Startup chilena: fabricación robótica da nuevo valor agregado a la madera

Startup chilena: fabricación robótica da nuevo valor agregado a la madera

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Movidos por el interés de dar valor agregado a la madera, los arquitectos Jorge Christie y Daniel Ortiz y el ingeniero civil industrial Andrés Mitnik, crearon en 2018 Strong by form, startup que apunta a utilizar esta materia prima para fabricar piezas altamente resistentes y que acaba de ganar el Wood Startup Challenge 2019 de la Corporación Chilena de la Madera.

La firma desarrolló un proceso de fabricación digital a través de la creación de un software que entrega instrucciones para modelar la madera en función de la pieza final que se desee obtener, en términos de peso, tamaño y resistencia.

Andrés Mitnik, CEO y cofundador de Strong by Form, señala que el software transmite el diseño a un brazo robótico que toma chips de madera, los ordena, los mezcla con resina y luego los prensa para obtener la pieza final. “Estamos vendiendo palos y otros países cosas más sofisticadas. En Nueva Zelanda hay 150 empresas que generan valor agregado en madera, en Chile hay ocho”, afirma.

El proceso apunta a usar todo el árbol como madera estructural –actualmente se usa el 30%–, y busca reemplazar otros materiales como acero y hormigón para disminuir la cantidad de CO2.

Mitnik comenta que la tecnología se puede aplicar para construir, por ejemplo, lozas de edificios, piezas y carrocerías de autos. “La tecnología permite un proceso totalmente automatizado desde el diseño hasta la fabricación, podemos controlar la forma y la orientación de la fibra de la madera para lograr que resista y tenga el máximo rendimiento con el mínimo material”, explica el ejecutivo.

Actualmente la firma está trabajando con la constructora alemana Mueller Blaustein y con el fabricante de asientos SKA para desarrollar un soporte estructural para asientos de transporte público, ya que la regulación alemana no permite el uso de plástico por sus ingredientes tóxicos en caso de incendio.

Para concretar la construcción del asiento están en un proyecto con la Universidad Adolfo Ibáñez, la Universidad de Concepción y Fraunhofer Chile para investigar el proceso de fabricación. De cara a 2020, proyectan tener el diseño de una planta con un brazo robótico que sea capaz de elaborar el asiento.

El emprendedor comenta que el desarrollo de esta pieza apalancará el ingreso de la firma a la industria de la movilidad. “Planeamos empezar a reemplazar componentes de la carrocería, como el capot del auto o el maletero, que necesitan resistencia estructural, pero no son críticos en el auto”, dice el ejecutivo.

Además, buscan apuntar a la movilidad eléctrica y diseñar la carrocería completa de un auto urbano ya que al ser más liviano, explica Mitnik, la batería tiene más autonomía. Actualmente están en conversaciones con Audi, Volvo, Skoda y BMW para generar casos de uso en sus concept cars, dice el ejecutivo.

PLANTA ROBÓTICA

En paralelo al diseño del asiento, la firma está planificando la construcción de la planta que les permitirá fabricar el modelo. Para ello, están en conversaciones con compañías de la industria maderera para levantar capital por US$ 500.000. Estos recursos posibilitarán concretar el diseño de la planta robótica, no así la construcción.

Posteriormente, planean “levantar entre US$ 1 millón o US$ 2 millones para construir la fábrica y desde ahí buscar inversiones más grandes para el escalamiento a una más planta grande”.

A futuro buscarán licenciar la tecnología para que otras plantas puedan tener su propia línea de producción. (DF)

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