A través de una declaración pública, la oficina del Alto Representante de la Unión Europea para la Política Exterior, Josep Borrell, dio a conocer la preocupación que mantiene el organismo por los hechos de violencia que han ocurrido en el país en el marco de las protestas sociales que comenzaron el 18 de octubre pasado.
En el comunicado se indica que Borrell sostuvo una conversación telefónica con el canciller chileno, Teodoro Ribera, donde “ha expresado su preocupación por la respuesta desproporcionada de la policía y la violencia de ciertos grupos que participaban en las manifestaciones”.
Pese a esto, el jefe de la diplomacia europea reconoce las medidas que ya tomó el Ejecutivo -luego de que además distintas instancias internacionales emitieran informes denunciando violaciones a los derechos humanos- ante esta situación.
Ambas partes han acordado, agrega el escrito, “explorar las posibilidades para intercambiar las mejores prácticas de formación policial sobre acciones y protocolos para restablecer el orden público con pleno respeto a los derechos humanos”.
Por otra parte, Borrell y Ribera analizaron la situación en Venezuela y coincidieron en la “urgencia de lograr una solución política negociada entre las dos partes que lleve a la celebración de elecciones legislativas y presidenciales”.
