Para Carlos Ominami el estancamiento de la economía chilena se debería “al agotamiento del desarrollo exportador chileno”, aunque lo vincula a la falta de un ministerio que se preocupe del desarrollo productivo y que “esté en el centro de la conducción económica”.
¿Se requiere un nuevo organismo estatal —cuya discusión tomaría años en el sistema político— para elevar la producción de la salmonicultura, la minería o la industria forestal, para nombrar a los sectores que podrían sumar exportaciones adicionales por miles de millones de dólares anuales si la permisología lo permitiera ahora mismo?
Mientras un país europeo como Noruega se propone duplicar la producción de salmones en diez años, y la industria forestal nacional crece fuera de Chile —al tiempo que dos millones de hectáreas permanecen improductivas para elevar las exportaciones de esa industria—, aquí se imponen las consignas “antiextractivistas” y la acción paralizante de una frondosa permisología. Así nos está yendo. (El Mercurio Cartas)
Claudio Hohmann
