La Presidenta Michelle Bachelet despidió este jueves al Papa Francisco en Iquique, terminando así la visita oficial que el Pontífice realizó a Chile durante cuatro días.
“Creo que representando a todos los compatriotas, al margen de las creencias de uno u otro, agradecerle la visita a Chile, y agradecerle el mensaje que ha dado para que continuemos avanzando como país en un clima de unidad, de fraternidad, de solidaridad”, dijo la Mandataria una vez que el Pontífice subió al avión que lo llevaría hasta Perú.
La Presidenta reconoció a todos los equipos que participaron en la visita del Papa como la comisión organizadora que trabajó desde el gobierno y de la Iglesia, a las policías, a los servicios “que permitieron que esta visita fuera exitosa”, dijo Bachelet.
También agradeció a todos los compatriotas “que vinieron a despedir al Papa y en todas las actividades de Santiago, Temuco e Iquique”, sostuvo la Mandataria.
Tras tres días en Chile, el Papa Francisco finalmente tomó un avión que lo llevará a Perú, lugar en donde continuará con su gira por latinoamérica. En su visita por el país, el Pontífice se refirió a la situación de los migrantes en el país, a los abusos a menores de parte de algunos miembros de la iglesia, y también haciendo un llamado a los jóvenes para que mantuvieran a su vez, joven a la Iglesia.
Durante su visita en Santiago uno de primeros lugares que visitó durante su segundo día en el país fue el Palacio de La Moneda, lugar en donde se refirió acerca de los abusos sexuales cometidos por sacerdotes. Al respecto, el Pontífice pidió perdón “por lo daños irreparables”.

“No puedo dejar de manifestar el dolor y la vergüenza, vergüenza que siento ante el daño irreparable causado a niños por parte de ministros de la Iglesia”, expresó en el lugar frente a autoridades.
Tras esto, el Pontífice se reunió con internas del Centro Penitenciario en San Joaquín, en donde habló acerca de la importancia de las madres y sobre la responsabilidad de la sociedad en reinsertar a las reclusas en la sociedad luego de que han cumplido con su pena. Este momento también estuvo marcada por las palabras de la capellana del centro, Nelly León, quien además de agradecer la visita del líder de la Iglesia Católica, realizó una dura crítica al sistema indicando que “En Chile se encarcela a la pobreza”.
En su encuentro con jóvenes en el Templo Votivo de Maipú, el Papa les hizo un llamado para que ayudaran a que la iglesia tuviese “un rostro joven”. “Les pedimos que nos muevan el piso y nos ayuden a estar más cerca de Jesús”, indicó. A su vez,
En su visita a la Araucanía, por otra parte, el Pontífice realizó su homilía comenzando con palabras en mapudungun y aymara, citando a Violeta Parra con la frase “Arauco tiene una pena que no la puedo callar, son injusticias de siglos que todos ven aplicar’”. Allí, el Pontífice se refirió a la unidad de los pueblos, indicando que se necesita de la riqueza de cada uno y dejar de lado esa idea de que existen culturas superiores o inferiores.
OBISPO BARROS
Durante esta mañana, sin embargo, antes de iniciar su viaje al norte del país, el Papa fue cuestionado por la presencia del obispo Barros – a quien sus detractores lo acusan de encubridor de los abusos sexuales cometidos por Karadima – en todas sus actividades al país.
Al respecto el Pontífice respaldó a Barros, indicando que lo que se decía del obispo “eran calumnias” pues no habían pruebas. “El día que me traigan una prueba del obispo Barros, ahí voy a hablar”, agregó.
Su visita a Arica por otra parte, no fue tan concurrida como lo que se esperaba. Según se explicó, se esperaban más extranjeros que asistieran al lugar. El mensaje del Pontífice en esta misa que ofició, estuvo centrada en los migrantes, dando fuertes palabras de apoyo hacia ellos y pidiendo que se les de hospitalidad. “No hay alegría cristiana cuando se cierran puertas”, indicó.
El respaldo público del Papa Francisco fue ante los periodistas que lo esperaban previo a la misa de este jueves, donde el pontífice expresó: “El día que me traigan una prueba del obispo Barros, ahí voy a hablar”
“No hay una sola prueba en contra, todo es calumnia ¿Está claro?”, recalcó la máxima autoridad de la Iglesia Católica.
Durante estos días, Barros ha participado en las misas que ha ofrecido el Papa en Santiago y Temuco, y hoy participará en Iquique.
A primera hora, Barros admitió haber conversado con el Papa en un tono de apoyo.
Durante la tarde de hoy jueves el Papa llegará a Perú, país en donde tendrá encuentros con los pueblos de la Amazonia y visitará Trujillo, para luego retornar a Roma.
LAICOS DE OSORNO
Juan Carlos Claret, vocero de los Laicos de Osorno, se refirió al respaldo que este jueves entregó el Papa Francisco al obispo de esa ciudad, Juan Barros. Cabe recordar que el polémico religioso es sindicado como encubridor de los abusos sexuales cometidos por Fernando Karadima, ante lo cual los fieles piden su salida del cargo eclesiástico.
“Por un lado, el Papa demuestra una indolencia y una falta de tino. Pero no nos sorprende. Mantiene el status quo. Queda demostrado que la presencia de Barros en las misas no era una obstinación, sino una mera voluntad del Papa”, aseguró Claret a La Tercera.
Ante la solicitud de “pruebas” que hizo el Papa para respaldar a Barros, manifestó que “estos delitos prescribieron. Son de hace más de 15 años. Si vamos a Tribunales, no nos van a investigar. Nos queda la arista canónica. Hemos venido denunciando desde 2015 y el Papa lo sabe. El Papa es juez, y cuando nos trata de ‘zurdos’ él se transforma en parte. No se respeta el debido proceso”.
Asimismo, Claret reflexionó por la baja cantidad de fieles en Playa Lobito, muy lejos de las expectativas de la organización: “Ellos dicen que el lugar es muy lejos… eso es no ver la realidad. La gente se ha ido. El Papa pide perdón por vergüenza pero después no tiene vergüenza en tener a Barros en las misas”.
“El papa no es el más afectado con todo esto. El más afectado es Cristo, porque el tema central de la visita se desvió”, cerró.
VICTIMAS DE KARADIMA
Luego que el Papa Francisco saliera en defensa de Juan Barros y rechazara cualquier acusación en su contra respecto al encubrimiento de los abusos sexuales cometidos por Fernando Karadima, las víctimas del sacerdote dieron una conferencia de prensa para repudiar estas palabras.
Así, James Hamilton, Juan Carlos Cruz y José Andrés Murillo enfrentaron los micrófonos y dieron a conocer una declaración pública en la cual respondieron al emplazamiento de Bergoglio: “el día que me traigan pruebas voy a hablar. Todo es calumnia”.
Ante esto, las víctimas de Karadima señalaron que “nosotros hemos declarado la presencia del obispo Barros en los abusos psicológicos y sexuales de Karadima. Siendo él tan cercano a Karadima y sabiendo los abusos, nunca denunció al sacerdote”.
“Hay testigos que indican que enviaron al cardenal Fresno, entonces arzobispo de Santiago, una carta ya en los años 80 con denuncias contra Karadima. El secretario personal del cardenal era el obispo Barros y se ocupó de eliminar esta carta”, argumentaron.
De este modo, expresaron que “el Papa desaprovechó una gran oportunidad, de escuchar a la comunidad de Osorno y a quienes hemos afirmado que el obispo Barros había encubierto los abusos de Karadima, con pruebas a la vista, como las que durante años hemos entregado. El Papa ha desoído todos estos hechos y nos ha acusado de faltar a la verdad, y de decir calumnias”.
“Esto es de extrema gravedad y creemos que revela un rostro desconocido del pontífice. Durante años hemos luchado contra el abuso sexual de miembros del clero y de cualquier persona. Lo que ha hecho el Papa es ofensivo y doloroso, y no solo contra nosotros”.
Junto con ello, recalcaron que “aún hay mucho por hacer. Seguiremos en este camino. Es necesario que las palabras de perdón, vergüenza y dolor que ha expresado el papa se expresen en acciones concretas para erradicar a todos los que han abusado sexualmente de niños, niñas, jóvenes, y personas vulnerables; y a todos quienes han encubierto activa o pasivamente estos abusos”.
Finalmente, dejaron en claro que “esto no es una cruzada contra la iglesia católica (…) es inaceptable lo que ha dicho el papa Francisco y es ofensivo para todos quienes han sufrido abusos, también para quienes estamos luchando contra el abuso sexual”.
“No aceptamos amedrentamientos de nadie, por poderosos que sean”, sentenciaron. (La Tercera-El Dínamo)



