Sanciones económicas a Rusia: relevan fortaleza financiera de Moscú

Sanciones económicas a Rusia: relevan fortaleza financiera de Moscú

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Por estos días, los mercados de bonos están viviendo fuertes turbulencias en lo que respecta a Rusia. Debido a las sanciones impuestas por los países occidentales en su contra, Moscú está, en gran medida, aislada de los mercados financieros internacionales. Por ello, la agencia internacional de calificación crediticia Fitch Ratings degradó la categoría de Rusia de «B» a «C» en la madrugada de este miércoles (9.03.2022). Esto significa que la deuda pública rusa se ha hundido aún más. Fitch señala ahora que un incumplimiento de pago por parte de Rusia es «inminente».

El Banco Central ruso, en Moscú.El Banco Central ruso, en Moscú.

ARCAS BIEN LLENAS

En los últimos días y semanas, otras agencias de calificación crediticia también habían rebajado la puntuación de los bonos rusos. Fitch lo justifica según «los acontecimientos que han socavado aún más la voluntad de Rusia de pagar su deuda”. Es decir, por un decreto presidencial que entró en vigor hace unos días y que podría permitir al país liquidar sus obligaciones en rublos en lugar de en moneda extranjera.

Básicamente, Rusia podría atender todos sus vencimientos. Las arcas del Estado están bien llenas, entre otras cosas, por la subida de los precios de la energía en los mercados mundiales en los últimos meses.

Por su parte, la agencia de noticias financieras Bloomberg estima que la deuda de Rusia con los acreedores extranjeros asciende a poco menos de 50.000 millones de dólares. «El Estado ruso tiene una deuda externa bastante baja», dijo a DW Marcel Fratzscher, presidente del Instituto Alemán de Investigación Económica (DIW por sus siglas en alemán) de Berlín.

Gracias a la exportación de petróleo y gas, Rusia ha logrado elevados superávits comerciales y, de ese modo, ha podido reducir deliberadamente su deuda en los últimos años.

Las reservas del Banco Central de Rusia, por ejemplo, son de 640.000 millones de dólares. Pero una gran parte de estas reservas de divisas en el extranjero se han congelado ante el curso de las sanciones. Por ello, Fratzscher también cree en un incumplimiento ruso en los próximos meses.

Marcel Fratzscher, presidente del Instituto Alemán de Investigación Económica.Marcel Fratzscher, presidente del Instituto Alemán de Investigación Económica.

¿HACKERS QUE ATACAN SISTEMA FINANCIERO MUNDIAL?

Es cierto que la insolvencia de Rusia probablemente tendría poco impacto en el sistema financiero internacional debido a su deuda externa, relativamente baja. Sin embargo, Moscú podría intentar crear incertidumbre en determinados momentos, por ejemplo, mediante ataques de hackers o transacciones en los mercados de divisas. «Temo una expansión del conflicto al sistema financiero mundial, donde Rusia y sus socios tratarán de provocar distorsiones para dañar la economía de Occidente», dijo Fratzscher.

Para la próxima semana se contempla el pago de intereses por un valor de 100 millones de dólares. A principios de abril, estará en circulación un bono con un importe de unos 2.000 millones de dólares. «Vemos un incumplimiento de pago como el escenario más probable», escribió también el banco de inversión estadounidense Morgan Stanley a sus clientes a principios de semana.

Si Rusia no puede seguir haciendo frente a sus obligaciones, los inversores en Alemania también se verían afectados, ya que los bancos locales poseen bonos del Estado ruso. Sin embargo, las cantidades son manejables, dice Marcel Fratzscher, por lo que no ve un problema para el sistema bancario en caso de que Rusia quiebre.

En cualquier caso, en Moscú están tratando de tomar contramedidas siempre que sea posible. El mismo miércoles por la noche, el Banco Central ruso impuso drásticas restricciones al comercio de divisas. Por ejemplo, los rusos no pueden retirar más de 10.000 dólares de sus cuentas en moneda extranjera hasta septiembre. Los bancos locales también tienen prohibida la venta de divisas, según anunció el Banco Central.

Si Rusia incumple sus primeros pagos la próxima semana, eso no significaría la quiebra del país. Tras un primer impago hay un plazo de 30 días, por lo que un incumplimiento real no se produciría hasta mediados de abril. Por otro lado, como Rusia tiene suficientes reservas de divisas, pero no puede recurrir a ellas debido a las sanciones, se consideraría que se trata de un impago formal o técnico.

¿PRÓXIMA CRISIS MUNDIAL?

Las crisis y las guerras cambian muchas cosas. A veces todo. Tras la Segunda Guerra Mundial, surgió un nuevo ordenamiento mundial, pero también instituciones, como las Naciones Unidas, para evitar que guerras tan devastadoras vuelvan a repetirse. Tras la crisis financiera mundial, las naciones reforzaron su control sobre los bancos y la labor de autoridades reguladoras. Durante la crisis del coronavirus, por fin aprendimos a apreciar las ventajas de la digitalización, por ejemplo, con el teletrabajo.

Y ahora esta guerra en Ucrania, iniciada por un hombre que quiere corregir los errores del pasado, al menos lo que él considera errores. Un hombre cuyas ventas de gas han calentado nuestros hogares durante décadas. El presidente de un país que lo tendría todo para ser una superpotencia sin invadir otros países: muchas materias primas, gente bien educada, una gran cultura. Pero a él le faltó algo: los millones de ingresos procedentes de la venta de materias primas no se usaron para llevar al país a la vanguardia de la tecnología. En cambio, los jefes de esas empresas -llamados oligarcas- compiten por el yate más lujoso, la propiedad inmobiliaria más valiosa o el club de fútbol más caro.

SANCIONES: ¿AFECTAN A LAS PERSONAS ADECUADAS?

Sobre esta guerra solo sabemos que se desarrolla brutalmente, pero no cuándo y cómo podría terminar, ni hasta dónde está dispuesto a llegar el hombre del Kremlin. Lo que podemos ver es que esto produce la unión de Occidente y provoca sanciones severas. Sí, el rublo se desplomó, el país se vuelve insolvente, mientras los inversores y el capital se esfuman. Pero, ¿pueden las sanciones tener el efecto esperado? ¿O golpeará solo a la gente común y corriente que ya no puede comprar jeans Levis, iPhones, o pedir hamburguesas en McDonalds?

Henrik Böhme, redactor de DW en el área de Economía.

Occidente, dependiente de las ‘drogas’ rusas del petróleo y gas, se preocupa por sus industrias, que dependen en gran medida de estos combustibles fósiles. Los europeos le temen al próximo invierno porque sus casas podrían quedarse frías. Los precios se disparan en las gasolineras y no dejan de subir. Y esto es solo el principio.

El níquel, por ejemplo, del que Rusia también tiene abundancia, y que es indispensable para la producción de acero, ha elevado su valor hasta en un 50% de un día para otro. El paladio, el aluminio y los gases nobles neón y xenón también han subido de precio. Estas materias primas son, asimismo, importantes para Europa Occidental.

CRISIS ECONÓMICA MUNDIAL

Ya se hacen las primeras apuestas sobre cuándo el precio del petróleo superará los 200 dólares. Lo que sí está claro es que la inflación se convertirá en un gran problema, en vista de que hay pocas razones para creer que la situación de los precios mejore. Por el contrario, todos esos datos suenan como los ingredientes de una nueva crisis en la economía mundial. Las arcas de los ministros de finanzas están vacías, después de los miles de millones en programas de ayuda en la lucha contra el coronavirus. Entonces, ¿cómo será posible financiar nuevos paquetes?

En vista de la situación, se planea apresuradamente ser menos dependientes del gas y el petróleo rusos en las capitales europeas. Más fácil es decirlo que hacerlo, y no ocurrirá tan rápido. Y será caro: los expertos calculan que llenar las instalaciones de almacenamiento con gas licuado europeo en lugar del ruso antes del próximo invierno costará unos 70.000 millones de euros.

¿SE PUEDE SIN RUSIA?

Por otro lado, Moscú debería pensarlo dos veces antes de cerrar la llave del gas, en vista de que esto aporta millones diarios: solo en febrero, los europeos transfirieron 5.600 millones de euros a Gazprom y compañía. Por cada barril de petróleo que exporta Rusia, el país gana entre 70 y 90 dólares, a los precios actuales. Lo único que podría ayudar ahora es aumentar drásticamente la cantidad de petróleo disponible en los mercados para hacer bajar el precio. Por otro lado, las arcas del Kremlin están aseguradas, sus deudas son comparativamente bajas y tiene amigos leales en Pekín, ávidos de nuevas fuentes de materias primas y mercados.

La gran pregunta, tal vez formulada muy pronto, es ¿Cómo puede ser nuestra futura relación con Rusia? ¿Puede haber una? Está claro que la guerra debe parar, ojalá de forma inmediata. El sufrimiento del pueblo ucraniano debe terminar. Pero, ¿aislar a Rusia del comercio mundial a largo plazo? Muy difícil. ¿Resolver los problemas del mundo (el cambio climático, por ejemplo) sin Rusia? Es difícil de imaginar. Por lo tanto, esto solamente puede hacerse con Rusia, pero solo con una Rusia sin Putin. (por Henrik Böhme, redactor de DW en el área de Economía)

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