Reforma de pensiones

Reforma de pensiones

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El gobierno presentó una propuesta para “reformar” el sistema de pensiones. En mi opinión, ésta no sirve para resolver el lapidario diagnóstico del sistema a casi 40 años de su instauración.

Uno de los principales problemas de la capitalización es la insuficiencia de ingresos en la vejez que genera en la clase media, los más pobres y las mujeres. La reforma del 2008 solucionó una parte del problema para los más pobres y algo en mujeres. Sin embargo, la gran deuda es con la clase media que en Chile tiene salarios bajos, trabajos de menor calidad y altas lagunas previsionales. Este problema no se arregla con más capitalización (ahorro), más bien se acrecienta. Se arregla con un sistema pay-as-you-go (reparto) con capitalización colectiva que redistribuya los riesgos y genere mayores beneficios a estos sectores.

Adicionalmente, hay un grave problema de vulnerabilidad debido a la relación con el sistema financiero y la economía política de esto.Los trabajadores son “dueños” del 75% del PIB, pero están obligados a subsidiar a la industria financiera y con eso las inversiones de grupos económicos que no los favorecen. Esto se arregla disminuyendo la participación del sistema financiero en el sistema de pensiones y poniendo reglas de inversión.

Chile tiene una alta edad de jubilación efectiva, menores años de retiro (diferencia entre edad de jubilación y expectativa de vida, 19 años vs. 27 en Francia) y los ingresos en la vejez son la mayor parte del trabajo. Los adultos mayores están trabajando para sobrevivir. Por lo tanto, al contrario de incentivar a los adultos mayores a trabajar más, deberíamos pensar cómo mejorar sus ingresos con pensiones dignas que les permitan disfrutar de más tiempo libre después de su vida activa.

Además, hay que distinguir entre reformas estructurales y reformas paramétricas (Ferro, 2005). Cambiar los parámetros significa cambiar la edad de jubilación, tasa de cotización, introducir subsidios no contributivos o cambios en beneficios de grupos específicos. Cambiar el sistema estructuralmente se refiere a cambiar los componentes vistos antes: fully funded (capitalización) versus pay-as-you-go (reparto), beneficio definido versus contribución definida, institucionalidad pública versus privada. La propuesta presentada por el gobierno es una de cambios paramétricos, pero Chile necesita un cambio de carácter estructural.

Finalmente, Suecia en 2004 realizó una reforma estructural (de un sistema de reparto con beneficios definidos a uno de contribuciones definidas). Eso tardó un período que traspasó el gobierno de turno en ser acordado, implementado y evaluado. Para normalizar a Chile en este tema habría que pensar en algo así, pero en torno a un cambio estructural. Los parches que hemos puesto ya no sirven. (La Tercera)

Claudia Sanhueza

 

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