El Tratado Integral y Progresista de Asociación Transpacífico, más conocido como TPP-11, al fin llegó a la tabla de votaciones del Senado. Específicamente ocupa el primer lugar de los temas a tratar el día miércoles.
El pacto comercial firmado por países como Australia, Canadá, México, Japón y Nueva Zelanda, que tiene por objetivo fortalecer las oportunidades para la exportación de servicios y productos lleva años descansando en el Congreso, período en el que no ha estado libre de polémicas y discusiones.
Sin ir más lejos, durante los últimos días el oficialismo ha manifestado opiniones disímiles respecto a si aprobar o no el tratado comercial, lo que los ha llevado a chocar entre sus discursos en más de una oportunidad.
En esa misma línea, un sector de la coalición de Gobierno, ha levantado alertas respecto de los mecanismos de solución de controversias, los cuales muchos creen que podría limitar la forma de enfrentar del desarrollo del país. De esa controversia surgen las renombradas “side letters”.
A pesar de los acuerdos alcanzados por los comités del Senado, para definir que el miércoles sería el día decisivo, todo apunta a que los senadores de Apruebo Dignidad solicitarán postergar la votación, ya que cualquier jefe de bancada puede utilizar las herramientas reglamentarias para exigir una “segunda discusión”, lo que significaría reagendar la votación para la próxima semana.
Para que se apruebe el TPP-11 se necesita de una mayoría simple, es decir 26 senadores. Pero podrían ser menos, dependiendo de los parlamentarios que asistan al hemiciclo. Sobre cómo se distribuirían las votaciones al interior del Senado, ya está claro que las bancadas de derecha apoyarán la firma del tratado, por lo que aportarán con 25 votos (un republicano, tres de Evópoli, nueve de la UDI y doce RN).
Por ende, solo faltaría un voto para ratificar el acuerdo, y se prevé que la bancada de la Democracia Cristiana (DC) , del Partido por la Democracia (PPD) y del Partido Socialista (PS) aportarán con unos cuantos senadores para alcanzar la mayoría simple requerida.
Las últimas semanas se han dado luces sobre la postura de diversos congresistas respecto al tratado. Por ejemplo, el subjefe del comité de la Democracia Cristiana, Matías Walker, este martes en el Congreso afirmó que «el TPP tiene que ver con la inversión, con la generación de empleos y que Chile pueda volver a crecer. Fue un tratado negociado durante el Gobierno de Michelle Bachelet, que alguno de nosotros apoyamos en la Cámara de Diputados, y lo vamos volver a apoyar en el Senado. Creemos que Chile tiene que integrarse al mundo y espero que el Presidente de la República pueda zanjar las diferencias en su propia coalición».
Y al parecer, sus compañera de bancada, la senadora Ximena Rincón, también votaría a favor, aunque aún no lo ha confirmado públicamente. No obstante, la Democracia Cristina no votará de forma uniforme, ya que la senadora Yasna Provoste, explicó en una entrevista en Radioanálisis que, no ha variado su postura respecto al tratado, ya que según ella, “este acuerdo genera un desequilibrio en la representación política que va más allá de la exclusión de un grupo de ciudadanos. El TPP es a nuestro juicio un instrumento de negocios que limita nuestras libertades físicas y nuestra soberanía nacional”.
Por otro lado, el PPD también llevará votos favorables al hemiciclo. Esto porque el senador Ricardo Lagos ha dejado entrever en distintos medios de comunicación su postura, afirmado la importancia de apoyar al Gobierno y fortalecer las relaciones con los socios comerciales.
Finalmente, la timonel del PS, Paulina Vodanovic, reconoció que dentro de la bancada aún no está definido cómo va a votar cada uno de los senadores, pero hizo hincapié en que deben responder a las realidades de sus electorados.
En ese sentido, el senador Juan Luis Castro declaró estar en reflexión respecto al tema, mientras que hay otros congresistas del socialismo, como José Miguel Insulza, quien adhirió públicamente a un carta donde excancilleres manifestaban su apoyo al TPP-11, “por representar una gran oportunidad en un momento de estrecheces económicas».(Emol)
