El alcalde de Santiago, Mario Desbordes, intensificó sus críticas hacia el Presidente Gabriel Boric tras el tenso ambiente vivido en la inauguración de las fondas del Parque O’Higgins, un día después de que el Mandatario iniciara oficialmente las Fiestas Patrias en La Pampilla, Coquimbo. Desbordes calificó la decisión presidencial de trasladar el acto inaugural fuera de Santiago como un «gustito personal» y un error que demuestra una falta de «actitud de Estado».
DESCENTRALIZACIÓN Y PARQUE O’HIGGINS
Tradicionalmente, la apertura de las Fiestas Patrias se realiza en el Parque O’Higgins, en Santiago, donde las fondas se han celebrado por casi 200 años. El Presidente Boric, sin embargo, participó el lunes en la inauguración de La Pampilla en Coquimbo, argumentando que «las Fiestas Patrias en Chile se abren desde La Pampilla», un gesto que buscaba la descentralización.
Desbordes insistió en su molestia, señalando que el acto en Coquimbo es «inédito en la historia», sin encontrar precedentes en administraciones anteriores. El jefe comunal defendió que la inauguración en Santiago no es un tema de centralismo, sino de relevancia histórica, siendo el lugar de la Primera Junta de Gobierno. Subrayó que «el Presidente, en los dos o tres años anteriores, cuando estaba Irací Hassler, no dudó en inaugurar la semana de Fiestas Patrias en Santiago», sugiriendo que el cambio se debió a que ahora hay un alcalde de oposición en la comuna.
TENSIÓN EN INAUGURACIÓN
La controversia marcó la antesala de la inauguración de las fondas en el Parque O’Higgins. Desbordes detalló que durante el evento, la Presidencia solicitó más de cien entradas adicionales, y un grupo que acompañaba al Mandatario comenzó a gritar por una candidata del sector oficialista, generando una reacción del público y un «tema de barras».
Pese a la tensión, el alcalde ajustó su discurso para pedir que «no hubiera pifias, que nos respetáramos entre todos». Aunque se especulaba que su intervención sería «dura», Desbordes afirmó que su intención era «estar a la altura de los cargos» y evitar «gustitos personales» en un momento en que el país requiere unidad. No obstante, en su discurso sí buscó «dejar sobre la mesa ciertos puntos», como el restablecimiento del orden y el cumplimiento de la ley.
Desbordes concluyó que el Presidente «se equivocó» con su decisión sobre La Pampilla, actuando «más el militante que el Jefe de Estado», y recordó que las autoridades públicas tienen «más restricciones que el ciudadano común» para hacer lo que desean. (NP-Gemini-Emol)
