El líder laborista británico, Jeremy Corbyn, pidió una moción de censura a la primera ministra, Theresa May, luego de que ella convocara a los legisladores de su país a votar sobre su plan de salida de la Unión Europea a mediados de enero, y no antes de Navidad como era solicitado.
Inicialmente, el acuerdo sobre el Brexit entre el Reino Unido y la Unión Europea tenía que ser votado en la Cámara de los Comunes el 11 de diciembre, pero May postpuso la votación para evitar una dura derrota.
Corbyn responsabilizó entonces a la premier de provocar una «crisis constitucional» y hoy dijo ante el Parlamento que «el acuerdo no ha sido modificado y que no va a cambiar».
«Esta Cámara no tiene confianza en la primera ministra, debido a su imposibilidad de permitirnos llevar a cabo un voto ahora sobre el Acuerdo de Salida y el Marco para la relación futura entre el Reino Unido y la UE», afirma la moción.
Los críticos sugirieron que la movida es prácticamente un truco, ya que no hay un mecanismo vinculante para declarar un voto de censura directamente a un primer ministro, como si existe en contra del gobierno, lo que podría desencadenar en elecciones general.
La declaración de Corbyn llega justo al final del debate legislativo sobre la cumbre de la semana pasada con la UE, en la que May no logró ningún compromiso de Bruselas de que se podrán reactivar las negociaciones sobre los puntos más álgidos del Brexit, como la frontera con Irlanda.
May había intentado nuevamente presentar una opinión positiva sobre el progreso del Brexit, diciendo que los debates sobre el acuerdo se reanudarán en la semana del 7 de enero antes de una votación la semana siguiente. También prometió buscar «más garantías políticas y legales» con los funcionarios de la UE en el llamado backstop.
VOTACIÓN SOBRE EL BREXIT
La primera ministra británica, Theresa May, convocó hoy a los legisladores de su país a votar sobre el acuerdo del Brexit en la semana del 14 de enero, desestimando así las demandas de la oposición realizarlo antes de Navidad.
La premier pospuso la votación hace una semana, luego de que quedara claro que sería fuertemente derrotada.
Hoy dijo que los debates en la materia se reanudarán en la semana del 7 de enero y prometió buscar «más garantías políticas y legales» al llamado «backstop» o respaldo de garantía para evitar una dura frontera con Irlanda.
En la cumbre de la semana pasada con la Unión Europea, líderes del bloque rechazaron las demandas de May para renegociar el backstop.
La premier dijo a la Cámara de los Comunes que algunos de los intercambios en la cita habían sido «robustos», pero no ofreció «ninguna disculpa» por defender los intereses británicos. Una vez más argumentó que no había otro acuerdo posible y rechazó las convocatorias para un segundo referéndum.
Algunos miembros del gabinete han respaldado la posibilidad de una serie de votos libres indicativos, que permitirían a los parlamentarios establecer el curso del Brexit. El equipo de May teme que tales votos le otorguen poder a la oposición. (DF-Bloomberg)