“Me voy contento, porque hicimos un trabajo serio, pese al desgaste y a los costos familiares que a veces tiene esto”, dice el diputado y ex secretario general de Amplitud, Pedro Browne, al anunciar que no repostulará a su escaño en la Cámara ni tampoco está interesado en el Senado. El legislador también hace un crítico balance de lo que ha sido la trayectoria del partido que se formó tras la renuncia de varios militantes RN descontentos con la entonces conducción de Carlos Larraín en enero de 2014.
¿Se retira de la política?
De la primera línea, sí. Pero no de la política. Voy a seguir militando en Amplitud, colaborando en las comisiones políticas y me gustaría contribuir con atraer a nuevos liderazgos.
¿Por qué se va del Congreso?
Usted renunció hace unos meses a la directiva. ¿Tiene que ver eso con su decisión de no repostular?
No, no repostulo por lo que señalé anteriormente, por una convicción. Y mi renuncia fue porque el cargo de secretario general requiere de una dedicación casi exclusiva y el trabajo parlamentario también, entonces no era compatible para enfrentar una elección municipal. Y además hubo miradas distintas, propias de los partidos políticos. Pero eso no lo dramatizo más de lo que fue.
¿Cuáles fueron esas diferencias? Se habló de un distanciamiento entre los diputados de Amplitud -usted y Joaquín Godoy- y su presidenta, la senadora Lily Pérez.
Son diferencias de miradas. Pero cuando estas cosas pasan se solucionan internamente, y yo tomé la decisión de no estar en la directiva. Pero ya es un capítulo cerrado, y no veo necesidad de reflotarlo. Siempre habrá diferencias. Lo importante es resolverlas. Y es natural que en toda agrupación haya más o menos afinidades y cercanías. Con Joaquín hemos trabajado siete años juntos y tenemos una coordinación y amistad fuerte.
Amplitud partió con tres diputados. Karla Rubilar renunció y ni usted ni Godoy van a la reelección. Se quedan sin diputados…
Debemos ser capaces de generar liderazgos. Queremos elegir parlamentarios en 2017 y no necesariamente deben ser los que están en ejercicio. Un partido que depende sólo de quienes lo formaron no es un proyecto colectivo. Como creemos en un proyecto colectivo, aspiramos a que sean otras personas quienes nos representen. En mi caso, me gustaría que Cristóbal_Saavedra, que trabaja conmigo, pudiera competir en mi lugar.
Rubilar se fue porque dijo que Amplitud le estaba dando más énfasis a lo político que a lo social.
Creo que ella tenía un punto, que nosotros no lo vimos en su minuto: nos fuimos por el camino corto. Había dos caminos para Amplitud: el largo, que era instalar primero una base de ideas potente y generar equipos, y una vez que es estuviese consolidado ahí enfrentar las elecciones. Y el corto: plantear nuestro ideario y rápidamente juntar las firmas para competir en elecciones. Y tomamos el corto. Y, al convertirnos rápidamente en partido, cuesta más diferenciarse. Mirándolo hoy, creo que debiésemos haber ido más lento.
¿Cómo evalúa el resultado de Amplitud en las municipales?
No tuvimos el mejor de los resultados. Más allá de que logramos dos alcaldes y 19 concejales, quedó la sensación de que no fuimos capaces de irrumpir con fuerza. Y eso va de la mano con lo que nos pasa hoy, que no tenemos liderazgos presidenciales. Y eso es una gran dificultad. En la presidencial va a estar el debate de ideas. Pero lamentablemente no hemos sido capaces de levantar un liderazgo, por lo que las ideas del centro liberal van a quedar en un vacío, sin representación. Nuestro proyecto sería diferente si tuviéramos un candidato.
¿Es un fracaso no tener una carta?
Es, al menos, un traspié. A mí me hubiera gustado tener una primaria entre Lily Pérez y Andrés Velasco. Eso habría fortalecido mucho el proyecto político. Ellos tomaron una decisión más vinculada a la senatorial, pero eso nos deja un vacío difícil de llenar. Y nuestros candidatos a las parlamentarias van a sentir esa ausencia.
La Tercera/Agencias
