Un distinguido profesor de la universidad sostenía que el gran déficit de la educación chilena es que no se enseña lógica, lo que permite que cualquier persona sostenga argumentos inconsistentes sin que a nadie le llame la atención ni los contradiga.
Esta semana la candidata del Gobierno sostuvo que su programa no contenía la nacionalización del cobre y acusó a quien lo sostenía de propalar mentiras. Demostrado que era ella quien no estaba diciendo la verdad, se limitó a decir que solo había sido “un error”. Lo grave es que no especificó ni aclaró cuál era el error, de entre las muchas posibilidades que pueden extraerse de sus dichos:
1. No había leído su propio programa presidencial.
2. Lo había leído, pero lo encontraba erróneo, dado que ahora enfrentaba otra elección.
3. El programa lo hizo el Partido Comunista y, aunque ella no estaba de acuerdo, lo aceptó y encuentra un error no haberlo hecho presente.
En este último caso, debería ser el Partido Comunista, como eje y líder principal de la coalición que respalda su candidatura, el que debería declarar explícitamente que ya no cree en lo que creía hasta hace algunas semanas. El periodismo tiene una importante tarea para que doña Jeannette Jara aclare cuál de estas opciones ella califica de “error”. (El Mercurio Cartas)
Julio Dittborn C.



