Con la llegada de sus nuevas variantes, previo al arribo de Gabriel Boric a La Moneda el próximo 11 de marzo, el Covid-19 amenaza la tradicional ceremonia del cambio de mando que se realiza en el Congreso Nacional.
Los contagios van en alza y según el Colegio Médico podrían volver las cuarentenas. Además, de acuerdo al Ministerio de Salud, la positividad en Valparaíso fue de 8,0%, superior incluso a la registrada en Santiago y en el resto del país.
El incremento de contagios también ha afectado recientemente al Senado, donde hay nueve casos confirmados (entre ellos, un senador), tres a la espera de los resultados de los PCR y 18 como contactos estrechos.
Considerando este panorama, de forma inédita, la comisión de Gobierno del Senado aprobó permitir al Presidente electo, Gabriel Boric, hacer de manera telemática el acto republicano del traspaso de la banda presidencial.
En la práctica, según consignó El Mercurio, se resolvió modificar la disposición trigésimo segunda de la Constitución, la que hasta ahora permite hacer telemáticas, hasta marzo de 2023, solo las sesiones de Congreso Pleno para las cuentas públicas de los presidentes de la República, del Senado y de la Cámara, pero no consideraba el Congreso Pleno para el cambio de mando entre Sebastián Piñera y Gabriel Boric.
La otra opción la deslizó el presidente de la comisión de Constitución del Senado, Pedro Araya (independiente), quien propuso el uso de los jardines del Congreso en Valparaíso, para cumplir con el aforo. Otra alternativa sugirió del vicepresidente de la Cámara, el diputado PPD Rodrigo González, para quien es valido efectuar la ceremonia en el sector del edificio que mira hacia Pedro Montt, con los invitados en la avenida y la testera ubicada delante de las tradicionales puertas de hierro (obra del escultor Félix Maruenda), situando al medio de los bustos de O’Higgins y Carrera al Presidente electo, Gabriel Boric.
A favor de la reforma, de acuerdo al matutino, votó el presidente de la comisión de Constitución, José Miguel Insulza (PS), junto con Luz Ebensperger (UDI), Loreto Carvajal (PPD) y Manuel José Ossandón.
EXTENSIÓN DE FUNCIONAMIENTO TELEMÁTICO EN EL CONGRESO
Junto con la opción de poder hacer telemática la sesión del Congreso Pleno para el traspaso de mando ante el alza de los contagios Covid-19, también se aprobó instalar la votación remota hasta marzo de 2023.
La Comisión de Gobierno definió que «esta modalidad regiría siempre y cuando, el parlamentario se encuentre contagiado por Covid; sea declarado contacto estrecho; o presente certificado médico que especifique problemas de salud o comorbilidad que signifiquen un riesgo para su salud.
La propuesta para la extensión del funcionamiento telemático del Congreso Nacional será analizada por la Sala del Senado en una próxima sesión ordinaria. Esto, luego de que la Comisión de Gobierno, Descentralización y Regionalización, acordara una fórmula que incluye dicha modalidad cuando exista alerta sanitaria, sumándose –cabe recordar- a lo establecido por la ley que se mantiene vigente, por cuarentenas y estado de excepción constitucional por calamidad pública.
Con todo, los legisladores precisaron que «la participación telemática de senadores y diputados, hasta marzo de 2023 y por alerta sanitaria, podrá ser efectiva declarada una alerta sanitaria y podrá participar y votar en forma telemática el parlamentario que se encuentre en alguna de las siguientes circunstancias:
- Haber arrojado positivo de COVID 19 en un test PCR;
- Haber sido declarado como contacto estrecho de un contagiado por COVID 19, y
- Presente un certificado médico que acredite explícitamente poseer una patología o comorbilidad en que el contagio de COVID 19 implique un grave riesgo para su salud».
Durante la sesión -presidida accidentalmente por el senador José Miguel Insulza- la senadora Luz Ebesperger dejó consignado que, si bien está de acuerdo con la propuesta, votará en contra, en el caso de la causal de la letra C.
Además, la modalidad podría regir para el Congreso Pleno, la Cuenta Pública del Presidente de la República y la Cuenta de los presidentes de ambas Cámaras.
COORDINACION DE EQUIPOS
En dicho marco, una serie de conversaciones ha sostenido el encargado de protocolo de Gabriel Boric, Roberto Estay, con la asesora del Presidente Sebastián Piñera, Magdalena Díaz, en La Moneda. El objetivo de esos intercambios ha sido coordinar el trabajo entre la administración actual y el gobierno entrante para la ceremonia del cambio de mando, el próximo 11 de marzo.
Los diálogos entre ambas partes se iniciaron luego de que Boric nombró al dirigente del Colegio Médico -y cercano a su exjefa de campaña Izkia Siches- como coordinador del proceso de traspaso. Tras su nominación, el doctor también se reunió con el encargado de protocolo del Senado, Guillermo Miranda.
Según conocedores de las conversaciones entre el equipo de Boric y el Ejecutivo -en las que también ha participado la administradora del equipo presidencial, Antonia Rozas-, los gobiernos entrante y saliente han abordado aspectos operativos y financieros.
Un punto clave que también se ha discutido son los escenarios posibles a raíz de la situación sanitaria. De hecho, el equipo presidencial también ha estado en contacto con el Ministerio de Salud para abordar medidas que podrían permitir mayores aforos para la ceremonia.
A las tratativas de cara al cambio de mando se sumaron la pareja del mandatario electo, Irina Karamanos (CS), y una de las coordinadoras del plan de gobierno, Lucía Dammert. Según explican en ese equipo, ambas dirigentas han tenido un rol operativo y han estado en constante coordinación con Estay. “Es una especie de comisión”, explican en el comando de calle Condell.
En estas semanas, Estay ha buscado asesorías para enfrentar el proceso de traspaso. En ese marco contactó al abogado y exsecretario ejecutivo de la Vicaría de la Solidaridad Javier Luis Egaña, histórico coordinador de los traspasos de mando de la ex Concertación y organizador de eventos emblemáticos como la visita del Papa Francisco y la Cumbre Iberoamericana, entre otras.
Bajo ese escenario, en el equipo de protocolo de la corporación transmiten que será muy complejo organizar el puzzle de invitados y autoridades si se trabaja con el aforo mínimo, que contempla un máximo de 50 personas en el salón de honor del Congreso Nacional en Valparaíso.
Esa cifra es la misma que se ha utilizado para la organización de las últimas dos cuentas públicas del Presidente Piñera. En este caso, considerando que por tradición el nuevo gobierno debe invitar a representantes de todos los países con que Chile tiene relaciones diplomáticas, además de las autoridades locales, en el Senado aseguran que varios podrían quedar fuera.
En la Cámara Alta sostienen que lo más probable es que deba realizarse una ceremonia con muchas restricciones sanitarias, lo que obligaría al mandatario electo a acotar su lista de invitados.
En el equipo de Boric están conscientes de esa situación y saben que es imposible tener una ceremonia con más de mil invitados, como ha ocurrido históricamente. De hecho, sobre ese tema han girado las conversaciones con el Ministerio de Salud, en las que también participa la jefa de división de Políticas Públicas Saludables, María Paz Grandón, y la tecnóloga médica Fabiola Pinochet.
“En términos médicos, como salubrista me siento muy tranquilo de que si controlamos el espacio y resguardamos todos los aspectos sanitarios, podemos darle seguridad a la gente. Nos vamos a atener siempre a lo que digan desde la autoridad sanitaria”, indica Estay.
Para eso, aseguran, están trabajando algunos criterios para la definición de los “invitados especiales” y otros actos culturales que sostengan esa misma jornada. Sobre el primer punto, en el equipo sostienen que si bien aún no existe una lista de personas, la idea es hacer gestos al mundo social, cultural y que permita un involucramiento de la ciudadanía.(El Mostrador El Mercurio La Tercera)
