidenció la falta de control sobre la cantidad exacta de trabajadores contratados y sus costos, con un déficit estimado de hasta 9 mil millones de pesos. Se mencionan incluso aumentos de grado para “amigos” por un monto cercano a mil millones.
Pese a la renuncia de Fernández, este no abandonará la cartera, sino que se incorporará a la División Jurídica para continuar en la institución. Mientras tanto, la Contraloría está fiscalizando la situación financiera del Ministerio, que incluirá este problema en su informe.
Este conflicto sucede en un contexto complejo, con negociaciones del presupuesto 2026 y llamados del presidente Gabriel Boric a la austeridad, limitando nuevos gastos y contrataciones para contener el déficit fiscal.
Desde la subsecretaría de Salud Pública califican el cambio como parte de los procesos habituales de cierre anual y reiteran que la auditoría solicitada está en curso. Reconocen además una fuerte presión presupuestaria y el uso de medidas de austeridad y eficiencia similares a las del resto del sector público. (NP-Perplexity-SoyChile-Cooperativa-Minsal)



