El secretario general de la UDI, Guillermo Ramírez, salió al paso a las declaraciones de la ex secretaria del partido, Lily Zuñiga, quien denunció métodos «matonescos» desde el gremialismo en su contra por reconocer boletas truchas de Jovino Novoa
En el programa «Primer Café» de Radio Cooperativa, Ramírez calificó como «raros» los dichos de la periodista y puso atención a la siguiente frase usada por la profesional: “Eran presiones directas. Entiendo que el señor secretario general actual, Guillermo Ramírez, se encargó casi de ser el vocero a los medios para avisar de que yo no trabajaba ni con el senador Pérez, ni con el no sé quién. Toda la maquinaria se fue contra mí. Fue terrible».
Al respecto, el militante UDI dijo: «He leído esa frase mil veces y no la entiendo muy bien. No sé de qué me está acusando, dice que yo era el vocero ante los medios. El secretario general de los partidos es el vocero ante los medios. Luego dice que ‘yo no trabajaba con Víctor Pérez’, yo nunca le he dicho a los medios si ella trabajaba o no con alguien porque eso no lo sé».
«Más allá de sus aciertos y sus errores ella fue una colaboradora en la UDI durante muchos años. Una persona que quería mucho al partido y que era muy querida en la UDI. Por eso uno lamenta este tipo de declaraciones tan llenas de rabia que ella dirige en contra del partido», apuntó Ramírez.
En esa línea, el secretario general de la UDI puso énfasis en que «ella (Lily Zuñiga) en su entrevista con El Dínamo cuenta cosas. Dice que un senador fue en un momento difícil y le lloró en su hombro. Eso no se hace, no es valentía, son cosas personales que no está bien transmitirlas en la prensa».
«Ella hace acusaciones a algunas personas, todas ellas dicen que éstas son falsas. Y eso es lo que hoy en día está en los tribunales. Es la palabra de ella contra otras personas a las que ellas acusa y serán los tribunales quien determinará quién dice la verdad», insistió.
SECRETO DE CONFESIÓN
Consultado por los «pactos de silencio» al interior de las Fuerzas Armadas y Carabineros respecto de violaciones a los derechos humanos durante la dictadura militar, el secretario general de la UDI recordó el «caso Matute Johns».
«En ese caso, después de muchos años de una búsqueda incesante de una persona que tenía información se acercó a un sacerdote y en confesión le dijo dónde estaban los restos del joven. Es bueno que la gente sepa que la ley protege el secreto de confesión de los sacerdotes», indicó.
Por tal razón, llamó a las todas personas que tengan información y que quisiera entregarla, sin salir en la palestra pública, que “se acerquen a un sacerdote para que podamos saber la verdad y seguir avanzando».
