Riqueza en Chile: Vergüenza nacional

Riqueza en Chile: Vergüenza nacional

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En el día de ayer, en los medios escritos y en ningún otro medio de comunicación, apareció nuevamente el estudio sobre la riqueza mundial y de Chile en particular para el año 2018. No está en primera plana ni destacado.

Este estudio se encuentra en las páginas interiores en los suplementos de economía y negocios de este diario y del diario La Tercera. El estudio lo realiza una consultora multinacional denominada Boston Consulting Group, es decir, no posee ningún sesgo ideológico y es meramente técnico y descriptivo.

La consultora, para el caso de Chile, analiza la riqueza patrimonial de los hombres y mujeres mayores de 18 años que somos, en el caso nuestro, 13.489.360 personas. Definido el universo a estudiar, la investigación define la riqueza como los activos líquidos que se pueden invertir, pero no se incluyen las participaciones mayoritarias en empresas ni activos inmobiliarios. En ese sentido, una persona de alto patrimonio, según la consultora, es aquella que posee una riqueza de US$ 1.000.000 hacia arriba (en pesos chilenos de hoy, alrededor de 700 millones).

Dicho estudio nos clasifica en 7 tramos:

Tramo 1. Más de US$ 100 millones: 140 chilenos con un patrimonio total de US$ 89.459 millones.

Tramo 2. Entre US$ 20 y US$ 100 millones: 721 chilenos que suman US$ 28.310 millones.

Tramo 3. Entre US$ 5 y US$ 20 millones: 3.157 chilenos que suman US$ 28.720 millones

Tramo 4. Entre US$ 1 y US$ 5 millones: 19.824 chilenos que suman US$ 38.991 millones.

Tramo 5. Entre US$ 250.000 y US$ 1 millón. 90.629 chilenos que suman US$ 40.836 millones

Tramo 6. Entre US$ 100.000 y US$ 250.000: 228.170 chilenos que suman US$ 34.205 millones

Tramo 7. Menor a US$ 100.000: 13.489.360 chilenos que suman US$ 232.789 millones

Esos son los datos del estudio.

Si uno considerara, de acuerdo a la consultora, solo a los chilenos de alto patrimonio financiero, son 23.842 personas que representan el 0,2% de la población total y que su patrimonio financiero alcanza a US$ 209.322 millones.

Es decir, el 0,2% de los chilenos mayores de 18 años posee un patrimonio equivalente a 3 veces el presupuesto de la nación chilena y que representa para esos mismos chilenos el 42% del patrimonio financiero total. Cuando uno analiza estas cifras, refuerza la idea de una nación que en los últimos 30 años ha progresado política, social, cultural y económicamente, que ha disminuido como nunca en su historia la pobreza y extrema pobreza, pero no hemos podido contener esta altísima concentración de la riqueza cuya contracara es la indecente desigualdad. Soy partidario como muchos otros en las distintas izquierdas de enfrentar esta situación con un impuesto al patrimonio del 1% solo al 0,2 % de los chilenos mayores de 18 años. Esta propuesta escandaliza a los más diversos neoliberales del más diverso espectro político, incluyendo a varios de nuestro mundo.

El argumento siempre es el mismo, que si uno aplica este impuesto, cuyo legado histórico está en el gobierno del Presidente Frei Montalva que lo estableció en 1967, habría fuga de estos patrimonios. Aplicado este impuesto se podría recaudar por este solo concepto US$ 2.300 millones al año ¿Usted cree que se irían de Chile 23.842 chilenos que poseen US$ 209.000 millones porque le hicieran al resto de los chilenos un aporte solidario de US$ 2.300 millones? Solo le pido que piense, estimado lector, que todo el Pilar Solidario que creó Michelle Bachelet en su primer gobierno, y que beneficia a 1.600.000 pensionados, tiene hoy un costo fiscal de US$ 2.000 millones.

Y como los neoliberales del más diverso signo siempre tienen argumento, les voy a responder con una respuesta, frente a este tema, del premio Nobel de Economía 2018 de visita en Chile, Paul Romer, quien, consultado por una periodista si ve riesgos de que con un alza de impuestos los inversionistas busquen otros destinos. Respondió: “La mayoría de estas suposiciones, como que los impuestos va a desacelerar el crecimiento, que altos impuestos van a conducir a menos ingresos, que los impuestos van a deteriorar la inversión extranjera, no son verdad, no están respaldadas por evidencia. Es una suerte de lobby de gente que simplemente no quiere pagar impuestos. Sí hay problemas con los impuestos sobre las sociedades porque las multinacionales se han estado moviendo hacia donde son más bajos. Pero hay otros, como el impuesto a la renta, que Chile puede considerar”.

El día que las izquierdas en Chile den cuenta política y comunicacionalmente de esta vergüenza nacional, retomará el sentido común y la confianza de la mayoría de los chilenos y chilenas.

 

Francisco Vidal/El Mercurio

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