Senador Harboe (PPD): "Fue un error que renunciara la ministra Molina"

Senador Harboe (PPD): "Fue un error que renunciara la ministra Molina"

Compartir

Por los medios de comunicación y su equipo de prensa, el senador PPD Felipe Harboe siguió el martes pasado los detalles de la renuncia de su compañera de partido Helia Molina al Ministerio de Salud.

El parlamentario se muestra contrario a la determinación de la ahora ex secretaria de Estado, porque, a su juicio, “planteó una realidad”.

Asimismo, realiza un severo juicio respecto a la forma cómo se manejó el episodio y es especialmente duro con la elaboración del comunicado de excusas que se publicó luego de conocida la entrevista de la ministra a La Segunda en la que manifestó que “en todas las clínicas cuicas, muchas familias conservadoras han hecho abortar a sus hijas”.

“No había visto nunca que el gobierno, el ministerio sacara una declaración quitándole el piso a una ministra en ejercicio de esa manera”, dice Harboe en referencia al párrafo en que se aseguró que los dichos de Molina “no representan el pensamiento del gobierno”.

¿Por qué cree que no correspondía que la ministra Molina renunciara?

Fue un error que renunciara la ministra Molina porque ella estaba planteando un tema que iba a ser de debate. El gobierno tiene en su agenda la discusión sobre aborto y la ministra planteó una realidad, que es la existencia de abortos o interrupciones de embarazos. Claro, ella habló de “clínicas cuicas”, pero las interrupciones de embarazos son un realidad, así es que creo que fue un error que renunciara.

¿Si es un error que la ministra renunciara, entonces también es un error del gobierno aceptarle la renuncia?

Lo que pasa es que yo no había visto nunca que el gobierno, el ministerio sacara una declaración quitándole el piso a una ministra en ejercicio de esa manera, eso no lo había visto nunca, es algo inédito. Eso se manejó comunicacionalmente, no sé desde dónde, pero sin duda que esa declaración hacía inviable la continuidad de la ministra Molina. Entonces digo que fue un error renunciar por la entrevista, pero no que lo hiciera después de que le quitaran el piso en su ministerio por instrucciones de alguien.

Se supone que esas instrucciones llegaron desde La Moneda.

Si es así no creo que sea correcto el proceder, porque si La Moneda estaba en desacuerdo con las palabras de la ministra, le pide la renuncia y listo, así de simple. Eso es lo que ocurría en los gobiernos de Aylwin, Frei, Lagos.

Es que al parecer la frase de que las palabras de la ministra “no representan el pensamiento del gobierno”, fue como una petición de renuncia encubierta.

Por eso mismo, en ese caso es mejor hacer las cosas de forma más directa y decirle: “sabe qué, las palabras que usted ha dicho no representan al gobierno así es que váyase”. Eso habría sido mucho más transparente que sacar un comunicado quitándole el piso a una ministra. Porque el gobierno está en su legítimo derecho de considerar que no estaba de acuerdo con las palabras de la ministra, pero para eso sólo tiene que decirlo y pedirle que dé un paso al costado. Punto y se acabó el capítulo. Eso era lo más fácil. Pero esto de que el ministerio por instrucción de no sé quién, saque un comunicado en contra de su ministro sólo genera más incertidumbre en el resto de los ministros, porque si no son ellos los que mandan en sus ministerios, no sé quién.

Más allá de si lo que dijo la ministra Molina es real o no, tal vez la decisión de que deje su cargo se debe a que luego de lo ocurrido con el embajador Eduardo Contreras, el gobierno ya había advertido que no se aceptarían más exabruptos verbales y que las altas autoridades debían actuar con prudencia.

Para mí es bastante más grave o más fuerte lo que dijo el embajador Contreras que lo que dijo la ministra, porque ella no hizo otra cosa que expresar algo que anda dando vueltas, porque tal vez no se les llama aborto, pero es algo que pasa. Además, que ella no le imputó responsabilidad a una determinada clínica. Pero sin duda ha habido dos varas de medición.

¿Por qué habría una vara distinta?

En su momento lo dije, yo creía que el embajador debía dar un paso al costado porque es una persona que está en representación de un país, no es una persona que esté en representación de un conglomerado político, está en un rol de Estado, eso es mucho más delicado. Acá uno puede entender que la ministra está en una posición política, pero no es una representante del Estado, es una figura política.

Puede ser que a La Moneda le preocupa más su relación con el Partido Comunista, por la importancia estratégica que tiene ese partido para el cumplimiento de la agenda del gobierno, por su influencia en los movimientos sociales.

No creo. En el caso del embajador Contreras jugó a su favor una cuenta corriente en materia de derechos humanos. El tiene una trayectoria en esto. En el caso de la ministra tal vez se quiso cuidar la relación con el mundo privado, con las clínicas privadas.

Una vez concretada la salida de la ex ministra Molina, en la Nueva Mayoría se ha planteado la conveniencia de extender el ajuste al resto del gabinete, ¿qué le parece?

Sería ideal, pero es la Presidenta quien lo debe estimar pertinente. Si ella cree que es pertinente un cambio durante enero, será así. No creo que esto altere el calendario y probablemente signifique un dolor de cabeza temporal porque habrá que buscar una figura para el Ministerio de Salud que se sume a las modificaciones que el gobierno debiera hacer durante este mes.

Hay que hacer un cambio entonces.

Cuando se plantea un gobierno con tal nivel de ambición y con una agenda tremendamente nutrida, con reformas estructurales muy importantes, hay que distinguir entre el proceso de instalación, que ya terminó, y el proceso de ejecución de las medidas. Creo que efectivamente, el gobierno, ya terminada su instalación, debe estar haciendo una evaluación de las autoridades regionales y después de eso, hacer un cambio de gabinete o un ajuste. Pero la magnitud y los tiempos, es imposible saberlos.

¿El Ministerio de Salud debería seguir siendo encabezado por un militante del PPD?

Me da lo mismo. Esto puede sonar redundante, pero la Presidenta tiene una facultad exclusiva y ella elegirá al o la mejor para sacar adelante la ambiciosa agenda que tiene Salud. Hay que construir 20 hospitales, licitar 20 y dejar otros 20 en estudio. Eso es de tal magnitud que el nombramiento del nuevo ministro no requiere de un cuoteo político sino que de seleccionar al mejor para cumplir esa y otras metas. (La Tercera)

Dejar una respuesta