La decisión de mantener el Instituto Nacional como un establecimiento exclusivo para el alumnado masculino es inaceptable para la gran mayoría de la población. Se trata de aceptar la mantención de un privilegio para unos pocos afortunados, marginando a todas las alumnas mujeres que tengan los mismos méritos académicos que sus pares masculinos. Un privilegio al que acceden gracias al financiamiento que aportamos todos los chilenos.
Que a un minúsculo grupo de personas que -como digo- se benefician del aporte de todos los chilenos se les permita decidir sobre un asunto que corresponde determinar como una política pública, violando además el principio de la igualdad de derechos de hombres y mujeres en nuestro país, es incomprensible e inaceptable. La democracia y la participación de los ciudadanos en decisiones como esta no se ejercen permitiendo a un grupo reducido que tome decisiones que en realidad atañen a todos los chilenos; son los órganos competentes del Estado, en representación de todos nosotros, los que deben decidir sobre estas materias, y permitir que un grupo mantenga privilegios que violan los derechos de parte de la ciudadanía está en el borde, a mi juicio, del abandono de la función pública. (El Mercurio Cartas)
Vivianne Blanlot Soza
Exministra de Estado, directora de empresas


