La decaída DC post-cónclave

La decaída DC post-cónclave

Compartir

El lunes, cuando terminó el cónclave de la Nueva Mayoría, varios parlamentarios de la DC abandonaron el estadio El Llano, en San Miguel, con semblante serio y evitando hacer declaraciones. Algunos -como el senador Ignacio Walker- ni siquiera aplaudieron adentro, cuando la jornada culminó con un discurso de cierre de la Presidenta Bachelet.

“Fue como retrotraerse a enero, antes de Caval, antes de la crisis… Cuando celebrábamos el cierre de un buen año legislativo”, comenta un legislador de ese partido. Precisamente eso es lo que les molestó: la falta de autocrítica en las palabras de Bachelet, la escasa -casi nula- presencia de los conceptos “gradualidad” y “priorización” en los resultados del encuentro y, sobre todo, la ausencia del factor económico en el debate.

“Me preocupa no haber apreciado sentido de urgencia en materia de recuperación económica, especialmente cuando las proyecciones de crecimiento instalan una señal de alerta inquietante”, comentó uno de los vicepresidentes de la colectividad Sergio Espejo.

Para un sector de la DC, el cónclave se tradujo en diluir el mensaje con que los ministros Rodrigo Valdés (Hacienda) y Jorge Burgos (Interior) habían tratado de construir el “segundo tiempo” del gobierno, focalizado en la recuperación de la confianza de la ciudadanía y de los agentes económicos.

“Lo que hizo la Presidenta con el cambio de gabinete fue fortalecer la conducción política y la económica, y una de las señales alentadoras es la perfecta sintonía entre los ministros  Burgos y Valdés, pero eso no se vio reflejado en esta reunión, porque sencillamente Valdés no tuvo la oportunidad de exponer”, dijo Ignacio Walker.

Algo que acentuó esa percepción fueron dos afirmaciones que -comentan- realizó la Presidenta. La primera, cuando apuntó a sus ministros y dijo que si bien existían diferencias y matices en el equipo, las decisiones finalmente las adoptaba ella. La segunda, cuando dijo que algunos querían ir “paso a paso”, pero que “una amiga” le había comentado que “paso a paso se llega al país de Nunca Jamás”.

Para varios en la DC, con esto Bachelet se desmarcó del discurso instalado por su equipo político, aunque ella misma lo había acogido solo algunas semanas antes, en varias intervenciones públicas y en el consejo de gabinete del 10 de julio, remarcando la necesidad de reactivar la economía y advirtiendo que no se contaría con los recursos para sacar adelante la totalidad del programa. Algunos creen que el propio ministro Burgos -militante DC- también lo interpretó así.

En Palacio aseguran que previo al cónclave oficialista, el equipo político y la Presidenta se reunieron al menos en seis oportunidades, y en las dos últimas se realizó una revisión completa de las palabras que pronunciaría en el encuentro oficialista. Sin embargo, la inquietud se debería precisamente a la poca concordancia que hubo entre lo planteado por Bachelet en la reunión con los ministros y lo que dijo el lunes, que habría sorprendido a Valdés y al propio Burgos.

Sobre el discurso de Bachelet, Ignacio Walker opinó que “habló con franqueza,  con verdad -con su verdad-, y a nadie le puede caber ninguna duda de lo que la Presidenta piensa después de haberla escuchado. Ella está firmemente convencida de un programa de gobierno que quiere llevar a su plena conclusión. Y eso es respetable. Lo que ocurre es que había una cierta expectativa de que esto iba a marcar un cierto punto de inflexión, de definir un libreto y un relato para este segundo tiempo, y la verdad es que en esta reunión no hubo mucha explicitación de los límites, de las restricciones que enfrentamos desde el punto de vista fiscal y presupuestario”.

En la DC creen que el “gran ganador” del encuentro fue el Partido Comunista, que salió del cónclave sacando cuentas alegres, sobre todo, por las definiciones laborales y educacionales.

En el PC también lo perciben así. “Nosotros temíamos que se renunciara al camino de las reformas, porque algunos decían que poco menos que estábamos en crisis económica, pero eso no sucedió”, comentó el presidente del partido, Guillermo Teillier, el lunes por la noche. Y ayer lo confirmó: “Salimos fortalecidos en nuestras posiciones, porque dijimos claramente que nuestra postura era el fortalecimiento del programa”.

La ausencia del factor económico también fue cuestionada ayer por los ex ministros de Hacienda Andrés Velasco y Felipe Larraín.

Dejar una respuesta