A un año y medio del incendio forestal que arrasó con el 97,2% de sus 378 hectáreas y cobró la vida de cuatro personas, el Jardín Botánico Nacional de Viña del Mar reabre sus puertas con renovada infraestructura y un renovado compromiso con la conservación y la educación ambiental.
Gracias a una alianza público-privada entre el Ministerio de Agricultura, el Consejo Minero, Desafío Levantemos Chile y la Universidad Andrés Bello (UNAB), el emblemático parque presenta hoy un nuevo Centro de Visitantes, cuatro módulos operativos, un laboratorio y un centro de conservación de especies nativas. Estas instalaciones están orientadas a recibir a vecinos, escolares y turistas, y se consolidan como el corazón del proyecto de recuperación.
RECONSTRUCCIÓN Y RESCILIENCIA
El proceso de reconstrucción comenzó entre junio y septiembre de 2024, con la habilitación de viviendas para cuidadores, la restauración de un antiguo laboratorio, la construcción de la cafetería Casa del Jardín, una glorieta, un canopy y la implementación de un moderno sistema de riego y vivero. Todas las obras fueron finalizadas durante el mismo año, culminando este mes con la entrega oficial del Centro de Visitantes, diseñado por la UNAB.
Aunque el parque vuelve a recibir visitantes, la restauración total de su ecosistema tomará al menos cuatro años, según estimaciones del Ministerio de Agricultura y la administración del recinto. La reintroducción de especies como quillay, boldo y colliguay, junto con la regeneración de ejemplares sobrevivientes como el toromiro y plantas de Juan Fernández, marcan el inicio de un proceso de recuperación ecológica de largo aliento.
COLABORACIÓN Y COMPROMISO
El director del jardín, Alejandro Peirano, destacó el rol clave de Desafío Levantemos Chile en la articulación de esfuerzos: “Transformaron el caos en una oportunidad para reconstruir. Sin su gestión, no estaríamos abriendo el jardín en estas condiciones”.
La comunidad académica también ha sido protagonista. La UNAB no solo diseñó el nuevo centro, sino que movilizó a estudiantes y académicos en tareas de investigación, restauración y voluntariado.
NUEVO CAPÍTULO
El subsecretario de Agricultura, Alan Espinoza Ortiz, subrayó que la reconstrucción no se limitó a reponer lo perdido: “Estas obras devuelven a la comunidad un espacio emblemático, dotado de infraestructura moderna para la conservación de especies, la investigación científica y la gestión sustentable del recurso hídrico”.
Con una mirada optimista, Peirano concluye: “Seguimos plantando, creciendo y sumando personas que se entusiasman con la naturaleza. Este renacer nos permite avanzar hacia la autosustentabilidad y ampliar esta unidad de 400 hectáreas. Lo logrado en este año es esperanzador: el jardín vuelve a florecer”. (NP-Copilot-La Tercera)



