Revelan correos que muestran que sistema Epivigila falló desde su inicio

Revelan correos que muestran que sistema Epivigila falló desde su inicio

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Una serie de correos electrónicos enviados desde el pasado mes de marzo en adelante, entre funcionarios del Ministerio de Salud, demuestran de forma clara que el sistema Epivigila, desde su implementación, mantuvo errores graves de funcionamiento.

Los principales problemas habrían estado en el “software de monitoreo de registros de enfermedades infecciosas”, el que no habría permitido mantener un catastro claro de los infectados por covid-19.

Incluso se puede establecer que el martes 24 de marzo reconocían que llevaban 48 horas sin poder bajar los datos de la plataforma.

Según los mismos correos, el miércoles 25 de marzo ya se habla de la necesidad de cursar sanciones al proveedor de la tecnología, que es la Universidad de Valparaíso, situación que estuvo en conocimiento de las principales autoridades del Ministerio de Salud (Minsal), incluido Jaime Mañalich y Paula Daza.

En tanto, los funcionarios del Departamento de Epidemiología de la División de Planificación Sanitaria de la Subsecretaría de Salud Pública que habían detectado que el software “Reveno-EPIVIGILA” no cumplía con lo establecido en el convenio firmado durante el mes de agosto de 2019, ya que no dejaba tener un monitoreo continuo del avance de la pandemia en Chile. Los correos los revela la Unidad de Investigación de Radio Bío Bío.

DETALLES

El martes 24 de marzo el país registró 922 casos positivos de Covid-19. De estos, 176 eran casos nuevos. La pandemia aún tenía más preguntas que respuestas, pero estas últimas tampoco fueron resueltas por las autoridades del Ministerio de Salud (Minsal), quienes seguían buscando la fórmula de establecer un mecanismo para contabilizar los casos positivos de coronavirus.

En aquel periodo, el Presidente Sebastián Piñera sostenía en entrevistas con medios de comunicación que nuestro país estaba “mejor preparado” que Italia, una nación fuertemente golpeada por el virus. Pero la verdad es que -aparentemente- todo fue avanzando de forma improvisada. Uno de ellos fue el sistema Epivigila, que si bien no fue creado para la contingencia de la Covid-19, no estaba funcionando como se había comprometido.

En los correos electrónicos a los que accedió la Unidad de Investigación de Radio Bío Bío, es posible advertir que desde el 6 de marzo el sistema de conteo de casos de Covid-19 vía Epivigila presentaba fallas. Prueba de ello es un mensaje enviado el 24 de marzo por Johanna Acevedo, ex jefa del Departamento de Epidemiología del Minsal, al entonces ministro Mañalich, en el que le advierte de los problemas del sistema Epivigila.

“Estimado ministro: Frente a la contingencia que tenemos por CORONAVIRUS, necesito que TICs comprenda la prioridad y urgencia de este proyecto (Epivigila)”, escribió. A renglón seguido, Acevedo empezó a detallar los problemas detectados a esa altura: “La plataforma NO está en alta disponibilidad (Tiene parámetros restrictivos), según lo solicitamos hace meses, lo que incide en intermitencias del sistema o se queda pegada cuando hay muchos usuarios al mismo tiempo o que no se guarden correctamente las notificaciones. Ayer de hecho estuvo caída 2 horas continuas en la mañana”,

También hizo hincapié en que había restricciones para la descarga de la información, dando cuenta que a la fecha de envío del correo llevaba “48 hrs sin poder descargar la base de datos”. A esto se suma que advirtió que la “plataforma Ministerial de correos también ha fallado, lo que incide en los correos de alerta frente a nuevas notificaciones o que los correos MINSAL no lleguen a los destinatarios”.

Pero eso no es todo. Los fallos advertidos por Acevedo fueron reconocidos por el Minsal. Carmen Gloria Chacana, quien en ese entonces fungía como jefa del departamento de Tecnologías de la Información y Comunicación, respondió a los cuestionamientos de Acevedo. En el correo de respuesta la funcionaria del Minsal le cuenta que “los problemas presentados por el sistema tienen una única causa: problemas en el código del Software”. Y agregó que “estos antecedentes han sido reportados oportunamente al equipo del Departamento de Epidemiología y al Proveedor. Evidencia de esto es que desde el 6 de marzo tenemos el siguiente historial de cambios de versión que el proveedor ha debido corregir”, replicó.

CORREO TACHADO

Además de lo anterior, Chacana le escribió a Acevedo que “otros problemas detectados en el Software son en el ámbito de Seguridad. Hemos acordado con el Equipo de Respuesta ante Incidentes de Seguridad Informática el Ministerio de Interior, lo incluya en su permanente Monitoreo como otros aplicativos críticos MINSAL, y por cada cambio de versión se solicitará Análisis de Vulnerabilidad al CSIRT”.

Ese mismo martes 24 de marzo, a las 18:20 horas, en otro e-mail, la misma Carmen Gloria Chacana le notificó a Johanna Acevedo que producto de los problemas detectados en Epivigila, corresponde la aplicación de una multa al proveedor -la Universidad de Valparaíso- y que se estaba realizando un informe técnico para argumentar la aplicación de la sanción.

Transcurrida una hora, Acevedo le respondió a Carmen Gloria Chacana: “Espero el informe de errores para determinar responsabilidades, a mi no me ha quedado claro en todos estos meses de trabajo que los errores sean 100% de responsabilidad de Software”.

Al día siguiente, según se advierte en los correos, Johanna Acevedo recibió el informe desde TICs. Ante esto, le escribió el miércoles 25 de marzo, a las 20:52 horas, a la jefa del departamento de Tecnologías de la Información y Comunicación: “Muchas gracias por el reporte, daré instrucciones para que el proveedor realice todas las mejoras ASAP, sobre las credenciales estas ya fueron restituidas”. Ese miércoles se contabilizaron 1.142 nuevos casos de Covid-19, 220 más que la jornada anterior.

El viernes 27 de marzo, según los correos, Chacana le escribió a Acevedo para solicitar su ayuda en la aplicación de sanciones al proveedor por las fallas del sistema. Para esto le pidió a la ex jefa del Departamento de Epidemiología que le enviara un reporte de los errores de Epivigila. En respuesta al requerimiento, Johanna Acevedo le contestó a Carmen Gloria que estaban con una fuerte carga laboral, y que más allá de la sanción en dinero, solicitaba la colaboración de TICs “para resolver lo antes posible cualquier incidencia con el fin de mantener activa la notificación que es un insumo clave para que la autoridad pueda tomar decisiones informadas”.

Además de lo anterior, Johanna Acevedo, en su respuesta, hizo un fuerte cuestionamiento al control de calidad del sistema Epivigila, que apuntó directamente al área de TICs.

“Me llama la atención que el producto ha pasado en forma reiterada por distintos controles de calidad en TICs (…) y los pasos a producción que son sancionados por un comité de su departamento con el cual hemos iterado en reiteradas ocasiones por efectivamente por encontrar alguna falla o porque como clientes hemos solicitado cambios en su desarrollo”, respondió.

QUÉ ES EPIVIGILA

Durante el 2019 el Ministerio de Salud firmó un convenio con la Universidad de Valparaíso. La idea era la creación de un software que ayude a las autoridades del Departamento de Epidemiología de la División de Planificación Sanitaria de la Subsecretaría de Salud Pública a tener registros en línea sobre enfermedades infecciosas.

Para su funcionamiento se estableció que los médicos de los distintos centros de salud deben ingresar los datos a Epivigila. Para eso, deben acceder a la plataforma –desde cualquier dispositivo conectado a Internet–, contando con una clave personal y completar la información que se solicita en un formulario en línea.

Sin embargo, en marzo pasado el Epivigila entró en operaciones detectando los encargados una serie de problemas graves que no permitían un monitoreo continuo, por ello se habría tomado la decisión de regresar al sistema manual o antiguo, es decir, cubriendo las estadísticas a mano vía llamado diario a los servicios de salud para que informen sobre los números que mantenían.

El pasado 13 de julio la Contraloría General de la República evacuó un informe en que ordenó un sumario administrativo luego que constata errores en las cifras de contagios informadas por la autoridad de Salud y que se almacenaban en la plataforma Epivigila.

Según los que conocen el funcionamiento, esto se determinó para evitar tener diferencias sustantivas con lo que informaba en ese momento EPIVIGILA, ya que no era seguro basarse en las cifras del software REVENO. Esto quedó acreditado en el correo enviado por Jhanna Acevedo a Jaime Mañalich, como se explicó más arriba.

FISCALÍA

Correos que se conocen justo cuando la Fiscalía busca acceder a los mensajes que envió al entonces Ministro de Salud, Jaime Mañalich, y en que tiene como objetivo establecer si existió manipulación de datos por parte de las autoridades en el manejo de la pandemia.

Los correos entre funcionarios del Ministerio de Salud, incluido Mañalich, se puede observar que durante el mes de marzo no existía confianza alguna en el sistema Epivigila por lo cual se habría vuelto al mecanismo antiguo, es decir, llenado de fichas de forma manual.

Cabe indicar que de forma pública no existió en el mes de marzo alguna declaración en que las autoridades reconocieran en sus alocuciones los graves problemas que mantenía el sistema. De hecho, en mayo cuando algunos médicos reclamaron por redes sociales sobre problemas en la plataforma Epivigila nunca se aclaró qué pasó y por qué se “pegaba” el sistema.

De hecho, la subsecretaria de Salud Pública, Paula Daza, en más de una oportunidad defendió el sistema en cuestión ya que dijo que “previamente, todos los informes de las enfermedades de notificación obligatoria se hacían a través de una circunstancia más manual, por lo tanto, Epivigila nos ha permitido tener información más oportuna y encontrar errores y rectificar cuando sea necesario”, como consta en una publicación de Emol el 14 de julio pasado.

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