Fue un día con muchos gestos del Papa Francisco hacia el mundo indígena. El último vino en su actividad final en Santiago, en la Universidad Católica, donde el Pontífice volvió a destacar la relevancia de ese mundo.
Ante más de 3 mil invitados, entre ellos el presidente electo Sebastián Piñera y el ex mandatario Ricardo Lagos, Francisco hizo un guiño en un mensaje que estuvo dedicado a la labor de las instituciones de educación en los tiempos modernos.
“Es necesario que la adquisición de conocimiento sepa generar una interacción entre el aula y la sabiduría de los pueblos que conforman esta bendecida tierra. Una sabiduría cargada de intuiciones, de ‘olfato’, que no se puede obviar a la hora de pensar Chile. Así se producirá esa sinergia tan enriquecedora entre rigor científico e intuición popular”, aseveró el Papa.
“Es indispensable prestar atención a los pueblos originarios con sus tradiciones culturales. No son una simple minoría entre otras, sino que deben convertirse en los principales interlocutores, sobre todo a la hora de avanzar en grandes proyectos que afecten a sus espacios”, fue la mención que Francisco sacó de forma textual de su encíclica Laudato Si para mencionarla en su discurso.
MISIÓN DE LA UC
“La comunidad educativa no puede reducirse a aulas y bibliotecas, sino que debe ser desafiada continuamente a la participación. Tal diálogo sólo se puede realizar desde una episteme capaz de asumir una lógica plural, es decir, que asuma la interdisciplinariedad e interdependencia del saber”, señaló el Papa sobre el rol de la universidad.
“La comunidad educativa guarda en sí un sinfín de posibilidades y potencialidades cuando se deja enriquecer e interpelar por todos los actores que configuran el hecho educativo. Esto exige un mayor esfuerzo en la calidad y en la integración. El servicio universitario ha de apuntar siempre a ser de calidad y de excelencia, puestas al servicio de la convivencia nacional. En este sentido, podríamos decir que la Universidad se vuelve un laboratorio para el futuro del país, ya que logra incorporar en su seno la vida y el caminar del pueblo superando toda lógica antagónica y elitista del saber”, planteó Francisco, enmarcando los desafíos en este nuevo ambiente.
El Papa guardó un gesto especial para el rector de la UC, Ignacio Sánchez, a quien le dedicó palabras elogiosas al inicio de su intervención. “Le agradezco a usted, señor rector, el bien que hace con su sapiencialidad en el gobierno de la universidad y en defender con coraje la identidad de la Universidad Católica”, planteó el Papa.
POSICIÓN ANTE EL ABORTO
El Rector de la Pontificia Universidad Católica de Chile, Ignacio Sánchez, dio la bienvenida al Papa Francisco en la casa de estudios, en un discurso en el que destacó el compromiso de la institución con la “protección de la vida y de la familia”.
A la actividad asistieron 3.100 invitados, entre los que destacaron el Presidente electo Sebastián Piñera, el ex Mandatario Ricardo Lagos, varias autoridades y figuras públicas como el animador de TV, Mario Kreutzberger.
Durante su breve discurso, el rector Ignacio Sánchez sostuvo que “tenemos importantes desafíos para nuestra patria entre los que se encuentra la convivencia nacional y la capacidad de avanzar en comunidad tras la búsqueda de aquellos que consideramos en esencia justo, bello, bueno y verdadero”.
Sánchez dijo que la UC ha puesto énfasis en el sentido de comunidad, en el encuentro personal “con una preocupación personal por cada una de las personas que la integran”.
Sánchez también hizo énfasis al “compromiso y apoyo al cuidado de la vida desde la fecundación hasta la muerte natural”, lo que generó varios aplausos.
En este sentido destacó la “importancia de la familia como núcleo principal de la sociedad. En ella se enseña el valor de la vida, el respeto, cuidado de los niños y también de las personas mayores”.
Y agregó que el mensaje del Pontífice “permanecerá para siempre en Chile y en especial en la UC”.
ESTUDIANTES: «DOBLE MORAL»
La Federación de Estudiantes de la Universidad Católica desplegó un lienzo a las afueras de la casa de estudios durante la visita del Papa Francisco en la que acusaban a la UC de “doble moral”.
“Doble moral en la UC. Aquí se vulneran derechos laborales, sexuales, en dictadura, de la mujer”, fue la frase exhibida.
La manifestación dejó a ocho estudiantes detenidos.
Además, la presidenta de la Federación de Estudiantes de la UC, Josefina Canales escribió una carta al Pontífice en la sostuvo que el clero “ha tenido un rol pasivo y muchas veces de encubrimiento con los responsables de abusos sexuales, protegiendo así la imagen de la Iglesia por sobre la verdad, al victimario por sobre a la víctima. Con esto se ha causado un daño tremendo a las víctimas y sus familiares, y además se ha fomentado la impunidad de quienes merecían castigo.
“En nuestra universidad, donde usted es el máximo jerarca, hemos tenido tibios avances, con un protocolo de abusos que se demora más de 9 meses en entregar respuestas, meses que son de silencio incertidumbre y angustia para las víctimas (…) La Iglesia ha elegido ser ciega a la hora de ver los casos de abusos y muda a la hora de denunciarlos. Misma suerte ha corrido nuestra universidad muchas veces”, agregó.
Además escribió en la misiva que “la Iglesia nuevamente no estuvo con los movimientos sociales, como ha predicado históricamente. Estuvo lejos de las calles y cerca de quienes buscaban cerrarle las puertas a la ciudadanía, cerca de los privilegiados. Esa es la Iglesia chilena hoy”.
Canales también denunció que “en nuestra universidad gran parte de los trabajadores se encuentran bajo el régimen de subcontratación, donde como estudiantes hemos sido testigos de las indignas condiciones laborales a las que se ven sometidos diariamente las y los trabajadores”.
“Hablamos de condiciones indignas cuando el salario que reciben no alcanza a ser el sueldo ético propuesto por la misma iglesia. El sufrimiento de los trabajadores subcontratados es el sufrimiento de toda la comunidad universitaria, un sufrimiento que no ha encontrado respuestas por parte de la institución”, se lee en el texto.
CARTA ESTUDIANTIL AL PAPA
Luego de conocer la carta entregada por la presidenta de la Federación de Estudiantes de la UC al Papa Francisco junto a la maqueta de una Capilla País, el rector de la Universidad Católica, Ignacio Sánchez, afirmó que desconocía que se iba a hacer la entrega de la misiva.
“No sabemos qué ha sido de la carta. Nosotros invitamos a la presidenta de la federación para que acompañara la entrega de la Capilla País, y nunca supimos que la federación quisiera entregar un regalo, no se nos hizo ninguna mención”, detalló.
La máxima autoridad universitaria además agregó que al momento en que Francisco se subió al papamóvil, algunos documentos fueron entregados a personal de la casa de estudios, sin precisar si entre estos está la polémica carta.
“A nosotros nos devolvieron antecedentes antes de subirse al papamóvil, no sé si es el discurso o la carta, no hemos tenido el tiempo de mirarlo, pero nos devolvieron algo”, explicó Sánchez.
CONTENIDO
“La Iglesia Ausente” fue el nombre de la carta entregada por Josefina Canales -presidenta de la Feuc- al Papa Francisco. Este documento de dos páginas critica la postura de la Iglesia Católica frente a los abusos sexuales como a su rol social, así como también la función que tiene dentro de la casa de estudios.
El escrito declara que la Iglesia “ha tenido un rol pasivo y muchas veces de encubrimiento con los responsables de abusos sexuales, protegiendo así la imagen de la Iglesia por sobre la verdad, al victimario por sobre a la víctima”, agregando que “con esto se ha causado un daño tremendo a las víctimas y sus familiares, y además se ha fomentado la impunidad de quienes merecían castigo”.
Movimientos sociales como el de pensiones, vivienda digna, estudiantil y feministas son citados en el texto para criticar la ausencia de la Iglesia frente a estas demandas. “Hoy vemos como esa búsqueda de mayor justicia social ha sido abandonada por la Iglesia chilena, la cual ha olvidado su rol social”, expresa.
“Esperamos que el dolor y el sufrimiento de los estudiantes, de los pensionados, de las víctimas de abusos, de los trabajadores subcontratados y de los académicos expulsados sean también el dolor de la Iglesia”, finaliza la carta. (La Tercera)



