«Reconocer Jerusalen como capital de Israel viola derecho internacional»

«Reconocer Jerusalen como capital de Israel viola derecho internacional»

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DW: ¿Viola Estados Unidos el derecho internacional con el reconocimiento de Jerusalén como capital de Israel?

Christian Tomuschat: Sí, desde el punto de vista del derecho internacional, contraviene una resolución vinculante del Consejo de Seguridad de la ONU. Este calificó la anexión de Jerusalén Oriental por parte de Israel como incompatible con el status vigente de la ciudad como parte de los territorios palestinos. En consecuencia, sería de parte de Estados Unidos una contravención de una resolución que ese mismo país apoyó. A fin de cuentas, esa fue una anexión violenta y un imperativo del derecho internacional es que eso no puede ser reconocido por terceros países.

¿Existe alguna diferencia entre el reconocimiento de Jerusalén como capital y el traslado de la embajada a esa ciudad?

Eso sería solo la consumación práctica de lo que Estados Unidos resolviera en un primer paso. El traslado de la embajada sería la consecuencia lógica. El primer paso es más decisivo: que Estados Unidos establezca que Jerusalén es la capital de Israel. Instalar allí la embajada sería solo una forma de reforzarlo.

¿Cambia algo para los habitantes de Jerusalén desde el punto de vista legal?

Christian Tomuschat (picture-alliance/dpa/S. di Nolfi)Christian Tomuschat, especialista en derecho internacional.

Legalmente todo sigue como antes. La inclusión de Jerusalén en el territorio del Estado israelí, en sí, ya está consumada. Hasta ahora, los israelíes han respetado la presencia de los palestinos en el este de la ciudad. Pero es probable que Israel aproveche la oportunidad para seguir restringiendo el derecho de residencia de los palestinos en Jerusalén Oriental. Ya en los años pasados se intentó reiteradamente sacar de allí a los palestinos, retirándoles los permisos de residencia tras breves ausencias y también negándoles autorizaciones para construir.

¿Qué consecuencias políticas tendrá esta decisión de Trump?

No sé lo que Estados Unidos tenía en la cabeza. Esto conducirá naturalmente a disturbios y es probable que también a atentados terroristas. Se crean hechos consumados que hacen parecer improbable negociaciones exitosas en un tiempo previsible. Quedará una herida y provocará permanente intranquilidad, con consecuencias violentas. No se sabe cómo va a reaccionar el resto del mundo árabe. No se puede descartar un embargo petrolero ni otras consecuencias drásticas. Trump no tiene idea de lo que está haciendo.

¿Es decir que se aleja aún más una solución pacífica del conflicto del Cercano Oriente?

Esto, naturalmente, vuelve más improbable la solución de dos Estados, que en realidad todos favorecían. El Gobierno israelí siempre fue muy reservado, pero ahora parece por completo irreal. Pero los palestinos no renunciarán a Jerusalén  en visa de los símbolos religiosos que allí se encuentran.

*El profesor Christian Tomuschat es miembro emérito de la facultad de Derecho de la Universidad Humboldt de Berlín, exintegrante de la Comisión de Derechos Humanos de la ONU y expresidente de la Comisión de Derecho Internacional de la ONU.

EX EMBAJADOR ALEMÁN EN ISRAEL: «NUEVA INTIFADA»

Según, Rudolf Dressler, antiguo embajador alemán en Tel Aviv, tras la decisión anunciada por Tump, la región puede estar ante su tercera Intifada, .

DW: Señor Dreßler, el reconocimiento de Jerusalén como capital de Israel por parte de Estados Unidos fue aprobado en 1995 por el Congreso. ¿Cuáles fueron los motivos para postergar dicha decisión? 

Rudolf Dreßler: Todos los presidentes estadounidenses de todos los partidos suspendieron entonces cada seis meses dicha resolución, porque la decisión de Jerusalén como lugar para ubicar la embajada de Estados Unidos no encontraba aceptación ni por parte de los Estados árabes ni tampoco por parte de la Unión Europea. Siempre hemos recalcado que sería un recrudecimiento de la situación comparable a cabalgar sobre una ojilla de afeitar, y eso es lo que ha hecho precisamente ahora Donald Trump en el marco de su ignorancia al desoír a toda la comunidad internacional. Trump ha dicho: hago lo que quiero, al igual que de jefe con mis empresas.

Desde los años 70, existe el consenso internacional de tratar la solución al conflicto de Jerusalén como un tabú. ¿Qué puede resultar ahora del alejamiento de dicha decisión global?

Supongo que tiene que ver con la naturaleza de Trump. No es la primera decisión que ha tomado en este tipo de cuestiones. Lo peor es que el gobierno estadounidense ya no cuenta como factor estabilizador ni socio internacional para llevar a cabo negociaciones de paz debido a su partidismo unilateral por el traslado de la embajada. Es realmente lo peor del caso. Estados Unidos está descartado y ahora las miradas se dirigen exclusivamente hacia Rusia, China y la Unión Europea.

Rudolf Dreßler.Rudolf Dreßler, antiguo embajador de Alemania en Israel.

Usted fue el embajador de Alemania en Israel. ¿Pensó alguna vez que sería posible que el gobierno de Estados Unidos aplicase la resolución del Congreso?

No, no pensaba que fuera posible, porque quien haya dedicado tiempo a este asunto sabe que dicha aplicación no es una base sólida para el conflicto en sí, para abordar de nuevo las negociaciones. También porque los conflictos serían tan grandes que no se podría excluir la posibilidad de que hubiese una tercera Intifada. Si  recapacitamos sobre el porqué de la segunda Intifada, que fue por la visita del entonces presidente Ariel Sharon al Monte del Templo, reconoceríamos aspectos similares. No en términos de violencia, pero la ideología y el hecho de enviar una señal que indica ser partidario de un solo bando, también en este conflicto religioso, son muy peligrosos.

Alemania es un aliado de Estados Unidos. Como todos los representantes extranjeros, la Embajada alemana está ubicada en Tel Aviv. ¿Cómo es la postura de Alemania al respecto?

Decidiremos la cuestión de la ubicación de la embajada cuando haya un acuerdo de paz  para ambas partes, Jerusalén Este y Oeste, basado en el consenso entre israelíes y palestinos. Entonces ya tomaríamos estas consideraciones en cuenta, pero no es ahora el caso y creo que estamos más alejados que antes de dicho paso.

¿Hubo en algún momento otra postura en Alemania con respecto a la cuestión de Jerusalén?

No que yo sepa.

No solo el mundo árabe y musulmán está indignado por dicha decisión. ¿Qué significa la unilateralidad por parte de Estados Unidos a favor de Israel para el proceso de paz en la región?

Significa que Estados Unidos se retira de su papel como garante confidencial de un occidente marcado por el militarismo. Es un mensaje político, que también formuló el Ministro de Exteriores alemán y que significa que en este conflicto no buscamos nuevas vías para comenzar negociaciones de paz, sino vías para evitar que se vuelva a producir la violencia. Es decir, no se trata de retomar negociaciones de paz, sino evitar nuevos episodios de violencia. Es lo que ha desencadenado la decisión de Trump.

¿Qué va a suponer para la política alemana exterior?

No lo sabe nadie, pero si tuviese lugar violencia o una tercera Intifada, Alemania y la UE ser verían confrontadas con un gran problema. Tenemos que repensar cuál debe ser nuestro papel, dentro de la UE, con respecto a la política de Trump y Benjamín Netayahu en Israel. La posibilidad de retomar negociaciones de paz es por el momento reducida, no tendrá lugar. Tenemos que recapacitar sobre cómo podemos contribuir a que Israel se vuelva a sentar a la mesa de negociaciones.

Rudolf Dreßler (77) fue durante muchos años experto social del partido SPD en el Parlamento alemán. De 2000 a 2005 fue embajador alemán en Tel Aviv.

REACCIÓN MUNDIAL

Donald Trump ha vuelto a cumplir una de sus promesas electorales: la reubicación de la Embajada de Estados Unidos en Jerusalén, reconociendo dicha ciudad como capital israelí. Con este paso, Estados Unidos se aísla internacionalmente. La comunidad internacional prefiere decidir sobre el estatus de Jerusalén cuando haya negociaciones de paz.

«Estoy muy contenta, me hace feliz que un político relevante de este mundo lo lleve a cabo”, dice Tzana Riznik en la parte oeste de Jerusalén. Estados Unidos cumple así el sueño anhelado de Israel, el mejor aliado de Israel.

«ETERNA E INDIVISIBLE»

La parte oficial israelí habla de la ciudad “eterna, indivisible”. Israel reclama todo el territorio de Jerusalén, también la parte árabe de Jerusalén Este, que las tropas israelíes ocuparon, anexionaron y proclamaron capital israelí en 1967 durante la Guerra de los Seis Días. Dicho estatus nunca ha sido reconocido por la comunidad internacional y, por eso, las embajadas se hallan en Tel Aviv. Los palestinos, por su parte, reclaman Jerusalén Este como capital de su futuro Estado independiente.

«Es la decisión correcta. Vivo desde hace 45 años aquí, desde que nací y ya ha llegado la hora en la que el mundo reconozca Jerusalén como nuestra capital”, dice Sarah Partouche. Otros son escépticos cuando piensan en las consecuencias que puede acarrear una decisión de ese calibre. “No, para convivencia no es viable, todo será más complicado”, dice una transeúnte. Otros se preguntan qué puede originar la reubicación de la embajada estadounidense: “Para  mí, Jerusalén es nuestra capital, independientemente de lo que digan”, dice Ravit BenNaim.

CONSTERNACIÓN EN JERUSALEN ESTE

Sin embargo, en Jerusalén Este este nuevo paso de Estados Unidos se aprecia como una decepción. “No cambiará nada, de hecho, el mundo ha reconocido Jerusalén como capital israelí desde hace mucho tiempo”, dice Abu Mohammed, quien lee un periódico en un café. “Estamos ocupados desde 1967 y no cambiará nada si la Embajada de Estados Unidos se traslada o no”.

Otros opinan que es incomprensible que Estados Unidos quiera, con este paso, reconocer “las realidades existentes”, como se pudo escuchar en los círculos cercanos a la Casa Blanca. “El señor Trump no tiene ni idea de cómo vive la gente aquí”, dice Shihnaz Salem, una palestina-estadounidense, que está de visita en Jerusalén Este. Otros son más claros, como Hanan Abu Geith, una joven palestina: “No, Jerusalén no puede ser la capital de Israel. Jerusalén es la capital de Palestina. Nos pertence.”

Todavía los detalles sobre la declaración de Trump no han visto la luz, pero muchos temen que se vuelvan a repetir los capítulos de violencia. Los partidos palestinos han convocado tres días de protestas en Jerusalén, en los territorios palestinos y también en las embajadas de Estados Unidos en el extranjero.

ACTO SIMBÓLICO CON GRAVES CONSECUENCIAS

Las críticas no se han hecho esperar. Muchos países, también los aliados, han mostrado su descontento con la decisión de Trump. Tras haber telefoneado con el presidente de Estados Unidos, el presidente palestino, Mahmud Abbas, dijo el pasado martes que no va a ceder en su derecho a proclamar Jerusalén Este como capital palestina. El rey Abdalá II de Jordania, por su parte, advirtió del efecto desestabilizador en todo el Oriente Próximo. El rey de Arabia Saudí, Salman bin Abdulaziz, dijo que los musulmanes de todo el mundo verían la decisión como una provocación. La UE también se ha opuesto ha dicho paso.

Prácticamente no cambiará mucho, porque el traslado a Jerusalén tardará varios años en llevarse a cabo. El anuncio es solo el comienzo de un largo proceso, se escucha en la Casa Blanca. Pero es el simbolismo lo que cuenta y este tiene mucho peso en un lugar como Jerusalén. “Los unos reciben su capital”, resume una palestina. “¿Y nosotros? Ni idea. Es totalmente incierto lo que va a pasar“, añade. (Por Tania Kraemer de DW)

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