Alterando el calendario previsto, la Justicia alemana decidió hoy posponer a la próxima semana su decisión sobre una posible prohibición de automóviles diésel en ciudades con altos niveles de contaminación.
El Tribunal Administrativo de Leipzig, en el este del país, tenía previsto dar a conocer hoy la sentencia, que podría ser pionera, pero optó finalmente por retrasarla hasta el próximo martes, según anunció el juez presidente, Andreas Korbmacher.
Los máximos jueces tienen en su mano allanar en segunda y última instancia el camino para la prohibición del uso de estos vehículos en urbes en las que desde hace años se superan los niveles máximos de óxido de nitrógeno.
Los óxidos de nitrógeno (conocidos por sus siglas como NOx) son gases tóxicos que pueden dañar las vías respiratorias y los ojos si su concentración es elevada.
También pueden causar problemas cardiovasculares y pulmonares.
De acuerdo con las cifras de la Oficina Federal de Medio Ambiente de Alemania, en casi 70 ciudades del país se registran niveles superiores a los permitidos.
La lista la encabezan Múnich, Stuttgart y Colonia.
NO HABRÁ PROHIBICIÓN AUTOMÁTICA
La asociación alemana de medio ambiente Deutsche Umwelthilfe (DUH) presentó una demanda contra los municipios para obligarlos a incluir la prohibición de circulación en el catálogo de medidas destinadas a contrarrestar las elevadas emisiones de óxido de nitrógeno y ganó los juicios de primera instancia.
Los jueces de Leipzig revisarán ahora los planes de Düsseldorf y de Stuttgart para reducir las emisiones y darán su veredicto sobre si es lícito prohibir la circulación de vehículos de motores diésel de mayor antigüedad como una opción eficaz que debe ser contemplada en los planes de depuración del aire. Los magistrados, sin embargo, no pueden prohibir por sí mismos la circulación de los vehículos más contaminantes.
La sentencia serviría de modelo a nivel nacional, en especial si el tribunal declara lícita la prohibición de circular.
Estas medidas podrían ser tomadas de acuerdo con el caso y diferir de una ciudad a otra.
Podrían ser limitadas en tiempo y también en cuanto a los lugares de una ciudad en la que entran en vigor. Cerca del 60 por ciento de la contaminación de óxido de nitrógeno es causada por el transporte y de este 60 por ciento, un 72,5 por ciento se debe a las emisiones de automóviles de motor diésel. (DW, dpa, ap)