Una verdadera “desconocida” es la que han hecho diferentes personajes públicos respecto del fundador de ProCultura, Alberto Larraín. El caso más notorio es el del diputado de Valparaíso, Diego Ibáñez (FA) quien, según declaró ante la PDI un excolaborador de la organización, borró todo rastro de esa amistad en redes sociales y el cual hace unos días en 24 Horas se refirió al psiquiatra como “esa persona”.
Sin embargo, aún quedan rastros de una cercanía que tuvo colaboraciones tanto en lo personal (Larraín le dio las llaves de su casa a Ibáñez), como en lo político, como la vez en que tras el estallido, el médico concurrió hasta Quilpué a realizar atenciones de salud mental gratis en la sede distrital del diputado y a instancias de la entonces consejera regional Valeria Melipillán, quien posteriormente renunciaría para ser alcaldesa de Quilpué.
También ofrecieron charlas sobre el mismo tema en el contexto de la pandemia y coordinaron un acercamiento con vecinos que habría sido para conseguir fondos para levantar un nuevo monumento por los derechos humanos en la comuna.
Quilpué se encuentra en la misma provincia -Marga Marga- a la que representó la pareja de Larraín, Sebastián Balbontín (FA), como consejero regional hasta el año pasado.
Además, revela una cercanía con el que fuera el partido del Presidente Gabriel Boric, Convergencia Social, tienda a la que también pertenecía Ibáñez y a la que Larraín habría aportado $90.000, según la Fiscalía. Pese a todo, ante la PDI el fundador de ProCultura declaró que “nunca he tenido relación con el partido Convergencia Social»; salvo haber colaborado con mesas técnicas parlamentarias donde estaban Boric e Ibáñez. Al ser consultado por la donación dijo no recordarla, «pero pudo ser cuando se formó el partido».
«NO HAY SALUD MENTAL SIN JUSTICIA SOCIAL»
Así rezaba el título del panfleto del primer operativo en terreno que aún registra Ibáñez en sus redes sociales con Larraín.
Este se realizaría el sábado 26 de octubre de 2019, donde el psiquiatra atendería a los vecinos “desde las 9:00 hasta que terminemos” en la sede distrital de Ibañez por ese entonces en la Casa Abierta La Alternativa en Quilpué, lugar que entre 2018 y 2022, también ofició de espacio comunitario y que hoy es el Centro Cultural y Cooperativa Roberto Matta.
De acuerdo con el llamado del diputado en octubre 2019, el servicio lo disponibilizó porque «sabemos lo complejo que es agendar hora para salud mental en el sistema público». La iniciativa de colaboración no se habría vuelto a repetir.
Un día antes, el diputado compartió un video para promover el encuentro, donde Alberto Larraín abordaba cómo conversar sobre el estallido con los niños, en el cual enfatizaba que “no estamos en guerra”, frase que daba vida al mismo hashtag con que el parlamentario cerraba el video.
En 2020, con la pandemia ya instalada, realizaron dos encuentros virtuales. El de abril era sobre la salud mental en cuarentena y, para difundirlo, Larraín lo puso en su Facebook asegurando que “en tiempos de cuarentena, más que nunca estar y compartir con quienes son imprescindibles en la vida de uno, y Diego es parte de la mía”. Se trató de un comentario afectuoso que no era excepcional, pues frecuentemente lo calificaba como «lo más grande» y «el mejor».
Sin ir más lejos, según las declaraciones que constan en la carpeta investigativa de ProCultura, Larraín le dio las llaves de su casa en Santiago a Ibáñez para que la usara cuando viajara a la capital, dado que él vivía en Quilpué (ver abajo). Por ello, en su casa se habrían llevado a cabo varias reuniones de Convergencia Social incluso en su ausencia.
Otra conversación virtual ocurrió un mes después y fue sobre «una sociedad de cuidados».
Un mes antes, el 15 de septiembre de 2019, Larraín acompañó al diputado Ibañez a Putaendo, para intervenir con el problema de subsistencia que tenían con los crianceros de la zona por la sequía, pues sus animales estaban muriendo.
Tras la cita, Ibáñez dijo a la prensa que había solicitado el apoyo de ProCultura para potenciar el patrimonio local y se informó que ProCultura los asesoraría para encontrar nuevas áreas de financiamiento, como por ejemplo, en turismo.
Esta situación a la que Ibáñez invitó a Larraín, dio pie a una nueva área de ProCultura, que Larraín informó el mismo día en un punto de prensa: «Con la sequía en Chile, la fundación tomó la decisión de abrir una nueva área llamada ‘Patrimonio Natural y Sustentabilidad‘. Vamos a empezar a explorar un poco con Bienes Nacionales cuáles son las condiciones, los distintos terrenos, empezar a explorar las distintas líneas de financiamiento que pueden haber para poder generar turismo patrimonial y empezar a hacer una asesoría al tema de los crianceros respecto a cómo poder potenciar su tema identitario como un activo de desarrollo».
¿Quién quedó a cargo de esa nueva área? Francisco Fuentes Araya, quien ese día conoció a Ibáñez y que lo ayudó en la redacción de un proyecto de ley para priorizar el uso prioritario del agua al consumo humano, el saneamiento y el uso doméstico de subsistencia en contextos de emergencia. En adelante forjaron una cercanía que los llevó a compartir grupos de WhatsApp.
Fuentes también está bajo la lupa de la Fiscalía por cuanto en 2021 creó la empresa «Agencia de Turismo Patrimonial Spa», a la que ProCultura subcontrató para llevar a cabo un proyecto en la Región de Magallanes. No es el único caso en que la fundación contrató empresas de sus propios trabajadores.
MEMORIAL DE DD.HH.
Sin embargo, antes de todas estas actividades de salud mental en Quilpué, el 10 de octubre de 2019, Larraín ya se había acercado a esa comunidad. Esa tarde él y el actual subsecretario del Interior, Víctor Ramos, sostuvieron una reunión con los directivos del Programa de Reparación y Atención en Salud (PRAIS) de Quilpué en la sede parlamentaria de Ibáñez, del cual Ramos era jefe de gabinete.
Aunque las redes sociales de PRAIS Quilpué registraron parte de la cita, que contó con la presencia de una escultora, fue otro de sus asistentes quien reveló que el objetivo de la reunión era que se le permitiera a ProCultura gestionar fondos para hacer un nuevo memorial en la comuna.
El exconsejero regional de Culturas, Andrés Brignardello, escribió el lunes por la mañana en su Facebook público que “Larraín presentó su institución como mediadora de proyectos culturales entre el Estado y las organizaciones de DD.HH. y derechamente les solicitó un poder notarial a la organización a nombre de ProCultura para que se dedicara a buscar los recursos para cumplir el sueño de los compañeros adultos mayores víctimas de la dictadura. Fue una reunión extraña, con un gran buffet de café y comida, pero con una solicitud un tanto impropia”.
El texto, que luego el administrador público y conocido académico local borró, seguía así: “Terminada la reunión, les expuse a los directivos mis dudas por la propuesta del diputado y ProCultura, por la solicitud de querer manejar millones gestionados desde el Estado y hacerlo de manera privada, pero a nombre de ellos, como dirigentes de Derechos Humanos. Los directivos compartieron mi aprensión y finalmente nunca otorgaron el poder notarial (…) creo que fue una buena decisión, pero deja en evidencia la manera corrupta con la que diputados como Diego Ibáñez se mueven en las redes del poder”.
DIEGO IBÁÑEZ Y LOS POSTEOS BORRADOS
Ibáñez no había sido vinculado a nada en el caso ProCultura hasta el momento en que Canal 13 reveló el contenido de un chat llamado “Convergencia Cristiana”, donde estaba Alberto Larraín, Diego Ibáñez, su asesor, Mauricio Morán; el ahora subsecretario del Interior, Víctor Ramos; Pablo Durán, que trabajaba en la Seremi de Vivienda de Biobío; Luis Delgado y Francisco Fuentes, quienes fueron parte de ProCultura.
En la conversación, Ibáñez respondía a una recriminación política: “Pero weon, si no ganan elecciones. Q esperan. Ganen y tendrán”, a lo que Larraín replicó: “Que llorones que son. Yo he pasado más plata a ese partido que ustedes (…) los recibiremos cuando los exilien».
Según Francisco Fuentes, Larraín -que había conocido a Ibáñez en el marco de una mesa parlamentaria de cuidados con la entonces senadora Carolina Goic- hizo ese último comentario debido a la “relación de cercanía (que tenía con Ibáñez), en la que él le hacía constantemente las críticas por el actuar del gobierno que en su opinión -desconozco si era broma o en serio- que con esto le iban a entregar el gobierno a la extrema derecha y que ellos (Ibáñez y su grupo) iban a terminar exiliados”.
La misma persona, que estuvo a cargo del Circuito Lota de ProCultura, le recomendó a Larraín tiempo después pedirle de regreso las llaves de la casa o cambiarle la chapa. “Debo señalar que me topé con Ibáñez algunas veces en la casa de Alberto Larraín (…) quien llegaba y entraba. Esta molestia se la expresé a Alberto por cuanto una vez que estalla el caso fundaciones, Diego Ibáñez eliminó todas las publicaciones en redes sociales que lo vinculaban con Alberto Larraín y la fundación ProCultura. En la casa de Alberto participé en reuniones sociales en las que participó también Diego Ibáñez”, dijo Fuentes a la fiscalía.
Otro colaborador de Larraín recordó que varias veces fue el encargado de trasladar al diputado desde el terminal de buses a la casa del psiquiatra. (El Líbero)
Estos son algunos de los tuits borrados:
