El alcalde de Santiago, Mario Desbordes (RN) se refirió esta jornada al desalojo de seis establecimientos educacionales de la comuna y a los disturbios que realizaron estudiantes en el frontis de la Municipalidad de Santiago, calificando a los involucrados como «sicarios de la educación pública».
En entrevista con Meganoticias, el jefe comunal sostuvo que «ya sabemos quiénes son algunos de los overoles blancos». «Han sido detenidos en las últimas semanas en manifestaciones violentas donde han estado lanzando molotov: están identificados al menos cinco de ellos», añadió.
En torno al desalojo y los disturbios en los cercanías del municipio, Desbordes dijo que se trabaja con comunidades educativas para «ir tratando de aislar estos grupos» involucrados en los incidentes y que «estoy lleno de reclamos» de apoderados que alegan por la violencia en los recintos educativos.
«Nosotros tenemos más de 40 mil alumnos en la comuna, que hayan marchado, 300 o 400, demuestra que son una minoría», planteó.
El alcalde afirmó que «estos jóvenes están capturados por ideologías extremas y lamentablemente han destruido la educación pública», añadiendo que la matrícula del Liceo de Aplicación cayó en un 50% en los últimos años: «Estos cabros son los verdaderos sicarios de la educación pública, la están matando con sus acciones».
INBA
Consultado sobre diligencias para determinar las identidades de los overoles blancos, Desbordes aseveró que en el caso del INBA «la Fiscalía ha avanzado mucho y ha logrado pillar la hebra, hasta donde yo entiendo, de qué había detrás ahí».
Informó que «hay gente que son apoderados hace 20 años de distintos alumnos, todos involucrados en situaciones similares. Estos apoderados, todos con un historial de esta rebeldía revolucionaria». Además, afirmó que estos apoderados «no tienen ningún parentesco» con el alumno representado.
LEY DE DONACIONES PARA SEGURIDAD
El alcalde de Santiago, Mario Desbordes (RN), propuso modificar la Ley de Donaciones para permitir que las empresas puedan aportar directamente a iniciativas de seguridad municipal, al igual que ocurre con áreas como la cultura, el deporte o la salud.
La propuesta fue presentada durante su intervención en el panel «Ciudades Seguras y Resilientes: Regeneración de comunidades y espacios públicos seguros».
Desbordes hizo un llamado a enfrentar la crisis de seguridad con el mismo nivel de urgencia y recursos que se desplegaron durante la pandemia. «En la emergencia sanitaria se gastó lo que había que gastar, y después se sacaron las cuentas. En seguridad hay que hacer lo mismo. Esto no puede seguir enfrentándose con parches», afirmó.
Además, el jefe comunal detalló la estrategia que impulsa su municipio para recuperar espacios públicos deteriorados mediante intervenciones urbanas combinadas con sistemas tecnológicos de última generación, como cámaras con inteligencia artificial conectadas a centros de monitoreo municipal. «Las cámaras no están para decorar. Tienen tres funciones principales: disuadir, alertar y entregar evidencia. Pero si no hay capacidad de respuesta, pueden incluso generar frustración. La gente dice: ‘¿Para qué tienen cámaras si llegaron dos horas después?'», señaló.
En ese sentido, explicó que las nuevas tecnologías permiten anticiparse a delitos mediante la detección de patrones anómalos. «Una cámara puede avisarnos que un mismo vehículo ha pasado cuatro veces por la misma calle. Eso permite anticipar delitos antes de que ocurran. Esa es la diferencia entre mirar y actuar», dijo.
Asimismo, subrayó que el uso de tecnología debe estar integrado en una estrategia de seguridad más amplia, que considere orden urbano, participación vecinal y gestión sostenida del espacio público.
Sostuvo que «la pregunta no es solo cómo limpio hoy, sino cómo evito que mañana vuelva a instalarse el desorden. Un ambiente sucio, mal iluminado, con comercio ilegal, promueve el delito. En cambio, un espacio limpio y ordenado genera otra conducta. La misma persona se comporta distinto dependiendo del entorno».
Finalmente, Desbordes enfatizó que la seguridad es una condición habilitante para el desarrollo social y económico, por lo que debe ser parte central del concepto de ciudad inteligente. «Podemos tener sensores, plataformas digitales, iluminación eficiente, todo eso es fundamental, pero nada de eso sirve si el lugar no es seguro, porque no hay libertad sin seguridad», concluyó. (Emol)



