Con el propósito de intentar reflotar su alicaída campaña presidencial, el Presidente Boric ha puesto urgencia a la tramitación del proyecto que busca levantar el secreto bancario a todos los ciudadanos para, según dice, perseguir al crimen organizado.
Lo que el Presidente Boric omite decir es que esa facultad ya existe y se aplica cotidianamente si es previamente autorizada por un juez, como corresponde a un país civilizado. Entregar el conocimiento de las cuentas corrientes de los ciudadanos, en su inmensa mayoría personas honradas que declaran sus ingresos y pagan sus impuestos, mediante la sola decisión de un funcionario público, es un despropósito que solo busca el control extremo de la vida privada de las personas. Es una práctica absolutamente inaceptable.
Todos estamos de acuerdo en perseguir la ruta del dinero de terroristas, criminales y contrabandistas que estén siendo investigados por conductas ilícitas, pero hoy ello se puede hacer en horas, con una autorización judicial expedita y eficaz.
Los autores de la iniciativa pueden perfeccionar la tramitación y plazo de otorgamiento de esa autorización judicial, pero perseguir a los ciudadanos a los cuales no se les está investigando por ningún delito es absolutamente inaceptable. (El Mercurio Cartas)
Julio Dittborn C.



