¿Qué contiene a la DC?

¿Qué contiene a la DC?

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En los últimos dos años, la Democracia Cristiana ha intentado -con poco éxito- ser un dique de contención de la izquierda en la Nueva Mayoría (NM). Su objetivo era frenar la evidente hegemonía de izquierda, las lógicas refundacionales, la política de la retroexcavadora y el ninguneo al partido que, pese a ser el más grande del pacto, cada día tiene menos peso en la NM.

Ello llevó a la DC a ser un partido que hace tiempo dejó de tener un proyecto propio y se contenta con la lógica del mal menor. ¡Cuántas veces hemos escuchado que sin la DC las cosas estarían mucho peor! Pero, ¿qué va quedando de esta contención? Miremos las últimas semanas: reforma laboral y aborto.

Ambos dicen relación con visiones profundas sobre la sociedad que se quiere construir, donde un movimiento político no puede sustentar su acción sobre la mera contención de otra fuerza, sino que sobre la claridad y convicción de sus propuestas. Un partido no puede tener tantas confusiones e ideas contradictorias sobre las regulaciones de las relaciones laborales de acuerdo a su visión del Bien Común. Y aún menos sobre el origen de la vida. El primer tema exige una visión sobre la justicia social, el empleo y el emprendimiento. El aborto sobre la defensa de la vida. Todos exigen respeto y aceptación democráticos, pero no silencio ni acomodación de convicciones.

En materia laboral, los senadores díscolos de la falange se atrevieron a quebrar lanzas y, en conjunto a la oposición, rechazaron la obligatoriedad de la negociación interempresa -que sería un duro golpe a las pequeñas empresas- y repusieron el concepto de huelga pacífica. No tuvieron el mismo éxito con la extensión de beneficios, que un informe de los propios expertos DC considera inconstitucional. Pero este pequeño e insuficiente paso -para una reforma que tendrá negativos efectos sobre el empleo- ni siquiera logra el consenso interno con sus propios diputados y ha sido blanco de una fuerte arremetida del bloque PS-PC, que insiste en volver al espíritu original del proyecto. Y depende del incierto veredicto de una comisión mixta, que tendrá que zanjar las diferencias políticas que el oficialismo no ha logrado superar.

En cuanto al aborto, más allá de la entendible postura de la bancada de votar “en conciencia” (entre tantas posturas internas distintas), es una muestra de la falta de capacidad decé de lograr conquistar posiciones para el proyecto de sociedad que buscan construir. Su escasa sintonía con el Gobierno quedó de manifiesto en un tema sensible para quienes se oponen en la DC al proyecto del Ejecutivo. La cruzada de la excanciller Soledad Alvear por dar una alternativa provida -con un programa de acompañamiento efectivo a las mujeres en situación de riesgo y mejoras al sistema de adopción- simplemente recibió un portazo del Sernam. Tanto, que diputados DC debieron presentar un proyecto alternativo, acusando “falta de diálogo” y una “actitud intolerante y totalitaria”. En la Cámara, el aborto finalmente fue aprobado en tres causales. Como siempre ocurre, gana la izquierda con los votos de la DC.

Legítimamente uno se pregunta: ¿qué contiene realmente la DC? Y también hacia dónde va el partido. Cada cierto tiempo surgen los cantos de sirena del camino propio, que se diluyen frente a la disyuntiva de tener que dejar el confort del establishment y del poder.

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