Miramos, pero no vemos el mundo rural-Pilar Lizana

Miramos, pero no vemos el mundo rural-Pilar Lizana

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Esta semana se realizó el seminario Alianzas por la Seguridad Rural: «Claves para la Paz y el Desarrollo Territorial» organizado por la Asociación de Municipios Rurales. La instancia, más allá de reunir a las policías, al Ejecutivo, los alcaldes y los privados, evidenció una realidad de la que sólo se levantan alertas cuando ocurre algún delito violento en una comuna rural, pero que debiese preocupar tanto a las autoridades salientes como a las que llegarán el próximo año.

Los datos evidencian el avance de una criminalidad compleja a lo largo de zonas donde las capacidades institucionales se encuentran debilitadas. Mientras en la gran mayoría de las comunas de la macrozona centro (regiones de Valparaíso, Metropolitana y O’Higgins) los delitos asociados a delincuencia común muestran cifras optimistas, el 44% del territorio, es decir, 34 de las 76 comunas evidencian aumentos de más del 100% en los delitos asociados a armas entre 2018 y 2024. En materia de drogas, la región de Valparaíso aumenta un 136% los decomisos en ese mismo período y Mostazal muestra un incremento de 800% en los delitos asociados a drogas.

Los territorios rurales están siendo testigos de un cambio cualitativo en materia de seguridad, se encuentran transitando desde la delincuencia común a la criminalidad compleja de manera acelerada en un contexto, donde las capacidades institucionales no se ponen al día con la misma rapidez.

Alcaldes de diversas comunas alertan sobre aquello mientras que, los privados levantan banderas rojas en materia de empleo y productividad. La inseguridad se ha transformado en un obstáculo para el desarrollo el que es aún más evidente en la ruralidad.

Las oportunidades de negocio ilícito entorno al contrabando de insumos agroquímicos, al robo de cables de cobre y combustible están transformando la cara de la ruralidad. Mafias locales organizadas, con extenso conocimiento de la zona y un sistema de inteligencia territorial criminal están desafiando a los municipios y las comunidades. El gran ausente, un sistema de gobernanza de seguridad para el mundo rural.

La experiencia de Colombia y Reino Unido muestra que los sectores rurales requieren con urgencia del diseño de una estrategia de seguridad basada en sus características y contexto particular, de otra manera los planes y acciones serán insuficientes.

Se necesita del diseño de una gobernanza rural que permita articular una respuesta que integre a la comunidad, los privados, los municipios y la institucionalidad nacional, que se articule en capas y a través de una red. Abordar cada aspecto del desafío de seguridad resulta fundamental.

Más del 80% del país es considerado como rural o mixto, allí se encuentran sectores productivos fundamentales para la Imagen País y, ese territorio representa la reserva de nuestras tradiciones. La chilenidad se vive en la ruralidad, no en las ciudades. Entenderla y protegerla aparecer como misión fundamental para fortalecer nuestra identidad nacional y asegurar las condiciones necesarias para el crecimiento de Chile. (El Líbero)

Pilar Lizana