Luego de una contracción nunca antes vista provocada por la pandemia del coronavirus, también se esperaba que el rebote del Producto Interno Bruto (PIB) en Estados Unidos fuera sin precedentes, y así fue.
De acuerdo a lo informado esta mañana por el Departamento del Comercio, el PIB se expandió 33,1% en el tercer trimestre de este año, lo que implica un máximo para la historia de la principal economía mundial.
El dato publicado hoy es ampliamente superior a la expansión de 16,7%, en el primer trimestre de 1950, luego de la profunda recesión provocada por la Segunda Guerra Mundial.
La cifra fue incluso más positiva que las expectativas que tenía el mercado, que había proyectado una expansión de 31% de la actividad para el período mencionado.
El rebote implica que el país ya habría dejado atrás la parte más crítica de la recesión provocada por la pandemia, ya que en el período que comprende de abril a junio el desplome del Producto fue de un histórico 31,4%.
La expansión responde a la reapertura de la economía fuertemente golpeada por las cuarentenas y cierres del trimestre anterior, y fue impulsada por el aumento del consumo -que creció un 40,7%-, la inversión interna privada bruta (incremento de 83%) y residencial (alza de 59,3%), además de una mejora en las exportaciones.
Aunque los ciudadanos siguen mirando con cautela la reapertura -ya que los contagios de Covid-19 volvieron a alcanzar nuevos máximos en los últimos días- la recuperación de la actividad de los consumidores jugó un rol clave en el histórico desempeño económico, ya que comprende alrededor de dos tercios del PIB.
Pese al crecimiento récord, economistas advierten que esto no sería permanente. «Dado que las infecciones por coronavirus alcanzaron un récord en los últimos días y es poco probable que llegue un estímulo fiscal adicional hasta, como muy pronto, el comienzo del próximo año, los avances adicionales serán mucho más lentos» dice una nota de Capital Economics, que advierte que el crecimiento del PIB del cuarto trimestre sería solo de 4,5%.
A solo cinco días de las elecciones presidenciales de EEUU, la apuesta de la campaña de Donald Trump era justamente que hoy se publicara un dato sin precedentes, algo que dicen reforzaría las fortalezas del actual mandatario en dicha materia en la recta final.
EMPLEO TAMBIÉN SORPRENDE
Las cifras semanales de nuevos desempleados también significaron una buena noticia, ya que cayeron a su mínimo desde la llegada de la pandemia en marzo, cuando el indicador se disparó a máximos históricos para el país.
El Departamento del Trabajo reveló hoy que las solicitudes de subsidios por desempleo cayeron por segunda semana consecutiva, llegando a 751 mil nuevos pedidos del beneficio, por debajo de los 791 mil reportados el jueves pasado.
El dato es inferior también a lo que habían estimado economistas, que contemplaban que los nuevos desempleados se mantuvieran en un rango más o menos similar, disminuyendo solo a 778.
Adicionalmente, las solicitudes continuas por desempleo -o sea quienes han recibido el beneficio por al menos dos semanas consecutivas- cayeron en 709 mil personas, llegando a 7,75 millones durante la semana del 17 de octubre.
La mejora en las cifras laborales se está dando pese a que la Casa Blanca y los demócratas no han conseguido llegar a un consenso en cuanto a un nuevo plan de estímulo para apoyar a los estadounidenses. (DF)
