Este viernes, la empresa Arauco anunció que suspenderá de manera indefinida las operaciones del aserradero El Colorado ubicado en Curanilahue, región del Bío Bío.
Lo anterior, según precisaron desde la firma, se da “tras la reducción de un turno anunciada en abril pasado”.
Por medio de un comunicado, la firma informó que la determinación se debe -entre otras razones- al “aumento de las dificultades asociadas a la operación, que han generado un problema estructural de competitividad”.
Asimismo, acotaron que los retornos de las operaciones ya mencionadas “se han tornado negativos, pues vendemos a mercados de bajo valor agregado, enfrentamos dificultades de abastecimiento y una serie de extra costos”.
A ello, sumaron lo que definieron como “crecientes dificultades logísticas (ferroviarias, terrestres y portuarias)”.
En el mismo texto, tras anunciar Arauco la suspensión de operaciones del aserradero El Colorado, expresaron que “usurpaciones de terrenos, tomas, robo de madera e incendios de años anteriores y el contexto de violencia que sigue afectando a la Provincia” han alterado la cadena de abastecimiento de materias primas correspondientes a rollizos.
En ese sentido, se precisó que la medida anunciada esta jornada conllevará el despido de 78 trabajadores directos, quienes ya fueron informados por parte de Arauco.
CPC LAMENTA CIERRE: MUESTRA CRISIS DE LA REGIÓN
La Cámara de la Producción y del Comercio (CPC) del Biobío lamentó el cierre indefinido del aserradero El Colorado de la empresa Arauco, en la comuna de Curanilahue, que implicó la desvinculación de 78 trabajadores directos.
Al respecto, el presidente de la entidad, Álvaro Ananías, sostuvo que el hecho es «el resultado de la verdadera crisis por la que atraviesa la región del Biobío y de la que no hemos sido escuchados por parte del Gobierno».
En esa línea, recalcó que «desde el gremio seguimos sosteniendo que es imperativo cuidar y mantener a las empresas que le dan sustento a la región, entregando certezas al mundo privado para reactivar la inversión, como también respuestas efectivas ante la demanda por mayores condiciones de seguridad en el Biobío».
Además, sostuvo que «es importante para la industria forestal contar con certezas ya que es una actividad por esencia de largo plazo y que se ha visto afectada por la perjudicial conjugación de los últimos años: incendios intencionales, miles de hectáreas robadas, otras usurpadas e incluso con inseguridad de acceso».
«Esta situación se traduce -añadió- en superficies de plantaciones a la baja, poniendo en riesgo la disponibilidad de materia prima para la creciente demanda nacional y mundial, que ha significado el cierre de 50 aserraderos en el Biobío, y pérdidas anuales de miles de empleos».
Por último, agregó que «esto no le conviene al Biobío, porque si no se toman las medidas pertinentes y la aplicación de políticas públicas pro inversión, podría haber una afectación mayor a miles de trabajadores que son parte de la cadena productiva del Biobío».
Cabe destacar que la suspensión del aserradero de Arauco se debió -según destacó la compañía- al «aumento de las dificultades asociadas a la operación, que han generado un problema estructural de competitividad».
«Los retornos de las operaciones se han tornado negativos, pues vendemos a mercados de bajo valor agregado, enfrentamos dificultades de abastecimiento y una serie de extra costos, a los cuales ahora se han sumado crecientes dificultades logísticas (ferroviarias, terrestres y portuarias)», indicaron también desde Arauco. (Bio Bio-Emol)



