La inseguridad y violencia campean en el mundo rural. Ahora fue el turno de un reconocido y querido matrimonio de Graneros, quienes fueron asesinados a mansalva en su domicilio.
Ante la incapacidad del Estado para garantizar la seguridad, la lenta respuesta de las autoridades competentes y la impunidad de los delincuentes, el mundo rural reclama por apoyo y soluciones reales.
Mientras la seguridad siga siendo un campo de batalla para la pequeña disputa política, el miedo e incertidumbre terminará apoderándose del campo chileno. De ahí a la autotutela solo hay un paso. (El Mercurio Cartas)
Francisco Orrego Bauzá
