El mercado tenía internalizado que el Banco Central redujera la Tasa de Política Monetaria (TPM) en 25 puntos base y así fue. De manera unánime, el consejo del ente rector realizó su primera baja de este año y dejó la tasa de interés en 4,75%.
“De concretarse el escenario central del Ipom de junio, en los próximos trimestres la TPM irá aproximándose a su rango de valores neutrales”, señala el Central.
Asimismo, pone énfasis en que “el consejo evaluará los próximos movimientos de la TPM teniendo presente la evolución del escenario macroeconómico y sus implicancias para la convergencia inflacionaria”.
Y reafirma su compromiso de conducir la política monetaria “con flexibilidad, de manera que la inflación proyectada se ubique en 3% en el horizonte de dos años”.
A nivel interno, la actividad ha evolucionado en línea con lo proyectado en el Ipom de junio, resalta el BC en su comunicado. Y ahí menciona la cifra de Imacec de mayo que creció 2,4% anual y cayó 0,2% mes a mes en su serie desestacionalizada. “Esta cifra siguió evidenciando una reversión de algunos de los factores de oferta que dieron impulso a la economía a inicios de año”.

Por el lado de la demanda, apunta que los “indicadores de alta frecuencia muestran que el consumo privado y la formación bruta de capital han continuado creciendo en los últimos meses, la última vía el impulso de los grandes proyectos de inversión”.
No obstante, la luz de alerta la levanta para hablar del mercado laboral que “da cuenta de una lenta creación de empleo y un incremento de la tasa de desocupación, en un escenario donde se ha mantenido un elevado crecimiento de los salarios”.
En junio, la inflación total se ubicó por debajo de lo anticipado en el último Ipom. En dicho mes, el IPC tuvo una variación mensual negativa de -0,4%, reduciendo su incremento anual a 4,1%. “La caída mensual se concentró en el componente volátil de la canasta, principalmente en alimentos y algunos bienes”, resalta. De hecho, dice que “la inflación subyacente, que excluye los precios volátiles, tuvo una variación mensual nula con un incremento anual que se ubicó en 3,8%.
También resalta que “las expectativas inflacionarias a dos años plazo provenientes tanto de la Encuesta de Expectativas Económicas (EEE) como de la Encuesta de Operadores Financieros (EOF) se ubican en 3%”.
A NIVEL EXTERNO
Para el Banco Central, el panorama internacional sigue marcado por la incertidumbre asociada a la evolución de las tensiones comerciales y sus efectos en la economía global, en un contexto en que se puso término al conflicto entre Irán e Israel, pero persisten tensiones bélicas.
Asimismo, menciona que, en las semanas más recientes, el gobierno de Estados Unidos ha alcanzado marcos de acuerdos arancelarios con algunas economías.
Paralelamente, resalta el hecho que EE. UU ha anunciado nuevos aranceles a países y sectores, destacando los anuncios respecto de Brasil y el cobre. “Con esto, el nivel de aranceles promedio de Estados Unidos sería mayor al estimado con la información disponible al cierre del Ipom de junio”, puntualiza.
Sobre los mercados financieros internacionales, el Banco Central sostiene que han reaccionado de forma acotada ante esta sucesión de anuncios. “En Estados Unidos, las tasas de largo plazo se mantienen en niveles elevados y el dólar sigue depreciado. En las economías emergentes, las tasas de interés de corto y largo plazo muestran movimientos mixtos”.
En cuanto al precio del cobre en la Bolsa de Metales de Londres (BML) destaca que “no ha registrado variaciones significativas desde la reunión anterior, en contraste con el importante aumento en el precio de la Bolsa Mercantil de Nueva York (Comex)”.
Por su parte, el precio del petróleo se redujo tras el citado término de las tensiones bélicas entre Irán e Israel.

EFECTOS DE LA GUERRA COMERCIAL
En el análisis del BC también estuvo presente el hecho de que si la guerra comercial está teniendo efectos en la economía real. “En el plano real, los datos conocidos hasta ahora no dan cuenta de que las medidas arancelarias estén generando impactos negativos significativos sobre la economía estadounidense, aunque las expectativas de mercado siguen anticipando una moderación de la actividad en el futuro”, afirman
No obstante, acotan que “la inflación en ese país muestra aumentos en aquellos componentes expuestos a los cambios arancelarios, en un escenario donde se suman crecientes riesgos inflacionarios al alza”. (Pulso)



