Luego de su exposición, el ministro se refirió a la declaración conjunta que en la víspera habían firmado y hecho pública los presidentes de Perú, Ollanta Humala y de Bolivia, Evo Morales, en lo que se conoció como declaración de las Islas Esteves, en alusión al lugar en donde se redactó: una localidad del sur peruano.
El texto conjunto de Perú y Boliva consta de 36 puntos y en uno de ellos, el número 32, se lee: «La República del Perú mantiene su más amplio espíritu de solidaridad y comprensión en relación a la situación de mediterraneidad que afecta a Bolivia. En ese contexto, los mandatarios reafirmaron la significación de las normas del Derecho Internacional y de los principios consagrados en la Carta de las Naciones Unidas, en particular, el rechazo a la amenaza o al uso de la fuerza y la solución pacífica de controversias. El Presidente del Perú expresó sus fervientes votos para que pueda alcanzarse una solución satisfactoria a la referida situación de mediterraneidad».
Al respecto, el canciller Muñoz expresó que «nos ha causado sorpresa el párrafo sobre la aspiración marítima boliviana en la declaración Perú-Bolivia. No logramos entender la referencia al principio del rechazo a la amenaza y uso de la fuerza en el contexto actual de nuestra región, principio que Chile suscribe plenamente y que nunca ha estado en duda. Y si bien hay una mención a las normas del derecho internacional, nada se dice del respeto a los tratados, mientras que la expresión de votos fervorosos para lograr una solución a la mediterraneidad boliviana no se compadece con la existencia de un Tratado válido y vigente sobre la materia».
Y agregó que «el momento no puede ser más inoportuno, cuando está pendiente un fallo de la Corte de La Haya sobre la interposición de objeciones preliminares a la competencia de la Corte en el caso de la demanda boliviana contra Chile».
El ministro Muñoz también apuntó a que «hay una referencia, por ejemplo, en el uso de la fuerza que no atinamos a entender. Luego, sin embargo, hay que valorar que se subraye el significado y la importancia del derecho internacional, pero hay otras menciones que no nos resultan totalmente claras y siempre sería útil que en una declaración de esta naturaleza, particularmente en el caso de Chile que enfrenta un juicio en la Corte Internacional de La Haya, el que sea muy claro para no llamar a malos entendidos».
El contenido de este documento provocó profunda molestia en las autoridades chilenas, que han rechazado multilaterizar la situación con Bolivia. Junto con esta incomodidad, fuentes de Cancillería confirmaron a «El Mercurio» que la Mandataria decidió suspender una reunión bilateral que tenía agendada con el Presidente peruano Ollanta Humala.
El encuentro estaba «plenamente contemplado» para realizarse en Paracas, la localidad peruana donde el próximo 2 y 3 de julio se llevará a cabo una cumbre de la Alianza del Pacífico. Originalmente, la Jefa de Estado planeaba trasladarse un día antes de que comenzara este encuentro para juntarse con Humala.
En el Gobierno se consideró que no existen condiciones para una reunión con Humala, pues la declaración peruana «va más allá de todo» lo aceptable en términos diplomáticos y se produce en el momento más inoportuno: cuando las relaciones bilaterales estaban tomando un buen curso político.
Después de la firma del texto en Islas Esteves, fue Morales quien de inmediato aludió a su contenido: «A nombre del pueblo boliviano debo expresar una profunda satisfacción al pueblo peruano y al Presidente por la solidaridad por el respaldo al tema del mar. Es una reivindicación del pueblo boliviano y en esta declaración conjunta apostamos a soluciones pacíficas respetando el derecho internacional por eso hermano Presidente muchas gracias por este documento que está en la declaración de este evento bilateral», dijo.
Hasta anoche, en la Cancillería se evaluaba el envío de una nota de protesta a Perú, definición que podría adoptarse en las próximas horas.
Al ser consultada sobre este documento, la ministra de Relaciones Exteriores de Perú, Ana María Sánchez, dijo que plasmó «la posición que el Perú siempre ha tenido. Nosotros apoyamos que Bolivia no siempre quede en aislamiento».
La última reunión bilateral entre Bachelet y Humala se registró el pasado 10 de diciembre de 2014. Esta se realizó en Perú, con motivo de la cumbre del Clima COP20. En esa ocasión dialogaron por cerca de veinte minutos, a casi un año del fallo de la Corte de La Haya.
En esa oportunidad, Bachelet declaró que se abordó la forma en que se han «ido rearticulando las actividades bilaterales con las consultas políticas que ya fueron en Chile, las consultas del área social que serán pronto y así como seguimos esta relación bilateral que es muy importante».
