Plan Nacional de Humedales supera las 231 mil hectáreas protegidas

Plan Nacional de Humedales supera las 231 mil hectáreas protegidas

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Tres nuevos santuarios de la naturaleza fueron aprobados por el Consejo de Ministros para la Sustentabilidad, con el objetivo de proteger su biodiversidad y servicios ecosistémicos y poder, así, garantizar su conservación y gestión a largo plazo. Se trata de los humedales de Angachilla y Llancahue en la Región de Los Ríos y La Boca en la Región de Coquimbo.

Los tres espacios consideran una superficie aproximada de más de cuatro mil hectáreas en conjunto, los cuales entregan beneficios fundamentales para la población que habita cerca de las zonas, como el control de inundaciones y regulación de aguas lluvia, mitigación del ruido, regulación de la temperatura ambiental y múltiples servicios ecosistémicos culturales.

Para la ministra del Medio Ambiente, Carolina Schmidt, “estos nuevos santuarios de la naturaleza destacan no solo por las más de cuatro mil hectáreas que serán protegidas, con lo que el Plan Nacional de Protección de Humedales llega a las 231 mil hectáreas, sino también porque estamos otorgando figuras de protección que beneficiarán a las comunidades que viven cerca de estos humedales, permitiendo el cuidado de la biodiversidad de estas áreas y de los distintos beneficios para el bienestar humano, cultural, paisajístico e incluso arqueológico que tienen”.

Humedal Angachilla

El santuario de la naturaleza Humedales de Angachilla se encuentra en la comuna y provincia de Valdivia, y contará con aproximadamente 2.025 hectáreas, en las que se incluye el río del mismo nombre, cuyo sistema de humedales está formado por los esteros Miraflores, Angachilla, Prado Verde, Las Parras, Las Gaviotas, y las lagunas de Santo Domingo. La propuesta fue apoyada por un conjunto de organizaciones sociales y comunidades locales, contando con un amplio apoyo ciudadano, y su administración estará a cargo de la Corporación de Humedales de Angachilla.

El área posee cuatro ecosistemas relevantes altamente amenazados, como los humedales palustres, bosques ribereños como pantanosos y ecosistemas fluviales. La zona es hábitat de una alta biodiversidad compuesta por 121 especies de fauna y 145 especies de flora, varias de ellas en un estado de conservación amenazado según el Reglamento de Clasificación de Especies, entre ellas, la rana chilena y el huillín.

Humedal Llancahue

En tanto, la declaración del santuario de la naturaleza Llancahue, fue impulsada por la Seremi de Medio Ambiente de Los Ríos, con participación del Ministerio del Bienes Nacionales al ser un Bien Nacional Protegido. La propuesta de protección considera una superficie de 1.277 hectáreas en la cuenca hidrográfica del estero Llancahue, que constituye una importante fuente de agua potable para la ciudad de Valdivia, además destaca por ser área en donde se desarrollan actividades con fines educacionales y científicos, principalmente impulsadas por la Universidad Austral de Chile (UACh).

Cerca del 80% de su superficie corresponde a ecosistemas boscosos de flora nativa del sur de Chile, entre los que destacan renovales de canelo (Drymis winteri), coigues (Nothofagus dombeyi), mixtos siempreverdes, así como bosques adultos de ulmo (Eucryphia cordifolia), tepa (Laureliopsis philippiana) y olivillo (Aextoxicon punctatum), siendo un sitio clave al albergar bosques templados lluviosos valdivianos.

Es importante destacar que el trabajo desarrollado en Llancahue ha sido reconocido por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y CONAF como un caso ejemplar de manejo forestal sostenible, especialmente por el foco en sostenibilidad e integración social.

Humedal La Boca

En la Región de Coquimbo, se encuentra el santuario de la naturaleza humedal costero La Boca, ubicado en la comuna de La Higuera y comprende una superficie aproximada de 1.129 hectáreas. El proponente y responsable de la administración es la Comunidad Agrícola de Los Choros. El área alberga distintos hábitats como humedal, borde costero, dunas, y matorral, para especies únicas de flora con un alto nivel de endemismo como el palo negro (Heliotropium stenophyllum) y el churqui (Oxalis gigantea) y especies de fauna como el zarapito de pico recto (Limosa haemastica) y el piquero (Sula variegata).

El área se inserta en el ecosistema terrestre denominado Matorral Desértico Mediterráneo Costero de Oxalis gigantea y Heliotropium stenophyllum, el cual solo posee un 1,1% de su superficie protegida a nivel nacional y destaca por la presencia de un ecosistema dunario que se caracteriza por una alta fragilidad, sustentando una fauna y flora única, con adaptaciones a la escasez hídrica y a múltiples condiciones de estrés.

En el sector se registran diversos hallazgos arqueológicos como acumulaciones de conchas, material óseo y fragmentos cerámicos, entre otras evidencias prehispánicas de la presencia en la zona de las culturas Ánimas y de su sucesora la Diaguita. (La Tercera Que Pasa)

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