Piñera: el regreso

Piñera: el regreso

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Cada vez que le preguntan sobre su regreso, se ríe y dice: “La Cecilia cree que esto debe ser ‘a la argentina’, primero el marido, luego la mujer. A la Mane le gusta la fórmula peruana: después del padre, la hija. Y Miguel dice que lo mejor es que funcionemos a la cubana: entre hermanos”.Como sea, lo cierto es que Piñera está cada día más cerca de volver a La Moneda. Un escenario impensado hasta hace algunos meses, pero Bachelet se lo está haciendo fácil.

La teoría dice que hay dos formas de ganar. La primera, es correr más rápido que todos. La segunda, es esperar que el primero se caiga, se equivoque. Eso es lo que está pasando hoy. La otrora invencible Bachelet es hoy un blanco débil, arrastrando a su coalición por el mismo camino. En ese escenario, la figura de Piñera resurge. Es cierto, no tuvo que hacer mucho para ello, salvo esperar. Y esa ha sido la principal virtud del expresidente, teniendo en cuenta que la paciencia no es su fuerte. Pero esta vez lo ha sido. Está siguiendo al pie de la letra el guión que dice que este no es momento de ser el candidato; sólo parecerlo. Una diferencia sutil, pero importante.

Si la elección fuera hoy, la ganaría. Pero como todavía falta, se trata de un juego de estrategia fina. Ya alcanzó la punta, ahora son los otros los que tienen que apostar a una equivocación suya. Estos meses serán claves, partiendo por la elección municipal. Será el primer test donde se medirán las fuerzas. No definitivo, pero una señal que permitirá conocer cuánta agua hay en la piscina de cada sector. Y luego habrá que ver quién será su principal contendor. Veremos si Lagos se atreve. Si no, será Isabel Allende. Habrá varios más, pero ninguno demasiado importante. Por ahora.

Pero más allá el juego electoral, la pregunta de fondo es para qué Piñera quiere volver a ser Presidente, considerando que es mucho lo que arriesga. Más que mal, terminó su gobierno con un 50 por ciento de aprobación, cifra muy respetable en estos días. Es más del doble de lo que tiene actualmente Bachelet. También sabe que lo que viene será muy duro. La economía no se recuperará rápido y las demandas sociales seguirán presentes. En suma, puros problemas. Es cierto, nunca ha sido fácil gobernar, pero otra cosa es saber que será extremadamente complejo. Piñera lo tiene claro. Por eso, cuando dice que no tiene una decisión tomada, habla en serio. En estos meses no sólo está tanteando el terreno; también sus ganas. El desgaste de un nuevo período no es menor. Él tuvo momentos muy duros, pero el caso Bachelet muestra que todo puede ser peor.

La motivación de volver, por su parte, es evidente. Piñera está hecho para estos momentos. Son los que lo motivan, lo hacen vibrar.También sabe que su mayor fortaleza, la gestión, el enfoque a resultados, es lo que la gente reclama a gritos. Ahora nadie lo va a criticar por falta de relato. Basta de palabras, lo que se necesita es acción. O sea, la cancha donde mejor juega. Ese es su canto de sirenas, salir a romperla con todo. Muchos apuestan a que Piñera optará por esto último. Que lo arriesgará todo. Yo me sumo a los que prefieren esperar y ver.

 

La Tercera/La Tercera

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