Yemen: los confusos frentes de una guerra civil de cuatro años

Yemen: los confusos frentes de una guerra civil de cuatro años

Compartir

El gobierno yemení acusa a los Emiratos Árabes Unidos a través de Twitter de haber ayudado con ataques aéreos contra Adén a la milicia del «Consejo de Transición del Sur», que lucha contra el presidente Mansur Hadi. Si se confirma, supondría la ruptura de hecho de la Coalición Militar Internacional liderada por Arabia Saudí en Yemen, que lleva cuatro años librando una guerra contra los insurgentes hutíes. ¿Quiénes son los actores en este conflicto?

LOS HUTÍES

Los hutíes provienen de la zona fronteriza montañosa del norte de Yemen junto a Arabia Saudí. Sus reivindicaciones se basan en que los imanes chiitas hutíes gobernaron el país durante siglos, hasta 1962, cuando Yemen se dividió en dos partes.

Tras la reunificación, los hutíes se vienen quejando de la creciente influencia de los fundamentalistas suníes, que los marginaban. Para enfrentarse a ellos con su propia milicia, las tribus de la región se aliaron en la milicia Ansaruallah, los «seguidores de Dios».

Iran Jemen (twitter/khamenei_ir)Líderes hutíes se reúnen con el Ayatolá Alí Jamenéi, líder político y religioso de Irán.

Al menos desde 2004, esta milicia está en conflicto armado con el ejército yemení. El entonces presidente Ali Abdallah Saleh llamó a los «terroristas» hutíes y los acusó de cooperar con Irán. Desde entonces, los hutíes han expandido enormemente su fuerza militar, sobre todo precisamente gracias a Irán, que les proporciona conocimientos técnicos y armas, incluidos potentes cohetes. Que ahora se dirigen cada vez más contra Arabia Saudí.

EL PRESIDENTE Y LA COALICIÓN INTERNACIONAL

Abed Rabbo Mansur Hadi salió victorioso de las elecciones presidenciales de 2012, si bien era el único candidato. En 2015, huyó de la capital, Saná, a Adén, justo antes de que los hutíes ocuparan el palacio presidencial. En marzo de ese año, partió hacia Arabia Saudí ante el avance de los hutíes, que amenazaba también a Adén. Un día después de su llegada, el gobierno saudí lanzó sus primeros bombardeos contra los hutíes. En Riad, los hutíes son vistos principalmente como una extensión de Irán, país que disputa a Arabia Saudía la hegemonía regional.

El conflicto en Yemen salpica ahora a la frontera saudí. Para evitarlo, Arabia Saudí estableció a principios de 2015 una coalición internacional de Estados, predominantemente árabes, para combatir a los hutíes. Inicialmente enviaron tropas al propio Yemen, pero con las primeras muertes decidieron dejar que mercenarios lucharan allí por ellos.

Erste Parlamentssitzung in Jemen seit vier Jahren (picture-alliance/dpa)El presidente Mansur en la primera sesión parlamentaria en Yemen desde hacía cuatro años (13 de abril de 2019).

La coalición dirige sus ataques principalmente desde el aire. No ha logrado ningún éxito notable hasta ahora. Es por eso que Estados Unidos está planeando abrir conversaciones directas con los hutíes, según un informe del Washington Post de fines de agosto. Mientras tanto, la Coalición Internacional muestra signos de desgaste: los Emiratos Árabes Unidos han retirado la mayoría de sus tropas de Yemen.

CONSEJO DE TRANSICIÓN DEL SUR

El STC (Consejo de Transición del Sur) incluye a los gobernadores de cinco provincias del sur y dos ministros del gobierno. Salió del Movimiento del Sur (Al hirak al-janoubi), que busca la independencia del Sur y, por lo tanto, un estado tal como existía hasta 1990, antes de la reunificación. En ese momento, Yemen estaba dividido en la «República Popular Democrática del Sur de Yemen», de orientación socialista, con vínculos con Moscú y Pekín, y la «República Árabe de Yemen» republicana, desgarrada durante años por una guerra civil interna.

El STC en sí fue creado en 2017 como resultado de rivalidades dentro de las filas del presidente Mansur Hadi. En los combates que siguieron, las milicias del consejo de transición conquistaron la ciudad de Adén. Desde entonces, el STC ha pedido un referéndum sobre la secesión del Sur, convirtiéndose en todo un desafío para el presidente Mansur Hadi, empeñado en preservar la unidad del país. Mientras tanto, el presidente es tan débil políticamente que necesita ayuda del Consejo de Transición.

Jemen Krieg STC-Kämpfer (Southern Transitional Council) in Aden (Getty Images/AFP/N. Hasan)Tropas del Consejo de Transición del Sur toman Adén, en agosto de este año.

EL PAPEL DE LAS TRIBUS

Yemen es tradicionalmente una tierra de tribus. Durante siglos, las grandes alianzas lograron convivir juntas de forma más o menos consensuada. Aunque las tribus todavía confían en la lealtad de sus miembros, no tanto como hace unas décadas. Según la experta en Yemen Helen Lackner, Ali Abdullah Salih, quien gobernó el país desde 1990 hasta 2012, no quería saber mucho sobre este orden tradicional. «En cambio, el régimen creó un sistema clientelista que permitió el surgimiento de individuos y familias a través de este nexo, independientemente de su posición en la estructura social prerrevolucionaria».

Así, el antiguo equilibrio social también ha perdido sus bases. Las tribus no solo tenían menos peso, sino que además habían dejado de ser tan previsibles. Las alianzas no eran sólidas, sino oportunistas y a medio plazo. Esto se aplica también al conflicto actual, lo que lo hace aún más difícil de resolver.

CONSECUENCIAS HUMANITARIAS DE LA GUERRA

Para la población civil, la guerra tiene consecuencias devastadoras. En la primavera de este año, varias organizaciones internacionales de ayuda publicaron un dramático llamamiento. La guerra de Yemen ha desencadenado la «peor crisis humanitaria de nuestro tiempo», decía. Alrededor de 24 millones de personas dependen de la ayuda en Yemen, según las organizaciones, alrededor del 80 por ciento de la población. A pesar de los esfuerzos de ayuda internacional, la escasez de alimentos va en aumento. Unos 14 millones de personas no tendrían acceso a la atención médica básica, según la organización de ayuda humanitaria alemana Welthungerhilfe.

En febrero, se prometieron un total de 2.600 millones de dólares en ayuda a Yemen en una conferencia de donantes de la ONU. De esta suma se ha recibido menos de la mitad. «Necesitamos el dinero prometido con urgencia, si no morirá mucha gente», dice Lise Grande, coordinadora de Ayuda de la ONU para Yemen. Si los programas de ayuda se vieran suspendidos, al menos dos millones y medio de niños hambrientos se verían afectados. (DW)

Dejar una respuesta