Desde el martes 10 de marzo, cuando se formalizó la salida de la asesora Paula Walker como directora de la poderosa Secretaría de Comunicaciones (Secom) de La Moneda, dicha jefatura ha recaído en el segundo de a bordo, Carlos Correa, en calidad de subrogante, quien –según se resolvió hace unos días en Palacio– no será ratificado en dicho puesto.
Hace unos días La Moneda decidió no dejar a Correa a cargo de la Secom precisamente para no abrir un flanco de críticas y suspicacias, debido a su parentesco –es el hijo– con el dueño de la consultora Imaginaccion, Enrique Correa, que tiene estrechos lazos laborales con SQM y con algunos de los protagonistas del caso Penta, en virtud de su asesoría comunicacional a los dueños del holding investigado por la Fiscalía por el financiamiento ilegal de campañas políticas de la UDI.
Carlos Correa trabaja en la Secom desde el debut de la actual administración bacheletista en marzo del 2014. Fue reclutado –al igual que la jefa de prensa de la Presidencia, Haydee Rojas– en la lógica de dar una mirada distinta a la estrategia comunicacional del Gobierno, que durante la campaña fue duramente criticada por el excesivo secretismo y tensa relación con los medios de comunicación.
Pese a que ese criterio sigue en pie y ha ganado terreno interno en el Gobierno, la decisión de no ratificar a Correa, explicaron en La Moneda, se tomó independientemente de sus competencias laborales y expresamente por su vínculo familiar, que durante estas semanas ha generado críticas en ciertos sectores políticos, por la compleja señal que genera para el Gobierno que se asocie a La Moneda con el conocido estratega político, más aún en el contexto actual de desconfianza ciudadana a las instituciones, autoridades y políticos.
Se ha dicho que existe una suerte de comité en Palacio para la búsqueda del nuevo director de la Secom. Pero en el seno del propio Gobierno confiesan que dicho equipo, a lo más, hará algunas sugerencias, ya que la decisión la tomará exclusivamente la Presidenta Michelle Bachelet a finales de marzo o en los primeros días de abril.
Han circulado por la prensa varios nombres como posibles candidatos, pero todos fueron descartados por La Moneda. El principal era el jefe de asesores del Ministerio del Interior, Robinson Pérez, cuya opción quedó frustrada debido –confesaron en el Gobierno–- a que ha perdido la confianza de la Mandataria, quien tendría cierta distancia con él, dato clave a la hora de elegir al nuevo Secom. (El Mostrador)
