La Superintendencia de Bancos e Instituciones Financieras (SBIF) revisará nuevamente la operación en que el Banco de Chile le entregó un préstamo de $6.500 millones a la empresa Caval, abarcando también el crédito de $7.000 millones otorgado a Hugo Silva, quien fue quien adquirió los polémicos terrenos en Machalí.
La cuestionada empresa Caval es de propiedad, en un 50%, de Natalia Compagnon, la nuera de la Presidenta Michelle Bachelet, que recibió el dinero del banco de Luksic para comprar tres predios en la comuna de Machalí, los cuales vendió posteriormente a Silva.
De acuerdo a fuentes dentro de la Superintendencia, citadas por el diario, precisan que hasta ahora en el Banco de Chile no se observan riesgos como para exigir más provisiones o mayores antecedentes al respecto.
El actual gerente de la división comercial del banco, Eduardo Ebensperger, concurrió a la SBIF a explicar la operación hecha con Caval, ante lo cual, posteriormente, el organismo sostuvo que no existían “infracciones legales y normativas” a la Ley General de Bancos.
Sin embargo, en una entrevista al mismo medio de comunicación, el titular del órgano regulador, Eric Parrado, dijo que los dueños de bancos siempre deben mantener una conducta intachable y prudente.
“Que la operación de crédito no haya vulnerado la Ley de Bancos ni la normativa asociada no significa necesariamente que ella sea prudente y apegada a sanos principios de gestión bancaria”, explicó en esa oportunidad.
Y añadió que “desde el momento en que tomamos conocimiento del caso requerimos al banco un completo informe con todos los antecedentes”.
Por su parte, las bancada de diputados de la UDI y RN pedirán una sesión especial para cuando se retome el trabajo en el Congreso, el 31 de marzo, en donde se tendrá como objetivo citar a Parrado para que entregue detalles sobre la operación mediante la cual el Banco de Chile otorgó créditos a las empresas Caval y Silca.
Lo anterior se produce luego que revista Qué Pasa diera cuenta de un contrato complementario entre Mauricio Valero, socio de Compagnon, y Silva, el cual fue firmado al momento de cerrar el negocio y que daba facultad exclusiva a otra firma de propiedad de Valero para vender posteriormente los terrenos a un tercero, asegurando una repartición de ganancias.(La Tercera)
