A principios de este año, los funcionarios más duros de la Casa Blanca alentaron al presidente Donald Trump a dejar de proporcionar visas a estudiante chinos, pero la propuesta se archivó por temores sobre su impacto económico y diplomático.
China constituye la mayor fuente de estudiantes internacionales en EEUU.
Sin embargo, los miembros de la administración de Trump han expresado su preocupación por el espionaje chino, incluidos los estudiantes e investigadores en las universidades locales.
«Hay un problema, pero hay que tener cuidado de no castigar a los culpables junto con los inocentes», dijo Michael Green, profesor de la Universidad de Georgetown que fue el principal asesor de la Casa Blanca en Asia en la administración de Bush. «La gran mayoría de los estudiantes chinos en EEUU se convierten en puentes, no en amenazas». (FT-DF)
