Propuesta socialdemócrata de Jara augura tenso vínculo con el PC

Propuesta socialdemócrata de Jara augura tenso vínculo con el PC

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Sin banderas del Partido Comunista sobre el escenario -replicando la fórmula de su franja televisiva-, Jeannette Jara se subió la noche del domingo al escenario desplegado en la calle Ricardo Cumming, en el centro de Santiago, para celebrar su victoria en las primarias.

La candidata logró un 60,16% de los votos, superando por amplio margen a su principal contendora, Carolina Tohá, que contaba con el apoyo del Socialismo Democrático (28,07%). Y aunque la exministra del Trabajo logró convocar a 15 votantes por cada militante -según Faro UDD-, de todos modos lo hizo en un contexto de baja participación.

Sólo 1.420.435 personas participaron de los comicios voluntarios, lo que marcó a esta primaria como la menos convocante en los últimos 12 años. La candidata logró convencer y convocar más que sus contendores, capturando votos del Frente Amplio y el Socialismo Democrático.

Parte de la estrategia para conseguir esos apoyos estuvo ayudada por elementos como su identificación con la ex Presidenta Michelle Bachelet; capitalizar al máximo la reforma de pensiones conseguida en este Gobierno cuando era ministra; y reforzar su carisma y mensajes que reforzaran la idea de que «no viene de la élite».

Pero también debió cuidarse del «fuego amigo». Jara se debió distanciar rápidamente de las declaraciones de Daniel Jadue en la recta final de la campaña, cuando abordó las tensiones que se habían abierto con Tohá y afirmó: «con esos socios, para qué necesitamos derecha en este país».

Esto, en contradicción al discurso que había cultivado Jara: unidad. La exministra también debió dejar pasar los dichos del timonel del PC, Lautaro Carmona, quien la contradijo respecto a Cuba.

Jara había dicho el lunes pasado que «Cuba tiene problemas internos, tiene que solucionarlos y los derechos humanos se deben respetar en todos lados. Entiendo que hay informes internacionales respecto de presos políticos y eso me parece que son vulneraciones a los derechos humanos».

Pero el presidente del partido dijo el miércoles -a Radio Cooperativa- que «absolutamente» la falta de democracia en Cuba es culpa del bloqueo de EE.UU. Así, tras el triunfo y los fuegos amigos que sorteó en la campaña de la primaria, ¿qué relación debería cultivar Jara de cara a noviembre con el PC?

En conversación con Emol, analistas entregaron sus balances. Las señales de Jara «Ahora viene lo bueno, como se dice en buen chileno», dijo el lunes la candidata Jara a Mega.

Asimismo, al ser consultada por las críticas al PC respecto a su capacidad de gobernar, e incluso, al debate por el «anticomunismo» que se abrió en la campaña de las primarias, Jara subrayó que ahora ella es la candidata «de la coalición, de centroizquierda y de más de un partido».

«A mi entender, muchos levantan esos temas porque como no tienen otra forma de descalificarme, tratan de levantar mitos de los tiempos de la Guerra Fría», comentó la candidata.

Al ser consultada por si renunciará al PC, Jara no lo descartó. «En los próximos días voy a conversar con todos los sectores de la coalición, y no sé muy bien lo que se vaya a decidir, pero mi compromiso es con el país». «Por mí (no lo haría), pero creo que hay responsabilidades que son mayores, pero por mí no», manifestó.

RELACIÓN TENSA Y CONTRADICTORIA

Una de las proyecciones en las que convergen los analistas es que la relación de Jara con el PC, será «tensa» y en algunos casos, incluso «contradictoria». Kenneth Bunker, director del Laboratorio de Democracia y Gobierno USS, comenta que «La relación de Jara con el PC va a estar tensionada. Va a ser una relación difícil, muchas veces contradictoria, donde Jara va a estar empujando hacia el centro y el partido va a seguir funcionando como un polo de gravedad».

Esto, porque «Jara necesita ir hacia los votantes más moderados y el partido es más bien dogmático en su ideología. Entonces creo que va a haber una relación bastante difícil a momentos y tensa entre Carmona, el presidente del partido, y Jara, la candidata».

El experto subraya que «a medida que nos vayamos acercando a la elección creo que va a ser más difícil esta relación. Es improbable que Carmona se mueva de su rigidez ideológica y por lo tanto creo que Jara va a tener que explorar alternativas y ser creativa en la forma que se presente como una candidata que viene de la izquierda pero que está abierta a gobernar o al menos considerar en su programa ideas de todos los sectores políticos del centro hacia la izquierda».

En la misma línea, Eric Latorre, director del magister en Gobierno y gestión pública de la Universidad Autónoma, también plantea que la relación entre Jara y el PC será tensa, y que se agudizarán los problemas que ya se vieron en la primaria.

«En una campaña larga como la presidencial no será tan fácil ‘esconder’ o morigerar la militancia comunista, lo que tensionará la relación con los verdaderos controladores del partido, los que si bien tienen un gran sentido político y vocación por el poder, estará por verse hasta dónde aceptan la autonomía de Jara y su aspiración a presentarse como social demócrata», subrayó.

Por su parte, el académico de la Universidad de Tarapacá, Alejandro San Francisco, subraya que Jara tiene una amplia trayectoria en el PC, como militante desde los 14 años y en distintos cargos. Sin embargo, cuando hay una candidatura de un solo partido es mucho más nítida, «en cambio dentro de una coalición eso tiende a desdibujarse un poco, para asumir un liderazgo más transversal».

«En el caso de Jeannette Jara eso estará presente, a lo que se suma un aspecto táctico: la necesidad de ‘descomunistarse’, para llegar a sectores más amplios y evitar los costos del anticomunismo, que es una corriente histórica muy relevante, que en alguna medida había hecho inviable una candidatura del PC a la cabeza de una coalición», afirma.

Con todo, San Francisco subraya que el Partido Comunista es un conglomerado con sentido de poder e ideas claras. «A mí me parece que Jara está en la misma línea y por eso podemos pensar que la clave estará en la definición del programa y la orientación socialista del eventual futuro gobierno. No hay que dejar pasar que, en caso de ganar Jara, pasaría a ser la primera presidenta comunista en la historia de Chile». (Emol)