Resumen y conclusiones

Resumen y conclusiones

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El 2017 será recordado como un año crítico de nuestra historia. Se detuvo, y con mucha autoridad electoral, el avance intolerante e irreflexivo de la retroexcavadora, de muy malos resultados para el país.En lo económico el resultado ha sido letal, básicamente por el desajuste de las cuentas públicas y el desplome de la inversión. Se hizo una reforma tributaria con dos fines específicos: financiar la educación y eliminar el déficit fiscal. Por cierto nada de eso ocurrió. Lo real es que Bachelet se endeudó como nunca para pagar gastos corrientes y bonos políticos. La seriedad de las políticas públicas simplemente se acabó y fue reemplazada por la retórica, el eslogan, el clientelismo, la desfachatez y el voluntarismo.

En educación, la gran bandera fue la gratuidad, pero hecha en base a resquicios legales; simplemente no fueron capaces de hacer una ley. Incompetencia sin precedentes. El resultado es popular, pero el costo es la inevitable reducción de la calidad, dada la situación deficitaria en que quedan todas las universidades que adscribieron al sistema. El resultado final, como ocurre con la izquierda, será aún mayor segregación social. Si no alcanzan los recursos para la gratuidad con tarifas y cupos manejados, jamás habrá recursos para la calidad. Incluso se destruyeron los colegios emblemáticos y atacaron la educación subvencionada (“los patines”).

En salud, el resultado es realmente malo. Los hospitales quedan con una deuda de casi $ 700 mil millones; las listas de espera crecen, se denuncia la muerte de muchos esperando; los pacientes son rehenes de huelguistas una y otra vez, las Isapres fenecen por la judicialización y porque no se hizo nada. En materia de pensiones simplemente no hubo avances, aparte del discurso y las improvisaciones. Para qué hablamos del Sename, total y completamente abandonado, a pesar de que Bachelet tuvo el primer informe en su escritorio desde el primer día de su gobierno. Debutó el nuevo sistema electoral para el Parlamento y muchos fueron elegidos con un 1 a 3%, incluso peor que en el binominal.

Otro evento del año fue el escándalo de Carabineros, en que llamó la atención la mantención del Director. Lo mismo en TVN, un verdaderto escándalo, en que se financió una farra sin precedentes y, como es obvio, sin responsables.

Positivo para algunos, malo para otros, es ley el aborto en tres causales, que en mi opinión en el balance es positivo para la sociedad y la libertad. El quiebre del equipo económico fue relevante, así como la gran farsa del “proceso constituyente” del que no quedó absolutamente nada.

La Araucanía olvidada como siempre por el gobierno. La Roja queda fuera del Mundial, los incendios y supertankers hacen noticia, las nuevas notarías truchas, los súper jubilazos de Gendarmería, el Censo es peor que el anterior, Garay aparece, las encuestas se desprestigian, los escándalos de la CUT, el mal manejo de Dominga, la caída final de ME-O, la evasión del 30% en el Transantiago sigue incólume, Enel y las nevazones, el cabildeo, el relleno de Tiltil, el aumento del Sida, son apenas temas al pasar. En lo internacional, el Brexit, las Farc, Macron, los escándalos de Brasil, Macri, Cataluña, la derrota de Isis y la continua degradación de Venezuela marcaron interés especial.

Desde el punto de vista político, Bachelet, además de sus malos resultados en economía, salud y educación, destruyó primero la Concertación, y luego a la Nueva Mayoría. Este año vimos emerger con fuerza al Frente Amplio. También emergió Evópoli y J.A. Kast, todo lo cual anuncia un cambio fuerte de nuestra ecología política.

Fue el año en que el gobierno trató de imponer las mentiras de la posverdad y en que perdió el progresismo sin progreso. A partir del 2018 esperamos que cada día sea mejor. La clave es el camino intermedio de los grandes acuerdos.

La Tercera

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