El Presidente electo Donald Trump rompió décadas de política estadounidense este viernes al hablar con la Presidenta de Taiwán, Tsai Ing-wen, a riesgo de provocar una seria controversia con China.
«Durante la conversación, ellos mencionaron los estrechos lazos económicos, políticos y de seguridad» entre Taiwán y Estados Unidos, indicó el equipo de transición de Trump en una minuta del diálogo. «El Presidente electo Trump también congratuló a la presidenta Tsai por convertirse en Presidenta de Taiwán este año», agregó.
No quedó inmediatamente claro qué parte inició la conversación telefónica, una de las varias que Trump ha estado haciendo con líderes extranjeros desde su victoria electoral, ni si ella marca un cambio en la política.
China considera a Taiwán como parte de su propio territorio y aguarda una reunificación bajo el gobierno de Beijing, y cualquier movimiento de Estados Unidos que implique un apoyo a su independencia puede causar una grave ofensa.
Washington cortó relaciones diplomáticas con la isla en 1979 y reconoce a Beijing como el único gobierno de «Una China», aunque mantiene amistosos lazos no oficiales con Taipei. Pero Tsai ha rehusado aceptar el concepto de «Una China», llevando a Beijing a cortar todas las comunicaciones oficiales con el nuevo gobierno de la isla.
El gobierno del Partido Democrático Progresista de Tsai llegó al poder tras una abrumadora victoria electoral en enero frente al Kuomintang, que tenía lazos más amistosos con Beijing.
DETALLES DE LA LLAMADA
La Mandataria taiwanesa, Tsai Ing-wen, llamó ayer al Presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, en base a un «acuerdo preestablecido» entre ambos, afirmó hoy el portavoz de la Presidencia taiwanesa, Alex Huang, en rueda de prensa.
Huang subrayó que Taiwán da la misma importancia a sus lazos con Beijing y con Washington, después de que el Gobierno chino calificara de «pequeño truco» la llamada de Tsai.
«Para Taiwán, las buenas relaciones en el estrecho de Formosa y las buenas relaciones con Estados Unidos son igualmente importantes y muy útiles para la paz y estabilidad en la región», señaló Huang.
El fundador de la conservadora y estadounidense Fundación Heritage, Edwin Feulner, desempeñó un importante papel para que se produjese este contacto, el primero de alto nivel entre ambos países en casi 40 años, informa la agencia taiwanesa CNA, citando una fuente anónima.
En Taiwán, este gesto es considerado un éxito político para la Presidenta, en un momento en el que la mandataria se enfrenta a una caída de su popularidad y a las presiones de Beijing por su negativa a reconocer que la isla es parte de China.
El hecho de que Trump haya accedido a hablar con Tsai se interpreta como un éxito y un avance en los lazos bilaterales en muchos sectores, si bien otros piden cautela. De momento, el ministro de Asuntos Exteriores chino, Wang Yi, minimizó hoy el asunto al asegurar que la llamada era «un pequeño truco» de Taiwán que no alterará el respaldo de EE.UU. a su Ejecutivo.
No obstante, Wang Yi esperó que Washington no cambie su compromiso con el principio de «una sola China», por el que se aleja de las aspiraciones independentistas de Taiwán en favor de Beijing, ya que advirtió que esa «es la base» para el desarrollo de los lazos bilaterales. (Emol EFE)


