Suspenso en el triunfo de Biden y reelección de Trump-Hernán Felipe Errázuriz

Suspenso en el triunfo de Biden y reelección de Trump-Hernán Felipe Errázuriz

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La polarizada campaña presidencial de Estados Unidos entra en su etapa final. Resta apenas algo más de una semana para las elecciones.

Interesante resultó el debate televisivo del jueves pasado, más civilizado que el anterior, esta vez sin interrupciones entre los candidatos. La mayor contención de Trump, Biden más desenvuelto y con pocos tartamudeos, y el acceso a los micrófonos solo en los tiempos asignados a los participantes favorecieron el intercambio de divergentes posiciones y mutuas acusaciones.

Sondeos posteriores confirmaron que el debate no ha cambiado la cómoda ventaja de Biden, del orden de ocho puntos de cien, en el promedio nacional, y cercana a cuatro puntos, promedio, en los seis estados que se consideran campos de batalla decisivos de la elección. Biden ganaría en cinco de esos estados y los demócratas conseguirían el control del Senado, manteniendo su mayoría en la Cámara de Representantes.

Algunos analistas sostienen que la ligera moderación de Trump en el debate lo favorecería para captar indecisos y señalan un creciente aprecio por su conducción de la economía. Cerca de la mitad de los encuestados dicen estar mejor económicamente que antes de la llegada del Presidente. A la vez, la política exterior aislacionista y antidiplomática del mandatario no habría tenido el general rechazo que experimenta fuera de los EE.UU., en los medios de comunicación y en los círculos especializados. Se aplaude su firmeza frente a China e Irán, el retiro de tropas desplegadas en Afganistán y en el Medio Oriente, y la presión a Europa para que aumente su contribución a los gastos en su defensa. También favorece a Trump su activa presencia en la campaña, mientras Biden parece recluido en la ciudad de su domicilio.

La mayor debilidad del Presidente sigue siendo la gestión de la pandemia, excesos en el ejercicio de su cargo, falta de comprensión de las demandas de migrantes, minorías latinas y de color, y su rechazo al programa de salud del Presidente Obama, sin hacer una propuesta alternativa. Biden ha calificado esta elección como un pronunciamiento sobre el carácter, la integridad que debe exhibir el Presidente de Estados Unidos.

Significativa es la inquietud por la polarización de la campaña, posible demora y judicialización de sus resultados debido al elevado número de votos provisionales y por correo. Han sufragado sobre 50 millones de votantes, un tercio de los votos emitidos en la elección presidencial anterior, en una participación esperada de ciento cincuenta millones de electores. Asimismo, hay preocupación por los sobresaltos en la eventual transición al gobierno de Biden, si Trump fuera derrotado.

Republicanos y demócratas están aparentemente deseosos de terminar la campaña presidencial más ácida de los últimos tiempos, de incierto desenlace, que puede extenderse más allá de la fecha prevista, el martes 3 de noviembre. (El Mercurio)

Hernán Felipe Errázuriz

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